El Gobierno español sigue con preocupación la situación en el estado de Rakáin, y reitera su firme condena de los actos de violencia y las terribles violaciones de derechos humanos cometidos contra la población rohingya, a la vez que pide al gobierno de Myanmar una intervención urgente para poner fin a los mismos, y permitir el acceso a la zona, sin restricciones, de trabajadores y agencias humanitarias.
En los últimos años, Myanmar ha hecho grandes progresos en su transición democrática. Por ello, el Gobierno español espera que el compromiso expresado por la Consejera de Estado con los derechos humanos, el estado de derecho y la paz duradera en el país se refleje en un cese inmediato de la violencia, la adopción de medidas urgentes para facilitar el retorno seguro de los refugiados y desplazados y la puesta en marcha de un programa de actuaciones necesarias para poner fin al conflicto, en línea con las recomendaciones emitidas por la Comisión Asesora para Rakáin.