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Del Ministro, para explicar la actuación del Gobierno respecto a la situación de inseguridad en la República de Mali y sus implicaciones en la cooperación, ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso.

vendredi 21 septembre 2012

Se abre la sesión a las cuatro de la tarde.


COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (GARCÍA-MARGALLO MARFIL), PARA EXPLICAR LA ACTUACIÓN DEL GOBIERNO RESPECTO A LA SITUACIÓN DE INSEGURIDAD EN LA REPÚBLICA DE MALI Y SUS IMPLICACIONES EN LA COOPERACIÓN. A PETICIÓN PROPIA. (Número de expediente 214/000047).

 El señor VICEPRESIDENTE (Landaluce Calleja): Señorías, vamos a comenzar  la sesión con la comparecencia del señor ministro, a petición propia. Para ordenar el debate les diré que calculen que como hay votación de tratados internaciones, esta no se producirá antes de las diecisiete treinta.
 Tiene la palabra el señor ministro.

El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (García-Margallo Marfil): Señorías, como ha dicho el presidente, comparezco a petición propia, pero después de que dos grupos parlamentarios hubiesen solicitado la comparecencia del ministro de Exteriores para hablar del tema que nos ocupa.

Dije en mi primera comparecencia que es mi propósito mantener las relaciones más transparentes y más abiertas con las Cortes Generales, con el Congreso y con el Senado, y cumpliendo ese propósito, esa declaración de intenciones, pedí a mi grupo parlamentario que apoyase mi  comparecencia aquí. La misma está enmarcada por el cumplimiento de la Constitución y las leyes, como no podía ser de otra manera, en concreto de la Ley 9/1968, reguladora de los Secretos Oficiales, modificada en 1978. La ley parte de un principio general, el sometimiento de la actividad de los órganos del Estado al principio de publicidad y dación de cuentas a las Cortes soberanas, pero al mismo tiempo prevé la posibilidad de declaración como clasificadas de determinadas materias. Entre las mismas, el artículo 2 de la ley enumera -leo-: los asuntos, actos, documentos, informaciones, datos y objetos cuyo conocimiento por personas no autorizadas pueda dañar o poner en riesgo la seguridad y defensa del Estado. La competencia para clasificar una materia como reservada o no corresponde al Consejo de Ministros, en concreto, al acuerdo del Consejo de Ministros del Gobierno anterior, que se adoptó el 15 de octubre del año 2010. Este acuerdo tiene dos objetivos. El primero, asegurar que la documentación relativa a los asuntos que afectan a la política exterior de España y a sus relaciones diplomáticas resulte adecuadamente protegida. En segundo lugar, atender los compromisos adquiridos por España mediante la suscripción de tratados sobre protección mutua de información clasificada. Otorga, en primer lugar,  la clasificación de secreto a las materias, así como a los actos, documentos e informaciones sobre las mismas que se refieren a la actuación de grupos terroristas y movimientos a ellos asociados, delincuencia organizada y tráfico de drogas, personas y armas con implicaciones o ramificaciones en España; en segundo lugar, las negociaciones y buenos oficios sobre secuestros y liberación de ciudadanos españoles o extranjeros, así como la información relativa a las extradiciones o traslados de personas condenadas. Artículo 5.

Además de a estas cautelas que establece la legislación hay que atender a una tercera, que para mí es capital: No poner en riesgo a las personas que han sido, son o están siendo objeto de secuestro o puedan serlo en el futuro.

Con esas limitaciones, voy a transmitir a sus señorías toda la información que me parece relevante y útil en el tema que nos afecta. En  primer lugar, para evitar discusiones inútiles en este tema, quiero decir que la posición del Gobierno en lo que se refiere a la cuestión de fondo, al contencioso sobre el Sáhara Occidental  y al tema de la ayuda humanitaria al pueblo saharaui, no ha cambiado en ninguno de los dos casos, es exactamente la misma que yo defendí en mi comparecencia ante la Comisión de Exteriores, sobre la cuestión de fondo, y en la Comisión parlamentaria de Cooperación, en cuanto a la ayuda humanitaria al pueblo saharaui.  Para evitar equívocos, por lo que se refiere al fondo del conflicto, repito que la posición española, que expuse aquí, en Rabat y en Argel, sobre el Sáhara Occidental es la siguiente. España apoya una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable que prevea la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental en el marco de las disposiciones conformes a los principios y propósitos de la Carta de Naciones Unidas. Como no hay variación en la postura y expliqué el alcance preciso de esta declaración, entiendo que ese debate no se planteará luego, aunque sus señorías, como es natural, podrán hacer lo que crean oportuno.

En segundo lugar, tampoco ha variado, en absoluto, la postura de este ministerio, del Gobierno, en relación con la ayuda al pueblo saharaui. Recuerdo algunos datos que expuse en aquella comparecencia, simplemente para que figuren en el “Diario de Sesiones” y obviemos un debate que ya se realizó y que volveremos a tener cuando plantee el Plan director de cooperación. España es el primer donante a la población refugiada en los campamentos de Tinduf y facilita cada año el acceso a nuestro país de miles de niños saharauis dentro del programa Vacaciones en paz. Este ministerio, a la vista de las restricciones presupuestarias, acordó que la cooperación debía hacerse de acuerdo con dos principios: concentración en sectores prioritarios; concentración en áreas prioritarias. Declaramos como prioritarias el norte de África y el África subsahariana, y dentro del África subsahariana occidental, Mali, Níger y Senegal. En materia de ayuda humanitaria es y sigue siendo prioritaria la ayuda a la población instalada en los campamentos saharauis. También hemos acordado con los organismos multilaterales de desarrollo la apertura de una plataforma logística humanitaria en el puerto de Las Palmas que facilitará enormemente el apoyo de esta labor de coordinación, en concreto, la ayuda al pueblo saharaui.

Sentadas estas premisas, por tanto, constancia en lo que se refiere a la postura de fondo en el contencioso y constancia en lo que se refiere a la ayuda humanitaria al pueblo saharaui, diré que el tercer pilar es el deber de protección a los españoles, dentro y fuera de España. Como sus señorías entenderán perfectamente, ese deber de protección es más sencillo dentro que fuera de nuestras fronteras, y es tanto más complejo cuanto más difícil sea la situación del país en el que nuestros compatriotas estén desplazados.  En síntesis, y con esto casi podría terminar mi intervención, lo que el Gobierno quiere es continuar la ayuda al pueblo saharaui sin poner en riesgo la vida de nuestros cooperantes.  Este riesgo ha sido importante en el tiempo y se ha acentuado en los últimos años hasta culminar en la situación que aconsejó al Gobierno la repatriación voluntaria de los cooperantes situados en los campamentos saharauis.
 
Probablemente tendremos que analizar otra vez en una comparecencia la situación del Sahel, que es extraordinariamente importante. Anuncio a sus señorías que uno de los temas centrales que se debatirá en la Semana de Naciones Unidas, que se celebrará la siguiente semana en Nueva York, a la que asistirá el presidente del Gobierno, será precisamente el del Sahel, porque en estos momentos es una preocupación central para todos los organismos. Si me lo permiten, voy a hacer un relato corto de lo que ha ocurrido en el Sahel y de lo que creemos que puede pasar, en cuanto que tiene incidencia en la protección de nuestros cooperantes en la zona, singularmente en Tinduf. Recordaré de forma cronológica lo siguiente. En enero de 2012 estalló en el norte de Mali una revuelta Tuareg protagonizada por el Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad, movimiento laico, por lo menos más laico que los que luego le han sucedido en el dominio del territorio, que pretendía la secesión, la independencia de la parte norte de Mali. Solo dos meses después, en la noche del 21 al 22 de marzo, se produce en Bamako, en la zona sur, un golpe de Estado que acabó con la deposición del entonces presidente Amadou Toumani Touré, con el que me entrevisté, por cierto, pocos días antes. Se puso en marcha una junta militar que fue desautorizada por todos los países de la región y del área afectada. Como consecuencia de este golpe de Estado se produjo la retirada de las fuerzas militares malienses de todo el territorio norte del país, que quedó en manos, por un lado,  del Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad y, por otro, de grupos de distinta calificación, entre los que hay que resaltar tres: el movimiento Ansar Dine, el movimiento Al Qaeda del Magreb y el Movimiento para la Unidad y  la Yihad en África Occidental, o Mujao, responsable del secuestro de las dos personas que encontré retenidas y secuestradas cuando tomé posesión.

El 5 de abril de 2012 se declara la independencia del Azawad y empiezan a proliferar las disputas entre los dos bandos en lucha en el norte. Por un lado, el Movimiento Nacional de Azawad; por otro lado, un complejo de organizaciones, más o menos terroristas, que intentaban apoderarse de la zona para hacer del norte de Mali lo que no pudieron hacer ni en Somalia ni en Afganistán; es decir, poner un territorio, un país al servicio de una organización terrorista. El 21 de mayo, en el sur, por tanto en la zona no ocupada por los movimientos independentistas, se eligió un presidente interino, el presidente Traoré, cuya vida presidencial fue muy corta, ya que tuvo que exiliarse a París como consecuencia de los conflictos en la zona. El 5 de julio el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, consciente de la gravedad de lo que estaba pasando en Mali y de la necesidad de restaurar la constitucionalidad en el sur para de esa manera poder atender la amenaza terrorista en el norte, aprueba  una resolución e insta a formar un Gobierno de unidad nacional. El 27 de julio el presidente interino  Traoré vuelve a Bamako. En ese momento, el 28 de julio, es cuando el Gobierno tiene conocimiento de que como consecuencia de toda esta inestabilidad en la zona nos encontramos ante la inminencia de un secuestro de cooperantes españoles. La inminencia es tal que se decide actuar de inmediato y no anunciar la repatriación hasta que los cooperantes que entonces estaban en el Sáhara estuviesen en un avión seguro y no precipitar con el anuncio un golpe que parecía, repito, inminente.

Para intentar probar hasta qué punto la situación era grave he aludido a los incidentes inmediatamente anteriores a la decisión del Gobierno de repatriación, y ahora me referiré a los acontecimientos posteriores. El 6 de agosto los llamados pays du Champ, Argelia, Mauritania, Níger, etcétera, se reúnen en Niamey para analizar la crisis de Mali que, en opinión de los participantes, ha cobrado mayor virulencia en estos tiempos. El 30 de agosto, la virulencia es tal -solo un mes después de nuestra decisión- que el presidente interino Traoré manda dos cartas. Una de ellas, al secretario general de Naciones Unidas, el señor Ban Ki-moon, que en   su   primera   frase -traduzco- dice:   Desde hace algunos meses Mali se enfrenta a la peor crisis de su existencia. No solamente dos tercios de su territorio están ocupados por grupos armados sino que también los fundamentos de su democracia están igualmente amenazados. En la misma fecha, el presidente de la República se dirige al presidente Ouattara, presidente en ejercicio de la Cedeao, la alianza de los quince países de África occidental, de la que Mali forma parte. Les leeré solo un párrafo que dice: Referente a la crisis de seguridad en el norte de Mali, la complejidad de la situación resulta de la presencia en la región de grupos terroristas, tales como Al Qaeda o  AQMI, Mujao, Boko Haram, guerrilla que tiene su origen en Nigeria, de redes de crimen organizado y de narcotraficantes que venidos del exterior de Mali han tomado una parte importante en las operaciones militares contra las Fuerzas Armadas malienses.

En cuando a la situación en  estos momentos -voy a evitar los adjetivos absolutamente innecesarios-, el presidente Hollande, en la reunión que acaba de tener con los embajadores del área, dice literalmente: Hay otro asunto que me preocupa mucho, y es la situación del Sahel. En el norte de Mali se ha constituido una entidad terrorista, que así se autodeclara y autoproclama, que busca desafiar nuestros intereses, nuestros valores y nuestra gente. Nosotros estamos plantando cara a este desafío. La crisis de Mali es el reflejo, el resultado de la debilidad del Estado durante varios años, pero también de los errores cometidos al final de la crisis Libia, con armas circulando sin control. Hoy los grupos terroristas y fundamentalistas  campan por el norte de Mali y quieren extender su radio de acción a toda África occidental. Cuando debatamos cuál es la posición de España, si las Naciones Unidas adoptan una resolución aprobando la intervención en Mali por parte de la Cedeao, que pedirá apoyo de alguna naturaleza a los países que formamos parte de la Unión Europea, discutiré con sus señorías lo que se haga. Sí les puedo decir que en estos momentos nos encontramos con dos hipótesis. La primera hipótesis es que el Movimiento Nacional de Liberación de Azawad y probablemente Ansar el Din lleguen a un acuerdo con el Gobierno del sur para establecer un país único, un país integrado, un país no dividido, en el que la sharía sería una de las fuentes del derecho internacional, cosa que ocurre en todo el resto de los países de la zona, incluido Argelia. Esta sería la hipótesis más favorable, porque ese bloque podía combatir en mejores condiciones los movimientos terroristas de Al Qaeda del Magreb y Mujao, que son los que presentan perfiles más peligrosos. La hipótesis contraria es que Mujao, Aqmi y Ansar el Din, que han conseguido reclutar en los últimos tres meses más de 6.000 personas y tienen unos medios financieros -que han leído ustedes en los medios de comunicación-, se hagan del todo con el norte del territorio de Mali y desde aquí tengan una plataforma desde donde puedan dirigir sus acciones terroristas a todo el norte de África, incluidos los campamentos de Tinduf.

El ministerio, después de esa decisión, ha tenido reuniones con los representantes del Frente Polisario en Madrid y con los representantes del Gobierno argelino -al máximo nivel- para buscar aquellas soluciones que permitan que nuestros cooperantes puedan regresar cuanto antes a desarrollar su acción humanitaria en condiciones de seguridad. No les voy a leer todas las conclusiones a las que se ha llegado, pero les puedo leer a las que ha llegado el experto en materia terrorista que contrató la Agencia de Cooperación, dependiente del ministerio, que son muy cortas. En primer lugar, la amenaza de un secuestro económico en los campamentos de refugiados saharauis era real en el momento de la repatriación de los cooperantes y no solo persiste, sino que se incrementa a medida que la región se vacía de extranjeros y que los grupos yihadistas fortalecen sus capacidades operativas. En segundo lugar, en el marco de una verdadera industria del secuestro, los campamentos de refugiados de Tinduf han pasado de ser un caladero fácil a ser uno de los únicos caladeros regionales. En tercer lugar, la mayor amenaza proviene de intermediarios que secuestran a los cooperantes para venderlos al Mujao, son personas no fichadas o afiliadas a estas organizaciones. En cuarto lugar, el riesgo de seguridad en la región se define principalmente por su nacionalidad, siendo los occidentales los extranjeros que constituyen una presa más añorada por estos grupos.

Quiero señalar, primero, que las autoridades saharauis, después de la decisión tomada por España, han adoptado algunas medidas que mejoran las condiciones de seguridad. Segundo, se muestran dispuestas a aplicar las medidas propuestas por la agencia, fruto del consenso entre agencia y varias ONG y, en la próxima semana, se les hará llegar otras propuestas de medidas más completas y detalladas. Se les alcanzará que no puedo dar noticia de cuáles son esas medidas, que ya se han adoptado, ni las que se vayan a adoptar. Tercero, si se aplican estas medidas los cooperantes españoles podrían regresar a residir en los campamentos en condiciones de seguridad aceptables, aunque limitando su número y estancia a lo mínimo indispensable, según lo requiera la ejecución de cada proyecto.

Estas son las reflexiones que quería hacer a sus señorías,  reiterando lo que he dicho al principio: la posición de fondo sobre el contencioso no ha variado; la voluntad de ayudar, de cubrir las necesidades humanitarias del pueblo saharaui no se han debilitado, y se están haciendo los esfuerzos posibles y necesarios para que puedan volver a desarrollar su función en el terreno en condiciones de seguridad aceptables.

El señor VICEPRESIDENTE: A continuación tienen la palabra los grupos, de menor a mayor. En primer lugar, por el Grupo Mixto, don Carlos Salvador, tiene la palabra.

El señor SALVADOR ARMENDÁRIZ: Intervengo muy brevemente, señor ministro, para agradecerle su comparecencia, las explicaciones sobre la realidad y la compleja actualidad que está viviendo ahora Mali y toda esa zona del Sahel y la que seguramente vamos a vivir en el futuro.

Es verdad que su intervención es muy sugerente, pero hoy no es el momento para hablar de choque de civilizaciones, de fanatismo religioso, del proceso de descolonización, de los organismos internacionales y su papel en la mediación de conflictos, del soft power, del debate tradicional entre ricos y pobres, de la legitimidad internacional para intervenir en conflictos internos de los países, etcétera. Hoy no toca, usted nos explica que la situación es convulsa, compleja, difícil más que preocupante, y a futuro aún será peor, y nos está pidiendo colaboración y apoyo. Es justo que nosotros solicitemos información, esa complicidad necesaria y garantías en el caso de que la situación empeore y España tenga que intervenir de alguna manera. Modestamente le quiero ofrecer el apoyo de mi grupo, esperar -y esto me preocupa- que no busquemos en este tema excusas o motivos para no tener una voz, no diré propia o más allá que propia, unánime. Es decir, que no abramos o intentemos abrir con este tema -que de alguna manera toca, pero un poco de lejos- frentes de división internas que no ayuden en la situación actual. Quiero agradecerle sus explicaciones, ofrecerle nuestro apoyo y pedirle, en todo caso, información de lo que vaya ocurriendo, porque si hubiera que tomar alguna decisión o algún tipo de participación, nos gustaría conocer el porqué, el para qué y el cómo para poder colaborar en esa decisión.

El señor VICEPRESIDENTE: Si no tienen inconveniente, el señor Nuet nos ha pedido, por problemas personales, intervenir delante de los grupos que le corresponden. Si no tienen ustedes inconveniente. (Pausa). Señor Nuet, tiene la palabra.

El señor NUET PUJALS: Les estoy muy agradecido, porque tenemos una rueda de prensa por motivos políticos y estamos haciendo bolos de un sitio para otro.
 
Señor ministro, muchas gracias por la comparecencia. Usted sabe que somos uno de los grupos parlamentarios que la hemos solicitado, cuanto más pronto pueda volver con nosotros para poder ampliar el abanico del debate, se lo vamos a agradecer, porque hay cuestiones en América Latina, Europa, África y Asia que requerirían que pudiésemos hacer un debate más amplio. Refiriéndome concretamente al motivo de su comparecencia, en primer lugar, quiero dejar claro que por supuesto el Gobierno no tiene ninguna culpa de que haya una serie de españoles que hayan sido secuestrados en el Sáhara Occidental, en general en el Magreb. Por supuesto, quiero desvincular totalmente lo que voy a decir de cualquier atisbo de duda de poder pensar que el Gobierno tiene alguna responsabilidad aquí, porque no la tiene. Evidentemente tiene la responsabilidad de intentar arreglar las cosas una vez se han sucedido esos acontecimientos.
 
Algunas frases que hemos escuchado en el mes de julio decían: alarma innecesaria, operación de imagen del Gobierno, excesivamente prematura y podría leer algunas más, porque tuvimos un debate mediático a finales de julio en el que toda una serie de organizaciones no gubernamentales de nuestro país -todas de gran prestigio y conocidas por muchos de nosotros- lanzaron una voz de alarma de que algo no se estaba haciendo bien y la repatriación de los trece cooperantes españoles se consideró con este tipo de frases. Algo no acabó de funcionar, básicamente pensamos que el diálogo entre el Gobierno y esas organizaciones no gubernamentales no fue el adecuado, porque en el momento que en los medios de comunicación apareció este debate, sin duda algo no se hizo bien. Posiblemente el Gobierno tuvo muchas dificultades para poder comunicar la gravedad de los acontecimientos y los afectados -entendiendo como afectados también a todas las organizaciones no gubernamentales que tienen una estructura de apoyo a la solidaridad en el Sáhara Occidental- no percibieron esa importancia que le daba el Gobierno. Le quiero pedir, señor ministro, que intente usted mejorar esa comunicación, porque es importante que lo que diga el Gobierno y más o menos lo que digan las organizaciones no gubernamentales sobre la seguridad en el Sáhara Occidental al menos se parezca. Pensamos que es importante.

En segundo lugar, hay que reconocer una cosa, el Frente Polisario ha hecho en los últimos tiempos un esfuerzo muy importante para reforzar la seguridad en los campamentos. Esto hay que reconocerlo públicamente por parte del Gobierno, es importante. Sé que usted está dispuesto a hacerlo. Por supuesto, hay que reforzar -usted ya lo decía en su intervención- la colaboración y el diálogo con el Frente Polisario, sin el mismo la seguridad no puede funcionar, porque es una organización clave en la seguridad del sector. ¿Por qué se lo digo? Porque usted sabe posiblemente que en los medios de comunicación el Gobierno de Marruecos ha utilizado el hecho de la repatriación de los españoles de una forma mezquina, atacando las posiciones del Frente Polisario y utilizando políticamente este incidente. Hay que desmarcarse claramente de una campaña del reino de Marruecos que ha utilizado este incidente para, en el sector, intentar de nuevo acercar el ascua a su sardina. Hay que separarse, repito, de una posición del reino de Marruecos que en este caso no ha sido una posición que velaba por la seguridad, sino que ha intentado que el ruido en la región beneficiase sus posiciones. 

Usted decía en unas declaraciones textuales que tengo aquí que esto es una medida temporal y que, entre comillas, hay que buscar fórmulas para seguir atendiendo al pueblo saharaui. Es importante que sigamos en esa línea, que lo temporal acabe cuando sea y que estas fórmulas se encuentren. Porque sabe muy bien que los cooperantes españoles y otros cooperantes en la región son claves para tres aspectos fundamentales del funcionamiento de los campamentos de refugiados: temas de salud, de educación y de alimentación. Ahora tenemos una situación de tasas de enfermedades nutricionales por encima del límite de emergencia y también hay graves problemas de agua, de higiene y de saneamiento. No lo digo yo, lo establece -y usted bien lo sabrá- el último informe -lo tengo aquí- de la Media Luna Roja Saharaui, publicado recientemente, hace una semana que salió, que es una fotografía muy interesante de cuál es la situación real en este momento de los campamentos saharauis. Hay una serie de recomendaciones en este informe que pediría, por favor, al Gobierno que leyera con paciencia y con ganas, porque algunas de ellas son urgencias, son recomendaciones absolutamente urgentes. En una de ellas, por ejemplo, se pide que aumente el grado de eficiencia en la gestión de la ayuda humanitaria. Sabe muy bien que sin cooperantes el grado de eficiencia en la gestión de la ayuda humanitaria no puede aumentar, no puede hacer otra cosa que disminuir, porque estos actores son fundamentales en la región.

En segundo lugar -y acabo con esto-, hay una recomendación que habla de por qué no convocar una conferencia de países donantes a la ayuda y a la cooperación del Sáhara Occidental. El informe habla de una recomendación de una posible conferencia internacional de países donantes. Sería una buena respuesta a una situación compleja y complicada como es la nueva actividad violenta de nuevas organizaciones que están surgiendo en esta zona del mundo, para que eso no conlleve de ninguna manera el abandono de los compromisos históricos del Gobierno de España con esta región clave y que seamos los abanderados de tomar iniciativas, y esas iniciativas deben concretarse de alguna manera. Hay que hacer algo para sustituir momentáneamente y a medio plazo esa cooperación imprescindible. Una conferencia de donantes para la región sería una iniciativa que a usted, como ministro, y al Gobierno del Partido Popular los pondría en un buen lugar.

El señor VICEPRESIDENTE: A continuación, volviendo al orden establecido, tiene la palabra, en nombre del Grupo Vasco, el señor Esteban.

El señor ESTEBAN BRAVO: Quiero dar las gracias al señor ministro por sus explicaciones y por las dos pinceladas que ha ofrecido sobre lo que puede suceder a futuro en grandes líneas en la región. Aunque con la introducción que usted nos ha hecho, me ha quedado la duda de si no habría sido mejor haber tratado este tema en la Comisión de Secretos Oficiales en lugar de en la Comisión de Asuntos Exteriores, porque no sé hasta qué punto va a poder contestar algunas preguntas o ha podido dar toda la información que se tiene, incluso todas las intenciones que tiene el Gobierno sobre la mesa.

Con respecto al tema saharaui coincidimos todos en que la ayuda de la Administración española, de las comunidades autónomas y de algunos ayuntamientos es fundamental para los campamentos de refugiados. También coincidimos todos en que hay una deuda moral por parte de la Administración española para asegurar que este suministro, que esta relación, pueda seguir produciéndose. Coincido con el señor Nuet en que la presencia de cooperantes, de las ONG, en los campamentos contribuye a lograr una mayor eficacia de la ayuda. Entiendo los problemas que hay, pero le iba a preguntar -y he creído entenderle que me daba la respuesta en su intervención- cómo un pueblo como el saharaui -que está, no digo en guerra, pero sí en armas casi permanentemente- no puede, en connivencia con el Gobierno español, asegurar la seguridad de los cooperantes españoles allí. Hasta ahora la amenaza ni se había planteado y no se preveía algo semejante como lo que ocurrió en su momento con los tres cooperantes españoles. Entiendo que ahora ha comenzado -como usted ha dicho- no una actividad directa por parte de los grupos islamistas, sino una actividad comercial por parte de otros grupos viendo que ahí hay un negocio. Me parece que con la colaboración de la República Saharaui Democrática y con la colaboración española es posible garantizar esa seguridad y es urgente que así lo hagamos y que intentemos que ese flujo de cooperantes se siga manteniendo. Creo haber entendido que ustedes estaban trabajando en ese sentido.

Choca también esta noticia de la amenaza de secuestros occidentales y de españoles, en especial, con alguna noticia que ha salido de un secuestro reciente de un español a principios de septiembre en Niafunké, que parece ser que fue liberado por nada más y nada menos que Ansar el Din. Unas noticias bastante extrañas. Uno ya no sabe a qué quedarse o si eso entra dentro del juego de detrás de las cortinas del que tampoco podemos hablar mucho.

Le agradezco también que en su intervención haya matizado mucho, porque muchas veces la tendencia es decir que Mali es un país que ha sido dividido, que ha sido desestabilizado y hay que volver a la unidad de Mali por encima de todo y a la vuelta al orden constitucional. Le agradezco sus palabras de que no nos vayamos a meter en lo que se puede hacer a posteriori -entiéndaseme la expresión- en una acción a la americana en Afganistán. Como usted bien ha dicho, el terreno es muy complicado. La revuelta tuareg no es nueva, esta es la cuarta, si no me equivoco, hubo una en 1961, otra en 1995 y otra en 2007. Hay un sentimiento de malestar y de diferencia en el norte del país. Eso es algo que tenemos que tener en cuenta a la hora de intervenir. Es más, esto puede convertirse incluso en un aliado. Usted lo ha apuntado. No sé cómo irán evolucionando los acontecimientos, pero después de los combates en Gao de finales de junio, del que salió bastante mal parado el MNLA, ha dado muestras en los mensajes de intentar tender la mano al conjunto de la comunidad internacional, pero sobre todo a occidente. Desde el principio, desde la declaración de independencia, y después ha intentado tender la mano en sus comunicados. Tenemos un escenario cultural y lingüístico complicado, no solo están los tuaregs, están los songhai, que imagino que tampoco estarán en una situación muy agradable con estos movimientos islamistas. Es cierto que aquí parece que confluyen estos grupos -nos habla de Boko Haram- que no pintan nada en la región, y también ha habido elementos pakistaníes en la zona. Parece que esta es una acción orquestada para poder ocuparse del territorio y en estos momentos sí parece que controlan la mayor parte del terreno. Al mismo tiempo hay noticias de que la población está siendo forzada al reclutamiento por parte de estos grupos, pero también conocemos deserciones en la frontera argelina, etcétera. Seguramente hay un malestar en contra de estos grupos que, inteligentemente administrado, puede dar frutos para solucionar el problema, sobre todo, insisto, teniendo en cuenta que el malestar en la región, el malestar tuareg viene de lejos. La comunidad internacional no puede pretender solucionar la situación de seguridad de sus cooperantes sin dar una solución a ese problema que está enquistado. Deberíamos ser lo suficientemente inteligentes como para intentar solucionar los dos problemas y que confluyan de manera que podamos ayudarnos unos a otros. Por cierto, da que pensar que estos grupos islamistas hayan podido vencer en varios frentes al MNLA, a pesar de que este tenía bastante armamento, incluso pesado, de las antiguas tropas libias. Alguien le tiene que estar suministrando, alguien le tiene que estar financiando más allá de las redes habituales. Ahí se habla de algún país -no voy a dar el nombre, señor ministro- que incluso se consideraría un aliado del mundo occidental en Oriente Medio en estos momentos. Eso hay que abordarlo previamente a cualquier intervención.
 
Usted hablaba de la decisión de Naciones Unidas, pero a uno le da la impresión de que, por los pasos que se han dado, la decisión de una intervención ya está tomada. Probablemente la realice la Cedeao sobre el terreno, pero es difícil que la Cedeao la lleve a cabo sin asistencia técnica por parte de Francia, de Estados Unidos e incluso de España; estoy pensando en las Canarias y en los últimos movimientos americanos en las bases canarias. Le pediría que, si no es en esta Comisión fuera en la de Secretos Oficiales, antes de dar cualquier paso, aunque no sea obligatorio porque no se vaya a actuar con tropas sobre el terreno, tuvieran informada a esta Cámara, porque el problema es lo suficientemente delicado e importante.

Por último, señor ministro, quiero preguntarle por la misión Eucap Sahel en el Níger, que está dirigida por un coronel de la Guardia Civil, el coronel Espinosa, y que también tiene que ver con todo esto. No sé hasta qué punto va a poder contestarme. Por eso le digo que antes de llegar a hechos consumados quizás sería bueno, aunque fuera en una Comisión especial, que se pudiera hablar de todo esto.

El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Unión Progreso y Democracia, tiene la palabra la señora Lozano.

La señora LOZANO DOMINGO: Gracias por su comparecencia, señor ministro.

Quiero hacer solamente algunas consideraciones. Tal como usted ha enfocado el asunto -lo ha situado en Mali, en el orden de los relacionados con el terrorismo-, el problema de fondo son los campamentos saharauis. La crudísima realidad a la que nos enfrentamos en este momento y a la que se enfrentan sobre todo los saharauis es que llevan treinta y cinco años en los campamentos y la política les ha fallado, la solución política no ha sido posible. En estos momentos casi todo el mundo coincide en que es un problema que está enquistado, que está estancado. Las Naciones Unidas tampoco han sido capaces de encontrar una solución. Cuando un problema se enquista y se quedan unos cuantos cientos de miles de personas en una situación límbica, en la que hay una parte a la que le interesa que eso se prolongue y hay otras partes que podrían implicarse más, pero están afectadas por la fatiga de una implicación pasada, eso se queda ahí hasta que ocurre algo que lo empeora. Eso es lo que acaba de ocurrir ahora, lo que está ocurriendo en los últimos años, que la amenaza terrorista en el Sahel y en otras zonas de África empeora considerablemente la situación de los campamentos. Me importa señalar que el problema de fondo está en los campamentos saharauis, porque España tiene una posición especialmente comprometida y una obligación especial con los saharauis que viven en los campos. Lo que ha ocurrido estos años es que mientras la política fallaba, la cooperación funcionaba. Mientras España abandonaba a los saharauis a su suerte desde el punto de vista político -no quiero decir con esto que en estos treinta y cinco años no se haya implicado en la solución-, lo que nunca ha fallado ha sido la cooperación española, tanto la oficial como la popular, más directa y en muchos sentidos, no solo allí, en los campamentos, sino también aquí, con la acogida de niños saharauis, que todas sus señorías conocen. Habíamos llegado a un momento en el que la cooperación era lo que quedaba allí y ahora, tal como usted nos ha explicado, no solamente los cooperantes han sido repatriados sino que la amenaza de un secuestro es incluso mayor que cuando fueron repatriados. Usted ha afirmado que cuando se pueda reanudar esa cooperación se hará en unas condiciones muy restringidas, tanto en número como en duración y en ubicación. Esto significa, desde nuestro punto de vista, un nuevo abandono de los saharauis, un nuevo abandono -de acuerdo- motivado por el empeoramiento de otros problemas,  como el del terrorismo, pero al fin y al cabo debido a que no se ha solucionado el problema principal en todos estos años. Es muy triste decirlo, pero volvemos a fallar a los saharauis. Esta es la cuestión, que fallamos a los saharauis una vez más.

Al margen de esta consideración, nos parece grave la repatriación de los cooperantes por las consecuencias que tiene su presencia allí, no solo desde el punto de vista práctico, para la mejor vida de los saharauis, sino por lo que tiene de simbólico. Es una decisión muy grave y por eso nos parece insuficiente la información que usted nos ha dado. Claro, una comparecencia que comienza explicando todas las restricciones que existen a la información oficial resulta poco prometedora desde el primer momento respecto a la información que se nos va a dar. En este sentido, me sumo a la petición del señor Esteban. Si no puede ser en esta Comisión, que sea en la de Secretos Oficiales, pero es algo de tanta importancia que al menos se debe hacer con toda la transparencia posible y con todas las explicaciones razonadas. Inicialmente, por lealtad institucional, confiamos en que si su ministerio ha tomado esa decisión tenía motivos fundados para hacerlo, pero pasado ese primer momento de la confianza, en justa reciprocidad, creo que podemos solicitarle que corrobore con información más concreta y más fehaciente que efectivamente no había otra salida más que esa, que es la única situación en la que encontraríamos justificado este nuevo abandono de los saharauis.

Ha dicho usted que mantuvo conversaciones con el Frente Polisario a posteriori, puesto que es el encargado de garantizar la seguridad en los campamentos, hasta ahora lo había hecho de forma adecuada y, como ha señalado otro portavoz, la impresión de que hubiera una negligencia por parte del Polisario podía ser aprovechada por Marruecos. Le quería preguntar si previamente a la decisión de repatriar a los cooperantes hubo reuniones con el Polisario referentes a la seguridad de los campos y si se intentó que el propio Polisario reforzara la seguridad y diera garantías de alguna clase para que los cooperantes que quisieran pudieran permanecer allí.

También me gustaría que confirmara que el abandono de los cooperantes ha sido voluntario, porque sabe usted que hubo uno de ellos que no quiso venir y al que se le hizo firmar una hoja de descargo de responsabilidades -por así decirlo-, y no sabemos hasta qué punto el ministerio puede haber ejercido presiones. Es algo que nos gustaría saber.

Por último, enlazando con lo que decía al principio, que el problema de fondo es el problema político, la no celebración del referéndum del Sáhara, la no solución del problema y la imposibilidad de que los saharauis puedan decidir por sí mismos su estatuto político, ha hecho usted una declaración inicial afirmando cuál es la postura del Gobierno. Quiero preguntarle si ante ese empeoramiento general, que solo va a empeorar más la situación política del Sáhara y las condiciones de vida de los saharauis, el Gobierno se plantea emprender alguna acción decidida, más allá de declarar una postura, para dar una solución al problema de fondo en los próximos tiempos.

El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), tiene la palabra el señor Picó.

El señor PICÓ I AZANZA: Quiero contextualizar mi intervención, señor ministro, sobre la base de dos hechos importantes: primero, muy recientemente fueron liberados dos cooperantes secuestrados en Argelia, y segundo, aún quedan dos cooperantes secuestradas que no han sido liberadas. Desde esta perspectiva, debemos abordar su comparecencia sin perder de vista estos hechos y la situación de máximo riesgo en la zona, entendiendo además que la utilización del secuestro como fuente de financiación y mecanismo para plantear exigencias políticas pone de manifiesto la situación política interior de Mali, una situación de vacío de poder legítimo en el país, una situación que debe preocupar especialmente a los países del sur de Europa por sumar una nueva inestabilidad en la zona.
 
Desde esta perspectiva, nuestro grupo parlamentario considera que es prioritario garantizar la seguridad de los cooperantes. No lo dudamos. Por eso hemos escuchado al señor ministro esta tarde en su comparecencia y no insistiremos en conocer las razones que informaron la toma de decisión. Fue una toma de decisión que se hizo y no vamos a abordar más este tema. En su momento nos causó dudas la actuación del ministerio en el proceso. En su intervención se han podido resolver algunas, no muchas, y nos gustaría saber alguna cosa más, si es posible. Le voy a poner ejemplos muy concretos con preguntas muy concretas. Cooperantes de otras agencias estatales o multilaterales, por ejemplo ACNUR o el Banco Mundial, continuaron en el territorio. Si existían indicios de posibles actuaciones contra objetivos extranjeros, resulta sorprendente que no se repatriara a estos cooperantes. ¿Qué razones existían para que el ministerio actuara de forma diferente? Segundo: Nos gustaría saber, si lo puede decir usted, si existía un protocolo previo de seguridad. El caso del cooperante al que se le ofreció firmar una declaración de exención de responsabilidad  creemos que no fue un ejemplo a seguir. Sabemos también que se está trabajando en un protocolo conjunto con la ONU. Si nos puede informar al respecto, se lo agradeceríamos. Ha dicho usted -y hubo una nota de prensa del ministerio emitida el día 6 de agosto- que se constituyó el grupo técnico formado por representantes de la Aecid y varias ONG, con el objetivo de consensuar una serie de medidas que conformaran un marco de seguridad para el trabajo de las ONG y de la propia Aecid en los campamentos saharauis. Usted nos ha manifestado que no puede decirnos cuáles son estas medidas, pero nos gustaría saber si el trabajo ha avanzado en ese sentido. Por otra parte, nos gustaría saber cómo se ha avanzado en las medidas comunicadas a las ONG. Como le decía, son acuerdos de principios de agosto, por ejemplo, el protocolo de entrada en tres fases o el registro de cooperantes. Creo que del registro de cooperantes sí que nos puede explicar alguna cosa. A día de hoy nuestro grupo no duda que las medidas de seguridad están debidamente llevadas; no debemos dudar de ello.
 
Asimismo, ha dicho usted, y me gustaría que nos avanzara algo más, que muy recientemente se ha reunido con el ministro de Asuntos Exteriores de Argelia. En ese sentido, nos gustaría saber cuáles han sido las conversaciones que han mantenido en relación con este hecho y si han hablado de la seguridad de los cooperantes españoles en la zona.

Para acabar, quiero referirme a dos puntos. Usted ha hablado de una posible solicitud de la Cedeao para proponer la adopción de medidas internacionales. Creemos que ese es un debate que debe producirse, que es muy importante y muy interesante. Por eso le pedimos que se produzca también en esta sede, en sede parlamentaria.
 
Finalmente, como portavoz de Convergència i Unió en la Comisión de Cooperación, me gustaría decirle, señor ministro, que si la situación política en el Sahel, singularmente en Mali, es crítica, la situación alimentaria en la zona es tremenda. Quiero pedirle que, como Gobierno, no olvide este segundo factor en relación con la activación en un mayor grado de la ayuda humanitaria española, porque el trabajo a hacer es importante y extenso.

El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra don Juan Moscoso del Prado.

El señor MOSCOSO DEL PRADO HERNÁNDEZ: Quiero agradecer al señor ministro su presencia a petición propia y de los grupos que la solicitamos en el debate en la Diputación Permanente del pasado 28 de agosto, un debate con muchas intervenciones que no es necesario reproducir. Nos parece razonable que haya cuestiones sobre este tema particular, sobre los cooperantes y su situación de seguridad en Tinduf, en los campamentos de Argelia, que deban ser objeto de reflexión o de intercambio de comunicaciones en el marco de la Comisión de Secretos Oficiales. En agosto ya explicamos -intervine yo- al Gobierno que podía estar tranquilo en lo que tenía que ver con nuestra actitud respecto a estas cuestiones. No tienen que esperar de nosotros la actitud que su grupo y otros grupos demostraron durante incidentes similares, tanto en los secuestros que tuvieron lugar en Somalia en el año 2008, como en los secuestros de la caravana humanitaria en el año 2010 en Mauritania o los comentarios que en su día recibimos por parte del Grupo Vasco cuando se produjo el secuestro del Alakrana. La resolución de los secuestros es una cuestión de Estado, una cuestión delicada que corresponde al Gobierno gestionar, y nosotros nos comportaremos como hemos hecho siempre. En ese sentido, esperaremos a que se produzca la intervención necesaria, si se produce, en la Comisión de Secretos Oficiales.
 
Ya que su intervención ha derivado sobre todo al problema de los cooperantes y no al de Mali, de la cuestión de Tinduf nos preocupan una serie de temas, que ya explicamos en su día en la Diputación Permanente, respecto al grado de coordinación que podría haber con Argelia, dado que Tinduf está en Argelia, el ejército argelino está al tanto de la seguridad en esa región y es un ejército muy preparado. Otro portavoz se ha referido también al hecho de que el Frente Polisario es una organización armada y sería responsable de la seguridad en su zona. Por supuesto, creemos que la relación con Argelia es primordial y nos preocuparía que de este hecho se hubiese derivado algún problema de comunicación. También nos parece interesante que nos aclare, si lo cree oportuno, la cuestión del experto que ha valorado sobre el terreno la seguridad, porque que con frecuencia son los propios servicios de seguridad y de inteligencia los que lo hacen y no tanto expertos contratados.

Volviendo al tema de Mali, que se produce en un momento interesante, quiero destacar que a mi grupo le parece muy positivo que en la Comisión de Exteriores se comiencen a abordar en esta legislatura de manera abierta y directa  temas puros de política exterior con muchísimas ramificaciones. Creo que es bueno. Es una cuestión que enlaza con el tema transversal -nunca mejor dicho- del Sahel, que combina una doble crisis, una crisis de seguridad y una crisis humanitaria, desde Mauritania hasta el Mar Rojo, hasta Eritrea, que debemos analizar y seguir desde la perspectiva española, de la Unión Europea y multilateral. Es una cuestión que enlaza con la Primavera Árabe y con cualquier cuestión de seguridad relacionada con el mundo árabe y con todo aquello que tiene que ver con el terrorismo yihadista o salafista y con la situación más concreta de nuestros cooperantes, no solo de los que están en Argelia, sino de los que están en otros muchos países de la zona, al norte o al sur de la franja, en situaciones mucho menos vigiladas que los que están en Tinduf. La preocupación es transversal.
Todo esto nos plantea una serie de cuestiones relacionadas con la coyuntura de política internacional que vivimos. La primera es que creemos que España debe tener clara y mantener su vocación de país con capacidad de influencia directa en el África subsahariana. Eso se produce en un momento que nos preocupa, en el que estamos protagonizando como país cierto desmantelamiento, cierta reducción de nuestra presencia diplomática en la región. Quiero recordar que la ayuda oficial al desarrollo en el África subsahariana en estos momentos es el 25% de la que fue hace muy pocos años. Al mismo tiempo, las oficinas técnicas de cooperación van a ser cerradas prácticamente en toda el África subsahariana. Vamos a mantener solo tres y, aunque las embajadas se mantienen, se está reduciendo el número de consejeros en materia de defensa e interior. En un momento tan crítico como el actual, dentro de esa vocación de mantener una influencia directa y clara, debemos reflexionar sobre la oportunidad de llevar a cabo estos planes de reducción, planes que están desmontando en cierto modo una infraestructura y una herencia ya consolidada por Gobiernos anteriores. Esto se produce además en un momento en el cual -con todo el apoyo de mi grupo, quiero dejarlo bien claro- España se postula como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, momento en el cual nuestro principal rival, Turquía, está haciendo prácticamente lo contrario que nosotros, esto es, está reforzando mucho su presencia diplomática en el área subsahariana. Ya sé que podemos hablar de crisis y de reducción de fondos y de -no hace falta que nos convenza a nosotros porque lo sabemos- la complicación, las dificultades económicas que esté país está viviendo. A veces hay que tener en cuenta que cerrar representaciones, cerrar embajadas es algo irreversible y que se puede intentar aguantar los malos tiempos manteniendo presencias distintas, pero manteniéndolas. De manera que la doble consecuencia de esta reducción, tanto cara a nuestra presencia internacional en Naciones Unidas como en el territorio en un momento tan crítico como este, nos parece que era importante destacarla. Otra cuestión que nos parece muy relevante -ha habido en los últimos días incluso noticias en prensa- es el papel que Canarias, la Comunidad Autónoma de Canarias, el puerto de Las Palmas y otras instalaciones pueden jugar en el futuro en la región. Me gustaría saber qué planes hay para la plataforma estratégica humanitaria, si se está utilizando su total capacidad, cómo está la relación con Naciones Unidas y también si podría haber algún tipo de consecuencia en materia de seguridad, aunque nosotros entendemos que no.
Nos preocupa también específicamente una cuestión relacionada con Mali –no quiero entrar sobre el fondo de la cuestión de Mali, que ha sido ya repasada por otros portavoces, que es apasionante y sobre la que podríamos debatir durante mucho tiempo-, la biblioteca del fondo andalusí de Tombuctú, donde la Junta de Andalucía invirtió mediante ayuda a la cooperación una cantidad de dinero relevante para mantener una serie de documentos que son herencia del legado andalusí en nuestro país. Preocupa no solamente a los ciudadanos andaluces sino al conjunto de nuestro país, como legado cultural importante de lo que fue esa parte de la historia española. Sabemos que la ayuda oficial al desarrollo en Mali está suspendida, pero no así la humanitaria. Nos gustaría  conocer si hay previsiones de hacer envíos a corto plazo porque, como decía, aparte de la crisis política y de seguridad, con todas sus repercusiones para Europa y los países del sur de Europa y del Mediterráneo, también existe una crisis humanitaria importante, existen 200.000 refugiados, existe hambruna en el territorio y España sin duda debe desempeñar un papel importante.

Estas son las principales valoraciones que queríamos hacer y esperamos su respuesta.

El señor VICEPRESIDENTE: A continuación y para cerrar esta primera tanda de intervenciones, tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, don José María Beneyto.

El señor BENEYTO PÉREZ: La situación actual de África subsahariana plantea importantes retos y oportunidades de acción para la política exterior española. Junto a la persistencia de problemas, como la pobreza, el sida o las amenazas contra la paz y la seguridad, el avance de los sistemas democráticos y de las dinámicas de integración regional abre nuevos escenarios para la colaboración internacional y el progreso del continente africano. África occidental es una de las regiones prioritarias de la política exterior española en África subsahariana. España ha consolidado en los últimos años una relación estratégica con los países de la región basada en los pilares de la confianza mutua, la igualdad y el respeto a la soberanía. El carácter prioritario de esta relación ha quedado plasmado también en el ámbito de la cooperación española, especialmente focalizada en Senegal, el Sahel y los países del golfo de Guinea. Asimismo la Comunidad Económica de Estados de África Occidental, Cedeao, es para nuestro país una organización de referencia con la que mantenemos una estrecha cooperación con el fin de promover la integración regional, la estabilidad democrática y el desarrollo económico y social de todos los países miembros. Dentro de la región de África occidental cobra una especial relevancia el Sahel, cuya proximidad geográfica y los desafíos a los que hace frente (terrorismo, tráficos ilícitos, hambrunas) conllevan una atención prioritaria por parte de la política exterior española hacia África. Este carácter prioritario se observa no solo a nivel político, con embajadas en Mali y Níger, sino también en materia de cooperación tanto al desarrollo como en materia migratoria y en asuntos de interior.   Finalmente, la región del golfo de Guinea ha venido adquiriendo una importancia creciente a lo largo de los últimos años con una identidad propia dentro del contexto geopolítico africano. A los potenciales síntomas de desestabilización hay que añadir la globalización de fenómenos delictivos que afectan a nuestro país, especialmente en el ámbito de la seguridad marítima y de la piratería. Es por ello que han venido teniendo lugar diversas visitas de buques españoles en la zona, como  muestra el interés de España por aumentar su presencia en la zona.


Entre abril y junio de este año tres organizaciones yihadistas consiguieron imponer conjuntamente un régimen rigorista de credo islámico sobre cerca de millón y medio de habitantes en el norte de Mali, vasto territorio desértico de unos 850.000 kilómetros cuadrados flanqueado por Mauritania, Argelia y Níger. Esas tres organizaciones son Al Qaeda en el Magreb islámico (AQMI), el Movimiento para la Unidad y la Yihad en África occidental (Mujao) y Ansar al Din (AD). Sigo con datos del Instituto Elcano. No es el primer condominio yihadista definido como un espacio geográfico en el que varias organizaciones de esa misma orientación ideológica ejercen al unísono el control de la población mayoritariamente musulmana que lo habita. AQMI, que surgió tras un acuerdo de fusión que formalizaron en septiembre de 2006 los dirigentes del núcleo central de Al Qaeda y los del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, de extracción argelina, ha continuado y extendido la penetración de este último en suelo maliense desde 2003. Una escisión de AQMI, el Mujao, que se dio a conocer a finales de 2011 con el secuestro de tres cooperantes europeos en Tinduf, incluidos los dos españoles liberados, tiene una composición algo más multinacional y ha conseguido infiltrarse entre los saharauis, pero adoptando la misma demarcación saheliana como el principal de sus escenarios operativos. Ansar al Din, que se articuló casi al mismo tiempo que el último grupo, está constituido sobre todo, pero no exclusivamente por militantes tuaregs que se desenvuelven bajo la bandera que en su día lo fue tan solo del denominado Estado islámico de Irak, detrás del cual se encuentran Al Qaeda en Mesopotamia y otros pequeños grupos afines convertido ahora en estandarte común de los yihadistas activos a lo largo y ancho de la región norteafricana. Estas tres organizaciones yihadistas han coordinado sus estrategias y sus esfuerzos desde enero de este año con el propósito de prevalecer sobre cualesquiera otras estructuras de poder, existieran o tratasen de ser instauradas en el norte de Mali. Ahora dictan normas salafistas de comportamiento y obligan a una observancia fundamentalista de la sharia o ley islámica que contradice el entendimiento tradicional, abierto y tolerante que del islam suelen tener quienes residen en la zona. Sirvan algunos ejemplos citados por el propio Instituto Elcano para ilustrar lo que está ocurriendo. Parejas jóvenes son azotadas públicamente en Gao por tener hijos fuera del matrimonio; antiguos mausoleos de la histórica Tombuctú son presentados como expresiones de idolatría y demolidos con saña; la enseñanza de la filosofía o de la biología, etiquetadas de saberes impíos, se prohíbe en las escuelas de Kidal; una suerte de policía religiosa patrulla esas ciudades y otras localidades de su entorno, castigando a la gente por hábitos y costumbres que para los yihadistas son consideradas pecaminosas. Estas tres organizaciones se movilizaron en 2011 con la deliberada intención de aprovechar las oportunidades que surgieran de la última de las recurrentes rebeliones tuaregs, en esta ocasión dotada con un acento más secesionista y promovida por algunos miles de tuaregs que, tras haber servido como oficiales y soldados mercenarios del régimen  de Gadafi hasta su final, trasladaron su experiencia y no pocas armas saqueadas del arsenal libio al norte de Mali. A medida que su ofensiva avanzaba desde mediados de enero, el golpe de Estado en Bamako contribuyó a erosionar aún más las ya limitadas capacidades de los militares malienses.

El establecimiento de un condominio yihadista en esa zona occidental de la franja saheliana significa, en primer lugar, que AQMI, Mujao y AD infligen sufrimiento a una población local que ya padece las consecuencias de la sequía y el hambre. En segundo lugar, significa que el norte de Mali puede convertirse en un destino atractivo para islamistas radicales de los países vecinos y, con ello, en una fuente de inestabilidad para toda la región mayor que la que ya es. No en vano se han observado conexiones del terrorismo yihadista en el conjunto de la misma que relacionan entre sí a las tres organizaciones ya mencionadas y a la nigeriana Boko Haram, que no olvidemos que significa: la educación occidental es pecado. Finalmente, la instauración de un condominio yihadista al norte de Mali significa que cabe imaginar dicho territorio como un creciente y especialmente serio foco de amenaza terrorista para el mundo occidental en general y para los países del sur de Europa en particular, más en concreto para Francia y España, cuyos ciudadanos e intereses han sido expresamente señalados como blanco.

En este contexto, el Gobierno español, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, ha basado su estrategia en esta cuestión en los siguientes principios. La repatriación voluntaria de los ciudadanos españoles, que se produjo tras haberse recibido información por diversas fuentes de la existencia de un riesgo cierto de inminente secuestro de cooperantes españoles en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf; repatriación que fue de carácter voluntario tras haber informado a los cooperantes de la existencia de un serio riesgo para su seguridad. El Gobierno tiene la intención de que se mantenga la ayuda de la cooperación española a la población saharaui, a través de la continuidad de las intervenciones de tipo humanitario, así como de las de cooperación para el desarrollo. Se acordó la constitución de un grupo técnico, formado por representantes de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y de varias ONG, con el objetivo de consensuar una serie de medidas que conformen un marco de seguridad para el trabajo de las ONG y de la propia Aecid en los campamentos saharauis. La primera reunión de este grupo técnico se celebró el pasado 2 de agosto y desde ese momento sus integrantes se dedican a trabajar con el objetivo señalado. El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación y la Aecid han planteado tres niveles de presencia respecto al seguimiento y ejecución de los proyectos de la cooperación española en los campamentos saharauis: en un primer momento desde Argel y  como segunda fase desde la ciudad argelina de Tinduf, próxima a los campamentos. Respecto a este segundo nivel, resultará indispensable la colaboración de las autoridades argelinas para facilitar el permiso correspondiente a los cooperantes. Por último, el tercer nivel de presencia sería el retorno de los cooperantes al trabajo permanente y alojamiento estable en los campamentos. Esta última fase solo se debería contemplar cuando se establezcan medidas de seguridad reforzadas y adecuadas al riesgo existente en los campamentos, condición que en estos momentos no se puede prever cuándo se producirá.

Además de las diversas reuniones celebradas entre el ministerio y la Aecid con representantes de ONG y del plan de trabajo que se viene ejecutando con la participación de estas en relación con las medidas de seguridad, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación se ha mantenido en contacto desde el primer momento con representantes saharauis. Representantes del ministerio y de la Aecid han celebrado, asimismo, reuniones de carácter técnico con representantes de la delegación del Frente Polisario en España. Durante estas reuniones se ha abordado la situación de seguridad, el trabajo de la cooperación española en los campamentos de refugiados saharauis en Argelia. Por último, en tanto no se produzca una aplicación de dichas medidas de seguridad, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación mantiene su llamamiento a la responsabilidad de las ONG y su advertencia con respecto a la amenaza a la seguridad en los campamentos de refugiados saharauis en Argelia.

Este grupo parlamentario no puede por menos que felicitar al ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación por una actuación particularmente equilibrada y racional que protege nuestros intereses en la zona y las vidas humanas de nuestros compatriotas, a la vez que garantiza la necesaria ayuda humanitaria para esa región.

El señor VICEPRESIDENTE: A continuación va a hacer uso de la palabra el señor ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación.

El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (García-Margallo Marfil): Voy a intentar dar cumplida respuesta a las preocupaciones que aquí se han planteado. Si no contestase alguna, en un turno posterior se me podrá recordar cuáles han sido las omisiones.

Respecto al señor Nuet, es obvio que no se informó a las ONG antes de decidir la operación de repatriación. Si se hubiese informado es más que probable que la operación no hubiese podido realizarse en los términos en los que se produjo,  a una enorme velocidad, trayendo un avión de la Península que aterrizó en Tinduf y procediendo a la repatriación de los cooperantes que quisieron ser repatriados. Inmediatamente después de realizada la cooperación se informó a las ONG -tuvimos una reunión en el ministerio, que ha sido seguida de otras en  las que se ha ido informando de los sucesos- de por qué y en qué condiciones se había producido la repatriación. Inmediatamente después de producida la repatriación, un 28 de julio, se produjo una visita de unos cuantos días de cooperantes que decidieron regresar, y lo hicieron en condiciones de seguridad infinitamente superiores a las que existían antes, muy protegidos por jeeps, durmiendo en zonas mucho más vigiladas. Por tanto, no es un test de cuál era la situación de seguridad antes del secuestro. Sigo pensando -el experto de seguridad está hablando con las ONG, ayer mismo tuvo una reunión- que el Frente Polisario ha mejorado las condiciones de seguridad, pero todavía no son suficientes para garantizar la seguridad de nuestros cooperantes. En cuanto a la utilización que Marruecos puede hacer de una decisión del Gobierno español, como usted comprenderá si no somos capaces de controlar la televisión española, difícilmente vamos a controlar la televisión marroquí.

Al señor Salvador, quiero darle las gracias por su confianza y explicarle que efectivamente las cosas se hicieron con diligencia y tras un examen pormenorizado de lo que había pasado. Como usted sabe, yo heredé tres personas, dos españoles y una italiana -las negociaciones en nombre de Italia y España las llevó este ministerio- que habían sido secuestradas en Tinduf y estaban moviéndose continuamente por el norte y en Mali; eso lo hemos seguido. Por tanto, entre otras cosas, tuve que recorrerme prácticamente todos los países de la zona para intentar recabar información y proceder a la más pronta liberación de los secuestrados. Estuve, como he dicho anteriormente, en Mali, en donde me entrevisté con el ministro de Exteriores y con el presidente Taoré. Los dos me dieron informaciones exactamente contradictorias sobre cada una de las preguntas que formulé, lo cual da idea de lo difícil que es diagnosticar la situación en la zona. Créame que yo no me levanté en julio diciendo: no tengo otra cosa que hacer, vamos a ver si mandamos un avión militar a repatriar a nuestros cooperantes. Se hizo pensándolo, exponiéndolo al Consejo de Ministros, coordinándome con el Ministerio de Defensa y haciéndolo de la forma más discreta, más sigilosa y más eficaz posible.

Al señor Esteban voy a intentar responderle sobre por qué presentan un riesgo especial los campamentos del Polisario. En primer lugar, porque la extensión geográfica en pleno desierto es importante. En segundo lugar, porque la dispersión también lo es -estamos hablando de que hay seis campamentos distintos ocupados por el pueblo saharaui-. En tercer lugar, por la porosidad de las fronteras; mejor dicho, no es que las fronteras sean porosas es que no hay fronteras. Por tanto, eso dificulta el tema. El cuarto factor de riesgo adicional es que Argelia es objetivo prioritario de alguno de estos grupos terroristas. Muy recientemente en Gao se ha secuestrado a cuatro personas y, aunque no se ha confirmado, parece que uno de ellos ha sido asesinado. Estando en territorio argelino los campamentos del Frente Polisario parece que era un factor de riesgo añadido. ¿Por qué no cooperantes de Naciones Unidas?   Porque los cooperantes de Naciones Unidas trabajan en condiciones completamente diferentes de las de nuestros cooperantes. Todo el personal de Naciones Unidas debe pernoctar en la ciudad militarizada de Tinduf, que por cierto es de donde salió el avión y donde ya entendimos que estaban seguros. Solo excepcionalmente, y en el marco del Confidence Building Measures, que depende del Acnur, el personal de la Minurso duerme en los campamentos. Repito, excepcionalmente y solo en el marco de estas medidas, Confidence Building Measures,  el personal duerme fuera del campamento. Esta situación contrasta con la que tenían nuestros cooperantes, que fueron secuestrados en las condiciones que ustedes saben.

Ha entrado usted posteriormente en unas disquisiciones sobre la situación política del Sahel, y en concreto sobre la situación política de Mali. He intentado señalar que la situación en Mali y las reacciones de la comunidad internacional han evolucionado a lo largo del tiempo, y  en este momento la situación en los dos campos, en el campo interior y en el campo internacional, es peor que antes del verano cuando se tomó la decisión de repatriar a nuestros compatriotas. Entonces se pensó que se podría poner orden en el sur, estableciendo un gobierno de unidad constitucional y repatriando o permitiendo que se incorporase a sus funciones el presidente Taoré, que solo un día antes de proceder a la repatriación estaba en París porque no podía volver a su país. Se pensó que si se normalizaba la situación, se conseguía un gobierno que lograse un cierto entendimiento con los juntistas golpistas que siguen teniendo una fuerza, una vez consolidado ese bloque se podía entrar en conversaciones con el Movimiento Nacional de Liberación de Azawad que, como usted ha dicho, es un movimiento tuareg, es un movimiento independentista, no es un movimiento salafista y no es un movimiento terrorista. El entendimiento se haría sobre al base de conceder una cierta autonomía en el norte. Por lo tanto el dibujo estaba relativamente bien planteado entre los ministros de Exteriores que nos ocupamos de aquel asunto.

La situación evoluciona posteriormente. El movimiento nacional de liberación de Azawad prácticamente desaparece y el control del territorio pasa a tres movimientos distintos: Al Qaeda del Magreb -el portavoz del Grupo Parlamentario Popular ha leído lo que opina el  Instituto Elcano-; las katibas de Mujao, que también parecen estar a las órdenes o al menos en colaboración con Al Qaeda en Magreb operando en materia de secuestros con bandoleros corrientes y molientes que no están fichados que se limitan a secuestrar, entregar al secuestrado y cobrar la comisión que les toque por esta ejecución de obra en términos de derecho civil. A partir de este momento lo que nos encontramos es con dos movimientos terroristas, vuelvo a repetir, Mujao y Al Qaeda en Magreb. El tercer movimiento es  Ansar al Din. Sobre Ansar al Din hay división de opiniones. Hay quien dice que es un movimiento terrorista de la misma naturaleza que los otros; hay quien dice –estoy hablando de reflexiones de distintos gobiernos- que es cualitativamente distinto, que es un movimiento de inspiración islamista que no pretende la partición del país, que lo que pretende es que la sharia sea una de las fuentes del derecho, especialmente en derecho de familia, cosa no anómala en la zona. Si esta segunda tesis fuese la correcta, es obvio que la alianza a la que me he referido anteriormente entre el Gobierno constitucional del sur y algún movimiento del norte debía ampliarse no solo a los restos del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad sino también a Ansar al Din. Insisto, es una tesis de algunos gobiernos de la zona que no es compartida por otros gobiernos también de la zona  ni por buena parte de los países de la Unión Europea que estamos permanentemente ocupándonos de este tema.
 
Si la situación ha empeorado en el interior porque el dominio del territorio pertenece ya a grupos claramente terroristas, que se financian claramente con secuestro de personas, secuestro de armas, secuestro de drogas… Hace solo unas semanas, se detuvo en un aeropuerto de Canarias un avión que venía de Latinoamérica con destino a Mali con 1.500 kilos de cocaína. Aquí se está mezclando todo porque hay una necesidad por parte de estos grupos de encontrar financiación para lo que pueda venir desde fuera. Voy a lo que puede venir desde fuera. Antes del verano y justo antes de que se produjese la decisión de cooperar, había una convicción generalizada de que la intervención de la Cedeao iba a ser inmediata. ¿Por qué? Porque Francia presidía el Consejo de Seguridad y era muy verosímil que hubiese una resolución del mismo y que los 3.300 hombres que estaban preparados de la Cedeao entrasen en Mali, lo cual hubiese añadido más convulsión a la zona, más riesgo para las personas que se encontrasen en una zona de claro combate, más riesgo para nuestros cooperantes si hubiesen seguido en Tinduf. En estos momentos ha habido una petición por parte del presidente de Mali -que he leído anteriormente- a la Cedeao. No es seguro que esa petición sea compartida por todas las fuerzas que forman parte del Gobierno de Mali -es un Gobierno complejo: fuerzas que participaron en el golpe, fuerzas que no, fuerzas más islamistas, fuerzas más o menos islamistas- ni tampoco por las fuerzas de Mali que tienen que jugar un papel fundamental en la reconquista del norte. No es seguro, pero en aquel momento era muy posible que se hubiese producido una intervención inmediata de la Cedeao con apoyo logístico de algunos países, entre los cuales hubiese podido estar el nuestro y que obviamente hubiese puesto en riesgo la vida de nuestros cooperantes en la zona. Me parece que no descubro ningún secreto pero es bastante obvio lo que estoy diciendo. En este momento el problema es que hay dudas sobre si debe ser la Cedeao la que protagonice este movimiento o no. Los países del campo, fundamentalmente Argelia, tienen serias dudas de que eso tenga que ser así. Los argumentos los han dicho algunos de ustedes. Tienen miedo de que una entrada en un territorio tan extenso, más extenso que África, que los yihadistas conocen bien y que la gente de la Cedeao conoce mal, produzca una entrada cuya salida sea difícil y que nos encontremos por tanto en un escenario no deseado, un escenario como el que nos hemos encontrado en otras zonas. Por tanto, eso está en: veremos, y la situación puede agravarse. Como han demostrado otros ejemplos, especialmente Siria, cuando las situaciones se agravan el poder de los yihadistas aumenta, sus necesidades de financiación se incrementan y sus tentaciones de ganar terreno en este tema con ataques a occidentales existen. Estamos viendo una zona en la que hay un caldo de cultivo donde cualquier chispa puede provocar una reacción contra los cristianos o contra los occidentales -como usted quiera, según utilicemos la expresión de Al Qaeda o las expresiones que utilizo aquí-. Por tanto, el riesgo era absolutamente cierto y el riesgo sigue siendo absolutamente cierto.

Señora Lozano, le he intentado explicar  -lo he repetido ahora- cuál era la situación de la zona antes de la fecha en que hubo que tomar la decisión, que fue el 28 de julio, los acontecimientos que se podían producir a lo largo de ese día -el día antes había vuelto el presidente Taoré, nadie sabía cuál podía ser la reacción dentro del país-; en aquel momento había tropas de la Cedeao dispuestas a intervenir, se pudo proceder a una intervención militar en el mes de agosto que hubiese agravado la situación de los países que de alguna manera hubiesen apoyado políticamente la resolución de Naciones Unidas o hubiesen colaborado de forma logística, y lo que ha pasado después corrobora que la situación es explosiva. Mañana es viernes y nuestras embajadas, como las de todos los países occidentales, tienen orden de ser extraordinariamente prudentes. Puede haber un ataque a cualquier interés occidental como consecuencia de cualquier ocurrencia en los distintos países en los que nosotros estemos. Me pregunta usted si era voluntario o no lo era. Si una  persona se quedó es porque quiso quedarse, claro que era voluntario. El Ministerio de Asuntos Exteriores no puede obligar a repatriarse y no puede impedir que haya unos cooperantes que decidan volver a la zona, cosa que hicieron y que van a hacer. Lo que puede hacer este ministerio es decir que cuando están actuando en unas circunstancias que son contrarias a las advertencias que hace el ministerio -y el ministerio se toma la molestia de tener una página web con advertencias de viajes-, cuando esas advertencias de viajes no son seguidas en esta o en otras partes del mundo solemos tener algún disgusto que corresponde administrar a este ministerio. Unos cooperantes pueden voluntariamente volver pero tienen que ser conscientes de que cualquier cosa que les ocurra es algo que vamos a tener que solventar entre todos con un enorme esfuerzo y con un enorme dolor por parte de todo el pueblo español.

Señor Picó, le puedo decir los secuestros que hemos conocido públicamente; no le puedo decir los intentos de secuestro que se han evitado, que han sido bastantes más. Como usted ha recordado tenemos dos personas en Somalia que fueron secuestradas en Kenia; hemos tenido dos personas en Mali que fueron secuestradas en Tinduf; tuvimos el secuestro de un médico en Nigeria, que se solventó, y hubo que hacer gestiones diplomáticas para liberar a un ciudadano español, juez de la Corte Penal Internacional, en Libia. Esos son solamente los conocidos. Le ahorro los no conocidos, que insisto son bastantes más. Me pregunta por qué no  han corrido más peligro los cooperantes de Naciones Unidas que los cooperantes de otros países occidentales. Le he explicado que trabajan en condiciones diferentes a las nuestras, eso explica que el blanco más frágil y débil seamos nosotros.

Me habla usted de medidas de seguridad. Es obvio que yo no le puedo decir a usted todas las medidas de seguridad, pero sí le voy a decir las que ya se han comunicado, y por tanto las ONG conocen, en la reunión que ha tenido el experto de seguridad en la Aecid tan lejos como ayer. La primera es mejorar la coordinación de la gestión de la seguridad y de la información para la toma de medidas con puntos focales e interlocutores claramente identificados; la segunda es mejorar las instalaciones físicas donde se alojan los cooperantes, reforzar el muro perimetral -no había muro cuando se produjo el secuestro-, su iluminación durante las veinticuatro horas y refuerzo de puertas y ventanas; en tercer lugar, vigilancia de las instalaciones veinticuatro horas; en cuarto lugar, establecimiento de un sistema de telecomunicación, cobertura de radio veinticuatro horas y aconsejar que no haya desplazamientos a sitios donde no exista esa cobertura; en último término, escolta armada durante los trayectos que los cooperantes tengan que hacer fuera de las ciudades militarizadas o más seguras, con contratación directa de chóferes y guardias de seguridad. Esas son las medidas que estamos discutiendo con las ONG.

Me decía el otro día un corresponsal que medidas de seguridad podemos tomar todas las que queramos, pero que siempre puede haber medidas contrarias más eficaces, y decía: podemos levantar muros de 6 metros, pero siempre habrá escaleras de 7 metros que puedan superarlos. Créanme que es muy importante el esfuerzo que estamos haciendo, con una enorme discreción, con una enorme diligencia y, en mi opinión, con bastante eficacia, aunque no voy a decirlo yo porque sería tanto como felicitarme a mí mismo.
Respecto al ministro de Asuntos Exteriores de Argelia, tengo que decir que las relaciones con los países del norte de África son espléndidas. Ayer estuve en Barcelona con el secretario general de la Unión para el Mediterráneo, estuve con el Instituto del Mediterráneo y aquí tenemos la Casa Árabe, la Casa Sefarad, la Casa del Mediterráneo y la Casa África. Por tanto, el esfuerzo y la dedicación que estamos haciendo son inmensos. Estuve en Egipto, donde hay en marcha un proceso democrático protagonizado por los Hermanos Musulmanes en una experiencia realmente interesante, muy parecida a la que se está desarrollando en Túnez donde Enhada también es un partido islamista democrático que puede servir de ejemplo a toda la región, e iba a estar en Libia el día en que se produjo el asalto a la Embajada de Estados Unidos. No estuve porque no había Gobierno que me pudiese recibir; por tanto, mi visita carecía de sentido.

Señor Moscoso, usted ha pertenecido a un partido de Gobierno y a un partido que aspira a volver a gobernar, por tanto sabe cómo se manejan estos temas que tienen naturaleza confidencial. En materia de cooperación con las autoridades argelinas, se lo he dicho. No se hubiera podido proceder a la repatriación sin la cooperación de las autoridades argelinas, que fueron las que autorizaron a aterrizar al avión militar que hizo la operación. Lo hicieron con enorme rapidez, insisto. La opinión pública se enteró de que se producía la operación cuando todos nuestros cooperantes estaban en un avión, en una ciudad militarizada y en consecuencia con una seguridad absoluta. Digamos que la discreción de todas las personas que intervinieron fue bastante superior al nivel medio de discreción al que acostumbra el pueblo español, pero, en fin, en eso también estamos mejorando.

¿Por qué un experto? Nosotros tenemos en materia de seguridad, como es obvio, unos servicios de seguridad, que usted conoce, tenemos un contacto estrechísimo con servicios de seguridad de todos los países occidentales y, por tanto, tenemos un cierto conocimiento de lo que está pasando, pero cuando nos encontramos con  una situación tan sensible como esta, nos encontramos con que queremos cohonestar nuestro deseo de seguir cooperando para atender las necesidades del pueblo saharaui y al mismo tiempo garantizar la seguridad de nuestros cooperantes, cualquier medida adicional me parece importante. Eso es lo que hemos hecho. Este agente de seguridad ha tenido, como acabo de decir, reuniones constantes con las ONG y acaba ayer mismo de dar la lista a la que yo me he referido.

Alude usted a mis tristezas presupuestarias. Ya comprenderá que me hubiese gustado tener el presupuesto que tuvieron los ministros de Exteriores de su Gobierno. Tengo que hacer lo mismo o más con el 25%, lo cual será una reedición de los panes y los peces en el siglo XXI, pero intentaremos hacerlo. Dentro de las zonas prioritarias es obvio que el norte de África y el Sahel son una prioridad. Ayer mismo lo que intentamos hacer para suplir esta falta de recursos, creando sinergias, creando complicidades, creando cibercooperaciones, es que la Unión para el Mediterráneo, cuya sede está en Barcelona y en la que España tuvo tanto que ver -el proceso de Barcelona es fruto del Gobierno de Felipe   González-, se convierta en el cauce único y exclusivo de las intervenciones de la Unión Europea en el norte de África. En estos momentos nos encontramos con la política de vecindad sur, nos encontramos con el fenómeno de 5+5 -por cierto, el presidente del Gobierno estará en Malta, para que vea usted la importancia que otorgamos a este tema-, tenemos algunas otras iniciativas del Banco Europeo de Inversiones, una línea especial -no se consiguió el Banco del Mediterráneo, pero sí una línea especial-, tenemos el Foro Formentor. En mi opinión, hay demasiadas iniciativas demasiado aisladas unas de otras.

Mi interés sería que la Unión para el Mediterráneo fuese el cauce. Al servicio de la Unión para el Mediterráneo ponemos en España las casas a las que me he referido anteriormente, la Casa África, la Casa Árabe, la Casa Sefarad, el Instituto del Mediterráneo y la Casa del Mediterráneo. En Egipto estuve en contacto con un compatriota nuestro, que por cierto debe votarlos a ustedes, que representa a la Fundación Lindh, porque de lo que se trata es de poner en conexión, en red, una serie de think tanks, de fundaciones, de organizaciones no gubernamentales, etcétera, que están preocupados por las transiciones en el norte de África. De lo que se trata es de poner en común las experiencias comparadas de todas las transiciones, no solo la española, los países del Este, Chile, etcétera, crear núcleos para formación de líderes que puedan dirigir estas cooperaciones y crear vinculaciones entre las sociedades civiles de unos países y otros. Los partidos como el suyo y el mío tendremos ahí la enorme responsabilidad de ejercer la labor tutelar que las fundaciones alemanas hicieron con nosotros en el momento de la Transición, porque el secreto de la operación es crear partidos que logren combinar dos conceptos: democracia e islam. Si quiere usted un ejemplo, usted pondrá el de la socialdemocracia y lo que fueron las democracias cristianas de después de la guerra. Nosotros, en nuestra internacional, a la que voy mañana a Roma precisamente para hablar de estas cosas, tenemos como observador al partido de Erdogan, que es un modelo que puede ser exportable a la región, está  el Istiqlal y en definitiva lo que estamos intentando es crear una red que sirva para crear ese caldo de cultivo. Nosotros lo hacemos en el centro; si ustedes lo hacen en la izquierda, probablemente podamos seguir avanzando en este tema.

No le puedo dar, por desgracia, noticias de la biblioteca andalusí en Tombuctú. Tombuctú, como usted sabe, está en manos de unos grupos terroristas que han destruido varios monumentos que son Patrimonio de la Humanidad y pedirles a estos movimientos que respeten una biblioteca que, por definición, es el templo sagrado de la palabra, me parece un atrevimiento que ni  yo mismo sería capaz de mantener.

Me pregunta usted por la plataforma logística humanitaria de Las Palmas. Se ha firmado ya el acuerdo de sede. Ahora mismo nos estamos reuniendo para implementarlo a través del acuerdo administrativo, que está previsto que se haga a finales de octubre. Esa plataforma puede servir para aliviar las necesidades humanitarias que usted ha dicho. Hemos hablado de inestabilidad política y es obvio que en el Sahel se está provocando una hambruna y unas necesidades humanitarias de una magnitud sin precedentes. Por cierto, lo mismo está ocurriendo en Siria. Los campamentos en Jordania son absolutamente tremendos, tenemos 200.000 personas para un país que tiene 3 millones de habitantes; hemos hecho un esfuerzo presupuestario, lo mismo que lo haremos donde haya una necesidad humanitaria. Este Gobierno quiere ser pionero en esta materia, como corresponde a nuestra filosofía política. Vivimos en unas restricciones presupuestarias que tendrá usted ocasión de comentar muy pronto cuando venga a explicar el presupuesto. Yo en números seré muy rápido porque son perfectamente describibles y, probablemente, lo más que haremos es lamentarnos conjuntamente y créame que quien más lo lamenta soy yo. En fin, he llegado a ministro cuando he llegado, no son las mejores circunstancias, pero como decía el otro, si no, no haber venido. Eso es lo que me toca.

El señor portavoz del Grupo Popular ha hecho una exposición sobre el Instituto Elcano, que es una institución a la que yo sigo atentamente. Me reúno con los investigadores todas las veces que puedo. Está representado su partido con dos personas y tenemos un vicepresidente, que es Rafael Estrella. Conocen ese documento de Elcano, que describe con más crudeza que yo la situación en la zona, los riesgos a los que estaban sometidos los cooperantes que repatriamos y los cooperantes a los que podamos repatriar.

Si he dejado alguna pregunta, señor presidente, ruego que se me indique, porque yo cometo muchos pecados pero, de omisión, los justos.

El señor VICEPRESIDENTE: Los portavoces tendrán oportunidad de recordárselo si algo ha quedado en el tintero. Hace dejación de su turno el Grupo Mixto, así me lo indica el diputado don Carlos Salvador. El señor Esteban, en nombre del Grupo Nacionalista Vasco, tiene la palabra.

El señor ESTEBAN BRAVO: No tenía intención de intervenir, pero ya que me ha dado el presidente la palabra….
El futuro lo dirá, pero me temo que Ansar al Din quizá pueda resultar atractivo, ya que ahora es el que controla la mayor parte de la zona de Azawad,  porque predica la unidad del antiguo territorio del país, de todo Mali, pero sus credenciales -no olvidemos que estos son quienes destruyeron la puerta de la mezquita de Tombuctú y han destruido otros dos monumentos más- no son precisamente las de un grupo que vaya a pactar. Sin embargo, creo que ahí hay otras oportunidades. Insisto, no demos al MNLA por desaparecido ni al movimiento Songhay, etcétera. Ya veremos cómo acaba todo esto, pero me temo que Ansar al Din, desgraciadamente, no va a ser un aliado.

El señor VICEPRESIDENTE: El Grupo de La Izquierda Plural declina también la intervención. ¿Señor Picó? (Denegación). En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, ¿quiere usted intervenir, señor Moscoso? (Denegación). ¿En nombre del Grupo Parlamentario Popular? (Denegación).
Señor ministro, tiene usted la palabra.

El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y COOPERACIÓN (García-Margallo Marfil): He intentado decir que respecto a la calificación de Ansar al Din hay división de opiniones entre los países, para ser más preciso, hay división entre los países del norte y algún país del sur y no puedo decir más, pero respecto a eso le contestaré -usted que es hombre de buen humor- con lo de la mujer que le pregunta a otra, ¿cómo está tu marido?, y dice ¿comparado con quién?.

Quiero despedirme y dar las gracias a la Mesa, al presidente, a todos ustedes por haberme dado la oportunidad de compartir las informaciones -las que he podido compartir- sobre las que hemos tomado una decisión e iniciar un diálogo sobre la situación del Sahel, que es probablemente la situación más peligrosa y más perentoria que va a abordar España. Si el Sahel se desenvuelve mal, si siguen en el camino que lleva, puede desestabilizar todos los procesos de transición en el norte de África, y Europa se podría encontrar con que su frontera sur es la frontera con Al Qaeda, con Mujao y con otros grupos de similares características.

El señor VICEPRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.

Suspendemos la sesión durante quince segundos  para despedir al señor ministro y luego pasaremos a los convenios. Según se ha hecho llegar a esta Mesa, ninguno de los grupos quiere intervenir, luego se votarán en bloque. (Pausa).

DICTAMEN SOBRE:

-DECLARACIÓN DE ACEPTACIÓN POR ESPAÑA DE LA ADHESIÓN DE UCRANIA AL CONVENIO DE LA HAYA SOBRE LEY APLICABLE EN MATERIA DE ACCIDENTES DE CIRCULACIÓN POR CARRETERA, HECHO EN LA HAYA EL 4 DE MAYO DE 1971. (Número de expediente 110/000039).

-CONVENIO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPÚBLICA DE CROACIA EN MATERIA DE LUCHA CONTRA LA DELINCUENCIA Y ASUNTOS DE SEGURIDAD, HECHO EN MADRID EL 24 DE OCTUBRE DE 2011. (Número de expediente 110/000040).
 
-ACUERDO DE SEDE ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y EL INSTITUTO FORESTAL EUROPEO (IFE) RELATIVO AL ESTABLECIMIENTO DE UNA OFICINA DEL INSTITUTO EN ESPAÑA, HECHO EN MADRID EL 28 DE JULIO DE 2011. (Número de expediente 110/000041).

-CONVENIO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPÚBLICA DE KAZAJSTÁN RELATIVO A LA ASISTENCIA JUDICIAL EN MATERIA PENAL, HECHO EN ASTANA EL 17 DE JUNIO DE 2011. (Número de expediente 110/000042).
 
-CANJE DE NOTAS CONSTITUTIVO DE ACUERDO ENTRE ESPAÑA Y LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL TURISMO (OMT) POR EL QUE SE RECONOCE EL ACCESO AL EJERCICIO DE ACTIVIDADES REMUNERADAS DE LOS FAMILIARES DEPENDIENTES DE LOS FUNCIONARIOS DE LA OMT, HECHO EN MADRID EL 31 DE MAYO Y 11 DE JUNIO DE 2012. (Número de expediente 110/000043).

-ACUERDO SOBRE INMUNIDADES Y PRERROGATIVAS ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y EL BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO, HECHO EN MADRID EL 15 DE JUNIO DE 2012. (Número de expediente 110/000044).

-ACUERDO POR EL QUE SE MODIFICA POR SEGUNDA VEZ EL ACUERDO DE ASOCIACIÓN ENTRE LOS ESTADOS DE ÁFRICA, DEL CARIBE Y DEL PACÍFICO, POR UNA PARTE, Y LA COMUNIDAD EUROPEA Y SUS ESTADOS MIEMBROS, POR OTRA, FIRMADO EN COTONÚ EL 23 DE JUNIO DE 2000 Y MODIFICADO POR PRIMERA VEZ EN LUXEMBURGO EL 25 DE JUNIO DE 2005, HECHO EN UAGADUGU EL 22 DE JUNIO DE 2010. (Número de expediente  110/000048).

El señor VICEPRESIDENTE: Señorías, si ningún portavoz me lleva la contraria, vamos a votar los convenios que tienen ustedes en el orden del día. Esta Comisión va a entender sobre los siete convenios que traemos esta tarde a esta sesión. Como decía antes, ningún portavoz me ha hecho llegar que quisiera intervenir sobre los mismos. Vuelvo a repetirlo y, si es así, pasamos a votar en bloque los siete. ¿Les parece que los aprobemos por asentimiento? (Asentimiento). Se aprueban.

Se levanta la sesión.

Eran las cinco y cincuenta y cinco minutos de la tarde.