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25 DE MAYO, DÍA DE ÁFRICA

España, comprometida con el futuro de África

Hace 50 años, se fundaba en Addis Abeba la Organización para la Unidad Africana. En el Día de África, España felicita al continente por su progreso y le reitera su compromiso.

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En 1963, en pleno proceso de descolonización, los líderes africanos reunidos en Addis Abeba acordaron la fundación de la Organización de la Unidad Africana. Esta organización internacional, que se transformaría décadas después en la Unión Africana (UA), buscó desde su creación fomentar la paz, la estabilidad, y el desarrollo de los pueblos del continente.

El 25 de mayo de 2013, Día de África, la UA, el conjunto de Estados africanos, y la comunidad internacional en su conjunto, pueden estar satisfechos del progreso alcanzado, aunque queda camino por recorrer. África, a pesar de las numerosas dificultades que ha vivido, y los problemas de distinto cariz a los que aún se enfrenta, es un continente en plena modernización, con tasas de crecimiento económico que superan a las del resto del mundo, con una clase media en expansión a la que cada vez más gente anteriormente en estado de pobreza se incorpora, y, por supuesto, con una vitalidad social y cultural impactante.

Una plasmación de este progreso se observa en el plano político: muchos países exhiben regímenes democráticos y estables, y se ha avanzado en el respeto a los derechos humanos. Aunque existan problemas, como la crisis en el Sahel y especialmente en Malí desde marzo de 2012, o la presencia del terrorismo internacional, hay una mayor coordinación continental para encontrar soluciones.

La Unión Africana se ha convertido en un foro de diálogo y su Comisión en un importante órgano ejecutivo en la prevención y resolución de conflictos. Como ejemplos cabe citar la gran mejoría experimentada por Somalia, la mediación en la zona de los Grandes Lagos, la estabilización de Costa de Marfil, o la ya citada crisis del Sahel. A los esfuerzos de la UA se unen los de las múltiples organizaciones regionales, como la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC por sus siglas en inglés), o la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC). Estas organizaciones regionales son pilares básicos para el desarrollo de África, pues favorecen los esfuerzos de cooperación y concertación en espacios de problemas y retos compartidos. Y, por supuesto, África puede contar también con el compromiso de la comunidad internacional, y la Unión Europea en particular, que dentro del principio de liderazgo y apropiación africanos, viene ofreciendo su apoyo al continente. Este compromiso europeo y español se plasma en el apoyo a la paz y seguridad en África, pues ésta, además de un valor en sí mismo, es fundamental para la paz y seguridad europeas.

Además de este panorama político positivo, el ámbito económico ha experimentado una evolución muy destacable. La mayoría de los países africanos crecen a tasas elevadas, atraen la inversión extranjera, construyen infraestructuras, e impulsan sus sectores industriales, turísticos, tecnológicos, etc. Esto redunda en un crecimiento en número de personas y renta de la clase media, lo cual supone que cada vez más gente sale de la pobreza y se integra en la economía globalizada. Supone, además, que los Estados africanos pueden seguir desarrollando sus servicios sociales básicos, como la educación, la salud, o el acceso al agua y saneamiento. Así, el Índice de Desarrollo Humano calculado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo muestra grandes avances si se toma el continente en su conjunto. El crecimiento económico es el más prometedor signo de desarrollo y progreso, aunque es importante que se valoren los aspectos sociales y medioambientales del crecimiento.

El compromiso de España con África es visible en todos los ámbitos: político, económico, social, cultural…La cercanía geográfica e histórica de España con el continente hacen que las relaciones sean intensas y multidimensionales, abarcando un amplio espectro de intereses. Así, por ejemplo, España ha recibido a numerosos inmigrantes procedentes de África Subsahariana, que hacen gala de un elevado nivel de integración en la sociedad española. Las relaciones bilaterales del Gobierno de España con los gobiernos de los distintos Estados al sur del estrecho son excelentes, y se basan en el respeto, el avance de los intereses compartidos y la gestión común de las controversias que puedan surgir. Igualmente, cada vez más empresas españolas exploran las oportunidades que el continente ofrece para el beneficio mutuo, pudiendo ser la experiencia y tecnología de las empresas españolas un importante vector de crecimiento y modernización.

Por otro lado, no menor es el compromiso de la sociedad española con África: numerosas asociaciones y organizaciones no gubernamentales están comprometidas con el desarrollo del continente. La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo lleva a cabo una labor destacada en este ámbito, no sólo enmarcando el trabajo de las ONGs españolas, sino también con amplios programas de apoyo a instituciones públicas, estatales e internacionales (como la CEDEAO), que buscan mejorar a gran escala los índices de desarrollo en sectores como la salud, la educación, la gobernabilidad democrática, la igualdad de género, o el acceso al agua y el saneamiento.

España cuenta en las Islas Canarias con la Casa África, institución privilegiada de diplomacia pública que fomenta las relaciones a todos los niveles con nuestros socios africanos. Desde la Casa, se organizan encuentros, actos, foros, que, poniendo en contacto las sociedades civiles africana y española, contribuyen enormemente a aproximar dos realidades que ya comparten muchos elementos.

En definitiva, África es un continente en plena expansión. Una región de enormes posibilidades, cuyos pueblos están decididos a aprovecharlas. Y un punto de encuentro en el que España, país amigo del continente africano, está presente, y lo seguirá estando en los años a venir.