Palacio de Santa Cruz, 13 de enero
Buenos días.
Quiero en primer lugar agradecer a la ministra Robles sus amables palabras, así como el cuidado y la atención que ha prestado a los asuntos de este Ministerio durante las últimas seis semanas: ¡un Ministerio es difícil; no quiero ni imaginar lo que tiene que ser atender a las necesidades de dos Ministerios!
Quiero agradecer públicamente al presidente Sánchez la confianza que ha depositado en mí al ofrecerme asumir las responsabilidades de Ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Reino de España.
Quiero así mismo agradecer la presencia hoy aquí, en este Palacio de Santa Cruz, de mis compañeros y compañeras en el Consejo de Ministros, la Vicepresidenta Nadia Calviño y lo Ministros José Luis Abalos y Salvador Illa, y de muchos amigos.
Es un gran honor. Es una gran responsabilidad. Pero sobre todo es una gran oportunidad.
Una oportunidad para posicionar a España en el lugar que le corresponde en Europa y en el mundo.
Una oportunidad para articular una acción exterior más acorde con los tiempos, más “geopolítica”, combinando con inteligencia las fortalezas españolas - que son muchas pero no ilimitadas - y apalancándolas a nivel europeo, apoyando constructivamente la labor del Vice Presidente de la Comisión Europea y Alto Representante Josep Borrell, un gran ejemplo de la excelencia de la diplomacia española.
Una oportunidad para profundizar nuestras relaciones hermanas con América Latina y el Caribe. Para reforzar lazos con nuestro continente vecino y amigo, África. Para conectarnos a los mercados del futuro en Asia.
Una oportunidad para defender sin complejos nuestros valores de democracia, el respeto de los derechos humanos y un multilateralismo al servicio de la paz, las personas, el planeta y la prosperidad.
Una oportunidad para re-enfocar nuestra política de cooperación de manera que esté al servicio del desarrollo humano, así como del económico. Viniendo de dónde vengo, tenéis que tener confianza en que la acción en materia de cooperación va a ser una de las prioridades de este ministerio. No sólo porque España tiene este deber, sino porque además España lo puede y lo sabe hacer muy bien.
Y una oportunidad para incorporar el enfoque de género en nuestra política exterior, empezando por nuestra casa.
Vivimos tiempos de grandes cambios estructurales. Pero, como en cada momento de cambios profundos, ganará quien tenga una estrategia clara y unos medios a la altura de sus ambiciones. Comenzamos hoy esta tarea.
Para ello contamos con una enorme capital: todo el personal del Ministerio, tanto quienes realizáis vuestra labor en el exterior como quienes lo hacéis en los órganos centrales. Algunos no me conocéis. Pero yo os he visto trabajar y sé que sois profesionales, serios, íntegros. Esta es vuestra reputación en el mundo. Sé que tenemos una larga lista de cuestiones de orden doméstico en que avanzar, desde la nueva sede del Ministerio hasta la mejora de las condiciones de trabajo y la modernización en general de nuestro servicio exterior. Lo haremos juntos, sin prisa, pero sin pausa.
Yo, humildemente, haré cuanto esté en mi mano para satisfacer la confianza que se me ha otorgado hoy, trabajando con todos vosotros al servicio de todos los españoles y españolas, que es a quien nos debemos.
Comenzamos una nueva etapa y a quien tenga dudas le decimos alto y claro: Spain is back and it is here to stay!
Muchas gracias.