España se felicita de la aprobación de un nuevo Código Penal por parte del Parlamento de la República de Guinea que suprime la pena de muerte. La pena capital queda así eliminada de la lista de penas aplicables en Guinea, culminando un largo período sin ejecuciones. España anima ahora a Guinea a ratificar el Segundo Protocolo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, destinado a abolir la pena de muerte.
Guinea se suma así al creciente grupo de países que han abolido o no aplican la pena de muerte y que representan casi dos tercios de los países del mundo. Cada año, la comunidad internacional avanza hacia la abolición universal de la pena de muerte, un castigo cruel, inhumano y degradante, con efectos irreparables en caso de error judicial y que carece de efectos disuasorios en el comportamiento criminal. España considera que la abolición de la pena de muerte contribuye a la promoción de la dignidad humana y al progresivo desarrollo de los derechos humanos.