El Secretario de Estado para la Unión Europea (SEUE), Fernando Eguidazu participó ayer en un almuerzo-coloquio, organizado por la Cámara de Comercio hispano-portuguesa, sobre los “Retos a los que se enfrenta la Unión europea y sus implicaciones para las empresas”.
En su intervención, el SEUE destacó, en primer lugar, las excelentes relaciones bilaterales entre ambos países, como demuestran las visitas que el Primer Ministro de Portugal, António Costa realizará a España el 14 de noviembre y la que SSMM los Reyes efectuarán a Portugal el próximo 28 de noviembre.
Las relaciones económicas son también excelentes –subrayó el SEUE-, destacando las cifras de comercio exterior y las de inversiones, así como el número de empresas españolas en Portugal, que asciende a 1.600. España y Portugal tienen, además, intereses comunes ante la UE, destacó.
El SEUE pasó revista a los retos a los que se enfrenta actualmente la Unión europea, que se encuentra –probablemente- en la situación más complicada de su historia, con un alto porcentaje de desencanto de los ciudadanos. Entre las causas de esta situación, Eguidazu señaló la crisis económica, la crisis migratoria y, ahora, el Brexit.
Abordó también el SEUE los posibles efectos del Brexit para las empresas, señalando que el procedimiento de negociación debe ser el previsto en los Tratados, concretamente, en el artículo 50 del TUE. El SEUE hizo hincapié en lo que significa estar en el mercado interior, resaltando que las cuatro libertades que lo conforman son indisociables. Asumir estas cuatro libertades será también determinante, subrayó, para mantener el denominado “pasaporte Bancario”, licencia europea que permite a las entidades financieras operar en todo el mercado común, con la autorización de un único país.
Por último, el SEUE destacó las consecuencias del Brexit para las empresas. A corto y medio plazo, por la mayor incertidumbre, la eventual depreciación de la libra esterlina y un posible empeoramiento de la coyuntura económica en Reino Unido, se podrían producir efectos pasajeros o limitados en las más de 11.000 empresas españolas, exportadoras e inversoras, en el Reino Unido. A largo plazo, el SEUE hizo hincapié en que los efectos sobre las empresas dependerán del nuevo esquema de relaciones Unión Europea- Reino Unido.