España volverá a ser la sede de la Cumbre Iberoamericana, que tendrá lugar en 2026, tras recabar el consenso de todos los Estados Miembros de la Conferencia Iberoamericana. El objetivo del Gobierno de cara a esta cumbre es aprobar el Plan de Acción Cuatrienal de la Cooperación Iberoamericana 2026-29 para reforzar la relevancia del Sistema Iberoamericano de Naciones y la voz en el mundo de esta región que une ambos lados del Atlántico.
Esta será la cuarta cumbre que acogerá España, después de albergar las de 1992, 2005 y 2012, celebrada en las ciudades de Madrid, Salamanca y Cádiz, respectivamente. En esta ocasión será especialmente simbólica, al ser la trigésima y coincidir con el 35 aniversario de la primera Cumbre Iberoamericana celebrada en 1991 en la ciudad mexicana de Guadalajara.
Con la elección de España se reconoce el compromiso de nuestro país con el proyecto iberoamericano, así como la apuesta del Gobierno por el fortalecimiento de este foro de diálogo, concertación política y cooperación, único en el mundo por su naturaleza y alcance.
Secretaría pro tempore
Una vez finalice la Cumbre prevista para noviembre de este año 2024 en la ciudad ecuatoriana de Cuenca, España asumirá la Secretaría pro tempore y durante el bienio 2025-2026 coordinará, junto a la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), el calendario de reuniones y encuentros en los que participan representantes de los países de los Estados Miembros y de la sociedad civil.
El Gobierno de España se propone identificar, en contacto permanente con la SEGIB, cuya sede está en España, y con los Estados que conforman el espacio Iberoamericano, áreas de actuación prioritarias para este periodo clave, de reafirmación del valor del Sistema Iberoamericano de Naciones.
En la Cumbre Iberoamericana de 2026, en España, corresponde aprobar el Plan de Acción Cuatrienal de la Cooperación Iberoamericana 2026-2029, lo que le conferirá una especial relevancia al encuentro al ser la cooperación la piedra angular de este sistema que con sus iniciativas concretas tiene un impacto directo y positivo sobre la ciudadanía de la región.
Sólido vínculo
Iberoamérica y el Caribe ocupan un lugar muy destacado en la política exterior española. Nos une la historia, la lengua, estrechos vínculos económicos y culturales, y un lazo humano irrompible con más de un millón y medio de ciudadanos españoles que viven en Iberoamérica, y los casi dos millones de ciudadanos iberoamericanos que viven en España.
Vínculos que también se reflejan con nuestra presencia en la región, en las 22 embajadas residentes, 33 consulados, 14 centros culturales y 3 centros de formación que España mantiene o en las más de tres décadas de presencia de la cooperación española en Iberoamérica.
España siempre se presenta ante la comunidad internacional resaltando su doble naturaleza, europea e iberoamericana. Por ello, durante la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, España situó a la región en el centro de la agenda europea, como prueba la exitosa Cumbre UE-CELAC de julio del año pasado, durante la cual se adoptó una Hoja de Ruta, la Alianza Digital y la Agenda de Inversiones Global Gateway.