Los gobiernos de Alemania, España, Estados Unidos, Francia, Italia y el Reino Unido expresamos nuestra profunda preocupación por la violencia en curso en Libia y la expansión del terrorismo tanto dentro de Libia como fuera de sus fronteras. Reconocemos que el pueblo libio quiere la paz y la estabilidad.
Saludamos la reciente ronda de conversaciones del diálogo político de la ONU en Sjirat, Marruecos. Reiteramos nuestro pleno apoyo al representante especial del secretario general de la ONU Bernardino León. Instamos a todas las partes libias a firmar en los próximos días el acuerdo político presentado por la ONU. Consideramos que este documento es una base bien diseñada, buena y equilibrada para el acuerdo y cumple con las expectativas urgentes del pueblo libio y asegura la unidad de Libia. Reiteramos que no hay una solución militar para esta crisis y subrayamos que la situación económica y humanitaria está empeorando cada día. Estamos dispuestos a apoyar la ejecución de este acuerdo para ayudar a asegurar que el Gobierno de Acuerdo Nacional y todas las instituciones nuevas puedan funcionar eficazmente.
Damos la bienvenida a las iniciativas de paz que se están desarrollando en algunas regiones de Libia, sobre todo en Occidente, incluyendo acuerdos locales de alto el fuego, intercambios de prisioneros y retornos de desplazados internos. Estos son acontecimientos importantes y una poderosa muestra de la determinación del pueblo libio por encontrar soluciones pacíficas a la inseguridad actual. Junto con el proceso de la ONU, estas iniciativas necesitan el apoyo de todos los libios en todo el país. Condenamos enérgicamente todos los intentos de socavar el proceso de la ONU o las iniciativas locales de paz, en particular mediante la amenaza de la violencia.
Hacemos un llamamiento a todos los que toman decisiones en Libia para que en este momento crucial muestren responsabilidad, liderazgo y valentía. La comunidad internacional está dispuesta a proporcionar una sustancial asistencia humanitaria, económica y de seguridad a una Libia unida tan pronto como haya acuerdo sobre un nuevo gobierno. Igualmente, la comunidad internacional está dispuesta a exigir responsabilidades por medio de sanciones a quienes amenacen la paz, la estabilidad y la seguridad de Libia o socaven la culminación con éxito de su transición política.