Advierte del peligro real de que el conflicto desemboque en una «guerra civil»
'Los puentes con Cataluña no están rotos'
'El Gobierno heredó una situación terrorífica. Lo comparo con la Transición'
Es la cara y la voz de España más allá de nuestras fronteras, el hombre encargado de vender nuestra imagen a nivel internacional de lo que da prueba su agenda, imposible para el común de los mortales, donde sus asesores, haciendo casi malabarismos, han conseguido reservar una hora para la entrevista.
Si de muestra vale un botón, José Manuel García Margallo, tras acompañar a los Reyes en su gira por Asia Central, donde visitaron Uzbekistán y Azerbaiyán, hace apenas unas horas partió para Nueva York y Puerto Rico, desde donde viajará directo a Bruselas para participar en el Consejo de Asuntos Exteriores.
A finales de mes pasara un par de días en Madrid para salir después a la Guyana y México, y luego de nuevo acompañara al Rey a Kuwait. A pesar de todo no se queja. Augura que el PP ganara las europeas y advierte de que en Ucrania estamos ante un escenario de guerra civil.
Pregunta.- ¿Al Gobierno le quita el sueño los datos del CIS catalán, según los cuales un 47% de los catalanes diría sí a la ruptura?
Respuesta.- Cataluña ha sido, es y será uno de los motores de España. Por tanto, la preocupación por Cataluña es inmensa. Casi todos los problemas políticos se solucionan con el tiempo, pero la secesión de Cataluña sería algo irreversible. La preocupación es máxima. Dicho esto, creo que Mas es responsable y no va a dar un
P.- A usted se le criticó mucho que hiciera una equiparación entre Crimea y Cataluña. ¿Se entendió mal o fue un gazapo involuntario?
R.- Afortunadamente lo entendieron muy bien los otros 27 ministros de Exteriores del Consejo Europeo. Lo que yo pedí es que se dividiese un párrafo en dos partes: uno que decía que el referéndum de secesión de Crimea era contrario a la legalidad internacional, y otro que señalaba que cualquier referéndum unilateral de secesión contrario a una Constitución no podía ser aceptado por la legalidad internacional. Ése es el único paralelismo que establecí.
P.- Vamos, que la comunidad internacional no aceptaría una Cataluña independiente.
R.- No sólo el Consejo de Europa, sino también la Asamblea General de la ONU, han dejado claro que un referéndum contrario a la Constitución no puede ser aceptado por la legalidad internacional. El Estado que sea fruto de una declaración unilateral no puede ser reconocido.
P.- Artur Mas ha dicho que está siendo objeto de un ataque personal. ¿Es verdad, o sólo es parte del victimario nacionalista?
R.- No ha habido ni por parte del Gobierno ni del PP ningún ataque personal a Mas. La discusión siempre es en términos políticos. Es más, no no creo que los puentes estén rotos; sé que no lo están. Me costaría mucho trabajo pensar que Rajoy rompiese los puentes con nadie.
P.- Sí, pero la cuerda se sigue tensando y eso es peligrosísimo, ¿no?
R.- Lo que ha dicho el presidente del Gobierno es que está dispuesto al diálogo con dos condiciones: que sea dentro de la legalidad y que sea entre todos, porque las decisiones de una parte del territorio afectan a todos. Rajoy no puede dialogar ni autorizar una consulta que plantee el derecho de una parte del territorio a separarse, porque la Constitución se lo prohíbe.
P.- ¿También prevé que el final de Mas será como el que tuvo Ibarretxe?
R.- Mas ha mandado una iniciativa legislativa que ha sido derrotada abrumadoramente en el Parlamento. Tiene que asumir las consecuencias. Lo preocupante es que esto está produciendo una desafección y un desencuentro de parte de la sociedad catalana con el resto de España. Pero, además, existen serias desavenencias en CiU, e incluso dentro de Convergencia. Que la Asamblea Nacional de Cataluña esté dirigiendo un proceso, al margen de las instituciones catalanas, es algo que debería preocupar al presidente de la Generalitat.
P.- ¿Usted detecta preocupación a nivel internacional?
R.- No entienden lo que pasa. En Cataluña se están manejando tres motivos de desafección: que no tienen las inversiones públicas que les corresponden, que no se respeta su lengua y cultura, y que tienen un sistema de financiación que no les gusta. Los tres son falsos. Cataluña es la segunda comunidad autonómica en términos de inversión -las cuatro provincias están conectadas por tren de alta velocidad-; y en lengua y cultura, no hay un periodo en su historia en que se haya potenciado como ahora. Y sobre el sistema de financiación, Mas dijo en 2004 que era el mejor que podían imaginar. Lo que no dice es hasta qué punto es buen negocio para Cataluña estar en España.
P.- ¿En qué sentido?
R.- Cataluña tiene el primer PIB de España, una renta per cápita que es el 120% de la media de la UE. Es la primera CCAA en términos de exportaciones, la segunda en términos de recepción de inversiones directas extranjeras, la segunda en turismo... Todo eso desaparecería con la secesión, que es inviable y empobrecería a los catalanes muchísimo. La viabilidad económica depende del reconocimiento internacional y la pertenencia a la UE, y eso no lo tendría una Cataluña independiente, que sería pobre, muy pobre.
P.- La economía se recupera, pero el paro sigue siendo nuestro talón de Aquiles. ¿Hay arreglo?
R.- Este Gobierno heredó una situación económica terrorífica. Si este momento histórico hay que compararlo con otros, lo compararía con la Transición. Entonces Suárez dijo: «A lo largo de estos años se nos ha obligado a dar luz al tiempo que teníamos que cambiar la red eléctrica». Lo mismo nos ha tocado hacer a nosotros. Hemos tenido que cambiar los fundamentos y está funcionando. Hemos recuperado competitividad, las exportaciones pesan en el PIB más que en Italia, Francia o Reino Unido. Hemos pasado de un modelo basado en el endeudamiento y el ladrillo a otro volcado en el sector exterior, exportaciones e internacionalización de las empresas, que están compitiendo y ganando concursos en el mundo. Eso es un cambio que tarda en trasladarse a la calle, pero para que el dinero llegue a la economía real hay que seguir trabajando así .
P.- Ya, pero mientras tanto hay casi dos millones de hogares con todos sus miembros en paro...
R..- Cuando has padecido un cáncer cuasi terminal y te han sometido a una quimioterapia, estás en condiciones muy precarias. Ha habido que cambiar los cimientos de la economía porque el país estaba al borde de la quiebra y, sí, no estamos en una situación boyante. La prueba más acuciante para el Gobierno es el paro y la creación de empleo. En eso estamos.
P.- ¿Un país con un paro juvenil del 55,48% tiene arreglo?
R.- Niego la mayor. Cuando hablamos del 56 % es del segmento de 16 a 24 años, y la mitad de esos jóvenes están en formación o educación, no buscando un empleo. Que la situación es difícil, lo sé. Tengo hijos que se han ido al extranjero.
P.- La cosa no debe ir demasiado mal cuando Susana Díaz, la presidenta de Andalucía, ha reconocido que, económicamente, las cosas mejoran.
R.- Lo que me sorprende es que sea la única que lo hace. Los hechos son tercos. Negar que España progresa me parece una barbaridad, y quienes lo niegan lo hacen sólo por miopía partidista.
P.- ¿Y la marca España empieza a levantar cabeza?
R.- Absolutamente. Funciona, y estamos trabajando para que todos los activos que tiene el país vayan en la misma dirección: empresas, gastrónomos, deportistas, etc. Haríamos bien en recordar que los proyectos emblemáticos los están haciendo empresas españolas: Meca-Medina, el Canal de Panamá, energías renovables en todo el mundo. Por ejemplo, un tercio del tráfico aéreo mundial lo gestionan empresas españolas. Y eso hay que ponerlo en valor.
P.- ¿Qué opina de lo acontecido en Ucrania en las últimas horas?
crania en las últimas horas? R.- Una profunda tristeza, porque han muerto ya demasiadas personas. El Gobierno español no ha cesado de pedir a las partes que rebajen la tensión y contribuyan a restablecer el orden en el conjunto del país, empezando por aplicar lo acordado en Ginebra el 17 de abril. La incapacidad del Consejo de Seguridad de llegar ayer a un acuerdo es también una mala noticia. Sin embargo, hay algunas noticias alentadoras como la liberación de los observadores de la Osce. Pero lo realmente importante es que, cuanto antes, las partes se sienten a hablar para propiciar una auténtica reconciliación nacional. La celebración de elecciones el próximo 25 de mayo me parece un paso importante en la buena dirección.
P.- ¿Podemos creer a Rusia cuando dice que no va a invadir Ucrania pero acumula tropas en la frontera? ¿Vamos hacia una Guerra Fría?
R.- Es un fenómeno extraordinariamente preocupante y ha despertado todas las alarmas. La gran pregunta es si queremos que Rusia sea un socio o un adversario estratégico, porque en función de la respuesta serán las políticas que hagamos. La línea de España es la del respeto a la legalidad internacional y la solidaridad con nuestros aliados, tanto de la Unión Europea como en la OTAN, con aquellos países cuyas sociedades se sienten más amenazadas por Rusia, porque están más cercanas como los Países Bálticos, Polonia... De todos modos, con Rusia no hay que dinamitar los puentes y las vías de consenso, porque sin ella tendremos tensiones importantes en cualquier lugar del mundo.
P.- ¿Hablar de guerra fría es una exageración?
R.- No hay dos bloques como eran el Pacto de Varsovia y la Alianza Atlántica, pero sí hay comportamientos propios de la guerra fría, y el lenguaje empieza a parecerse.
P.- ¿ Estamos ante un escenario de guerra civil en Ucrania?
R.- Si las cosas van por el camino que van, hay una posibilidad real de enfrentamiento civil.
P.- ¿Y en Europa cómo van a ir las elecciones?
R.- De momento, las encuestas dan ventaja del Partido Popular y parece que eso es absolutamente cierto en los países centrales. Creo que el PPE va a ganar las elecciones.
PE va a ganar las elecciones. P.- ¿Rajoy se la juega? Porque todos creen que recibirá un voto de castigo porque los ciudadanos creen que estas elecciones no les afectan.
R.- Es un error creer que no nos jugamos nada, que lo que se decide no es importante, cuando es el 80% de las políticas de los países.
P.- ¿Hay nervios en el Consejo de Ministros por si hay remodelación si conseguimos cargos europeos importantes, o Rajoy será previsible?
R.- En absoluto, no veo a nadie nervioso. A mí que un político sea previsible no me preocupa; me preocupan los imprevisibles.
P.- ¿Es cierto que el llamado G5 es un lobby del Consejo de Ministros para restar poder a la vicepresidenta?
R.- Lo que usted llama G5 lo hay en todos los trabajos: unos señores que son más amigos que otros y se reúnen a hablar de sus cosas. Hemos trabajado mucho tiempo en situaciones difíciles y tenemos unos lazos de amistad. Nadie pretende contrarrestar el poder de la vicepresidenta. Ella hace su trabajo de coordinación y nosotros trabajamos con autonomía.
P.- Vamos, que no ve a De Guindos fuera del Gobierno...
R.- No ha hablado de ello, y la preocupación de los ministros no es si siguen o no, sino hacer su trabajo bien y que Rajoy gane las siguientes elecciones porque este país le necesita ocho años para salir del hoyo.
P.- ¿El hecho de que Cañete no necesite la política para vivir es un demérito? Porque le están buscando las cosquillas por tener una situación económica desahogada.
R.- A la política hay que venir cuando no se necesita para vivir, porque sólo así se tiene independencia de criterio, y se puede decir lo que piensa en cada momento con la máxima lealtad, y sin miedo a perder el puesto de trabajo. Miguel Arias es un excelente candidato, y lo intolerable es la campaña sucia que pretenden hacerle con mentiras y falsedades.