El pasado 25 de septiembre se celebró en la Sede de Naciones Unidas en Nueva York un evento con motivo de haberse alcanzado las 50 ratificaciones necesarias para iniciar el proceso de entrada en vigor del Tratado de Comercio de Armas (TCA).
La adopción del Tratado de Comercio de Armas constituye un hito en las relaciones internacionales, pues el control de la exportación de armamentos queda asociado a principios como el respeto a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario en los países de destino, así como a la necesidad de preservar la paz, la seguridad y la estabilidad. El Tratado de Comercio de Armas establece un patrón universal basado en reglas internacionales de carácter vinculante para las exportaciones de armamento, que serán aplicadas por las autoridades nacionales de los Estados parte del Tratado. El Tratado tiene como objetivo evitar que las transferencias internacionales de armas convencionales deriven en actos ilícitos y violaciones de los derechos humanos.
Este Tratado ha sido firmado por 118 Estados, a los que se añadirán 3 Estados más esta semana. Con las ratificaciones que tuvieron lugar el pasado 25 de septiembre, se alcanzó la cifra de 53 Estados ratificantes, superando los 50 requeridos para iniciar el proceso de su entrada en vigor, que tendrá lugar el 24 de diciembre de 2014. Posteriormente, en el plazo de 1 año desde esa entrada en vigor se celebrará la primera Conferencia de Estados Parte en la que se deberán adoptar importantes decisiones relativas al funcionamiento y organización de las estructuras previstas en el Tratado.
El TCA se abrió a la firma el 3 de junio de 2013 y España se encontró entre los primeros países que lo firmaron en esa fecha, en la que también depositó la Declaración del Reino de España sobre la aplicación provisional de los artículos 6 y 7 del Tratado. Posteriormente, España entregó su instrumento de ratificación el 2 de abril, junto con una nutrida representación de Estados de la U.E. y se encuentra por tanto en el grupo de los primeros 50 Estados ratificantes, confirmando el protagonismo y la actividad que nuestro país ha mostrado a lo largo de todo el proceso de adopción y entrada en vigor del TCA.
Con independencia de los compromisos asumidos por España en el TCA, es conveniente señalar que el sistema español de control de las exportaciones de armas cumple ya en este momento con las disposiciones del Tratado. Esto permite a nuestro país participar de una manera destacada y activa en las iniciativas que vienen llevándose a cabo para facilitar la aplicación del TCA.