El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, celebra esta mañana en compañía del secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Taleb Rifai, el Día de las Naciones Unidas, que conmemora el aniversario de la entrada en vigor en 1945 de la Carta de Naciones Unidas.
Este evento, que tendrá lugar en el palacio de Santa Cruz y contará también con la presencia del cuerpo diplomático acreditado en España, sirve para recordar la plena vigencia de los principios y valores de la Carta, así como la importante labor que desempeña el sistema de Naciones Unidas en el mantenimiento de la paz y seguridad internacional, la lucha contra el hambre y la pobreza, la defensa de los derechos humanos, la protección de la infancia, la preservación del Medio Ambiente y el desarrollo sostenible frente al cambio climático, o la ayuda humanitaria ante catástrofes naturales y provocadas por el hombre.
Dicho acto, que pone de relieve el compromiso de España con el multilateralismo, y en particular en el marco del sistema de las Naciones Unidas, coincide con la reciente elección de España como miembro no permanente del Consejo de Seguridad, para el bienio 2015-2016, tras una difícil campaña que contó con la concurrencia de candidatos tan cualificados como Nueva Zelanda y Turquía. La campaña, que se afrontó como una verdadera política de Estado, ha permitido asimismo revitalizar la política exterior española y profundizar nuestra proyección internacional en países y regiones, cuya presencia antes era limitada.
La próxima condición de miembro de España en el Consejo de Seguridad, por quinta vez desde nuestro ingreso en Naciones Unidas, se produce en un momento crucial dada la coyuntura internacional actual, especialmente delicada y turbulenta, con numerosos frentes abiertos de manera simultánea. En el documento “Transparencia y Responsabilidad”, que contiene el programa de la candidatura y fue dado a conocer a todos los Estados miembros antes de la votación, se establecen las líneas de actuación de la diplomacia española en el seno de dicho órgano. España pretende afrontar los retos actuales desde una posición proactiva, utilizando el diálogo, la solidaridad y el compromiso, como instrumentos necesarios para lograr un mundo más seguro, próspero y justo para las generaciones presentes y venideras.