El Gobierno de España condena en los términos más enérgicos el ataque perpetrado ayer contra el hospital de Dasht-e-Barchi en Kabul, Afganistán y el atentado durante un funeral en el este del país, que se han cobrado la vida de numerosos civiles, incluidos mujeres, niños y personal sanitario.
España traslada a los familiares de todas las personas asesinadas, al pueblo y autoridades afganos y al personal de Médicos sin Fronteras –organización que colabora en la gestión del hospital- sus sentidas condolencias y su deseo de que los heridos consigan una pronta y completa recuperación.
España reafirma su solidaridad con el pueblo afgano y confía en que los responsables de este crimen atroz sean llevados ante la justicia.
España recuerda, de acuerdo a las normas de Derecho Internacional Humanitario y en línea con la resolución 2286 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la obligación de respetar y proteger a todo el personal sanitario y el personal humanitario dedicado exclusivamente a misiones médicas, lo que incluye hospitales y otros establecimientos sanitarios. Por ello, España reitera su convicción de que la comunidad internacional debe seguir haciendo esfuerzos para lograr el desarrollo y cumplimiento efectivo de dicha resolución, incluida la adecuada atención a las víctimas y la investigación de estos ataques.