Nosotros, los Secretarios de Estado responsables de asuntos europeos de España, Francia y Portugal, nos hemos reunido en Lisboa el 5 de noviembre de 2021 para dialogar en torno a nuestras prioridades comunes con objeto de reforzar nuestra estrecha cooperación y preparar juntos las próximas citas europeas. Con este motivo, hemos aprobado la siguiente declaración conjunta:
1. Hemos pasado revista a los grandes ámbitos de la agenda europea y hemos determinado los intereses compartidos y las líneas de continuidad entre la reciente presidencia portuguesa del Consejo de la Unión Europea y las próximas presidencias francesa y española. Destacamos nuestro compromiso de llevar a cabo acciones coordinadas con vistas a reforzar y consolidar el proyecto europeo.
2. Expresamos nuestra satisfacción por el éxito de la respuesta europea a la pandemia y nuestro compromiso de seguir trabajando de manera coordinada en el marco de la Unión, incluyendo en la normalización de la libertad de circulación.
Los resultados positivos de la lucha contra la pandemia están relacionados con el éxito del desarrollo de las campañas de vacunación en los tres países. La adhesión de los ciudadanos, las medidas de prevención y control de la COVID-19, la capacidad de movilización social y el progresivo ajuste de las acciones prioritarias en función de la evolución epidemiológica y de la población destinataria han sido cruciales.
Destacamos la importancia de incrementar la vacunación a nivel mundial y la necesidad de reforzar el apoyo a los países más vulnerables, en particular en África. En este contexto, España, Francia y Portugal están comprometidas con la cooperación internacional para luchar contra la pandemia, en particular mediante la donación de vacunas a terceros países. Ya han empezado a entregar una parte de las dosis prometidas, en particular a través del mecanismo COVAX, pero también mediante donaciones bilaterales. Los tres países reconocen la necesidad de acelerar este esfuerzo para controlar la situación epidemiológica a escala mundial.
3. El paquete legislativo europeo "Objetivo 55" será crucial para hacer frente a la emergencia de la transición ecológica y evolucionar hacia un nuevo modelo económico. España, Francia y Portugal mantienen una visión común y articulada de las distintas propuestas, que ha de reflejarse en un reparto equitativo, eficaz y justo de los esfuerzos entre los sectores y los Estados miembros, y que tenga en cuenta la dimensión social para no dejar de lado a nadie. Abogamos, entre otras cosas, por el establecimiento de un mecanismo de ajuste por carbono en las fronteras de la Unión compatible con las reglas de la OMC, de aquí a 2023. El paquete, que representa una estrategia ambiciosa a largo plazo para alcanzar cero emisiones netas de carbono en 2050, forma parte de un esfuerzo colectivo no solo europeo sino mundial, en cuya vanguardia ha de estar la UE, que debe defender esta posición en la COP26 de Glasgow. España, Francia y Portugal destacan el estrecho vínculo entre el cambio climático y la preservación de la biodiversidad, y trabajarán juntos para favorecer la adopción de un marco mundial ambicioso durante la COP15 de China. Con ese mismo ánimo, España, Francia y Portugal solicitan a la Comisión que proponga un marco legislativo sólido para luchar eficazmente contra la deforestación importada.
4. España, Francia y Portugal reconocen la importancia de la relación océano-clima. La interacción entre los océanos y el cambio climático ha de seguir en el primer plano de la agenda internacional. La Cumbre “One Ocean”, que se celebrará en Brest (Francia) a principios de 2022, y la Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas, que tendrá lugar en Lisboa (Portugal) del 27 de junio al 1 de julio de 2022, han de permitir reforzar esta dinámica. Se esperan resultados tangibles, apoyados por un firme compromiso político a favor de la conservación y el uso sostenible de los océanos (ODS 14), con el fin de propiciar soluciones conjuntas a los problemas océano-clima, a través de la ciencia y la innovación. La dimensión de la economía azul y el objetivo de una economía oceánica sostenible son también aspectos cruciales, y tienen que derivarse del equilibrio entre la actividad económica y la capacidad a largo plazo de los ecosistemas oceánicos para mantener esta actividad, sin dejar de ser resilientes y sanos. La Unión Europea puede desempeñar un papel protagonista y ejemplar en algunas de las acciones que se promueven en esta agenda común.
5. La consecución de un mercado de la energía más eficaz es fundamental para que la transición ecológica y la recuperación económica post-pandemia de la COVID-19 sean un éxito. Comprometidos con la creación de una Unión Europea de la energía y con la transición energética, España, Francia y Portugal reiteran que es necesario lograr un mercado interior de la energía integrado e interconectado, que permita la seguridad y la resiliencia de los suministros, que sea competitivo, que aproveche las innovaciones tecnológicas y que esté descarbonizado, en coherencia con el Pacto Verde europeo. La escalada mundial de los precios de la energía ha puesto de relieve el papel de las interconexiones energéticas, y España, Francia y Portugal recuerdan la importancia de los objetivos europeos en ese ámbito. Renovamos nuestro firme compromiso de llevar a buen término los proyectos de interconexiones eléctricas en curso, en particular el del golfo de Vizcaya, que permitirá duplicar las capacidades de interconexión eléctrica entre Francia y la península ibérica y de continuar nuestro diálogo sobre las interconexiones de gas renovables. Por último, teniendo en cuenta el incremento de los precios de la energía, así como los desafíos ligados a la descarbonización, nos comprometemos a seguir apoyando la transición ecológica y energética de nuestras economías y a la búsqueda de otras soluciones innovadoras a nivel europeo.
6. España, Francia y Portugal consideran la transformación digital un pilar esencial de la recuperación económica de la UE, en particular en los ámbitos de las competencias de los ciudadanos y las empresas, de las infraestructuras y de los servicios públicos, y también de la innovación. En efecto, la pandemia ha sacado a la luz el papel central que desempeña la tecnología digital en la construcción de un futuro sostenible y próspero. Comprometidos con la transición digital, acogemos favorablemente la propuesta sobre el camino a seguir para la brújula digital, cuyo objetivo es transformar la sociedad y la economía europeas de aquí a 2030 y reforzar la autonomía estratégica de la UE. Nuestros tres países se han comprometido también a avanzar en las negociaciones en curso, en particular en la legislación de los servicios digitales, cuyas reglas, definidas con ambición, deben garantizar el espacio en línea seguro y abierto a la competencia. Nos hemos comprometido igualmente en otros asuntos prioritarios como la inteligencia artificial o la gobernanza de datos, que desempeñarán un importante papel en la transición digital de la UE.
Acogemos favorablemente la invitación del Consejo, en sus conclusiones adoptadas en el Consejo de Asuntos Generales de 19 de octubre de 2021, a examinar el potencial de una unidad conjunta de ciberseguridad, como medio para seguir desarrollando el marco europeo de gestión de crisis en materia de ciberseguridad y de consolidar las redes existentes, así como determinar las eventuales lagunas y necesidades de compartir información de las comunidades cibernéticas.
7. En el contexto actual, es necesario más que nunca que el modelo social europeo constituya un aspecto central del proyecto europeo. Hay que reforzar la dimensión social para garantizar una recuperación económica justa e inclusiva para todos los ciudadanos.
Tras el impulso político de la Cumbre Social de Oporto, los Estados miembros tienen que concentrarse ahora en definir objetivos nacionales que puedan contribuir a realizar los grandes objetivos del Plan de Acción del Pilar Europeo de Derechos Sociales, en materia de empleo, formación y lucha contra la pobreza.
Dando continuidad a la presidencia portuguesa, las presidencias francesa y española permitirán proseguir y profundizar los trabajos sobre la Europa social, en los ámbitos de las condiciones laborales y la protección social, las políticas a favor de los jóvenes y los niños, la igualdad de género, en particular en materia salarial, la lucha contra la discriminación y el diálogo social.
Los tres Estados miembros apoyan, en particular, los progresos en el establecimiento de salarios mínimos e ingresos mínimos adecuados, la mejora de la transparencia salarial para reducir la desigualdad entre mujeres y hombres en esa materia y la creación de un sistema de seguro de desempleo, a fin de garantizar un nivel de protección adecuado para los ciudadanos europeos, reduciendo el riesgo de exclusión social.
8. En un contexto de recuperación económica, todos los instrumentos aprobados por las instituciones europeas tendrán un papel decisivo. La Política de cohesión es más importante que nunca para garantizar que se tienen en cuenta los distintos efectos de la crisis según los territorios, asegurando un crecimiento armonioso de la Unión Europea y el refuerzo de la cohesión económica, social y territorial. Para ello, la cooperación regional puede desempeñar un papel importante. Consideramos que la correcta aplicación de la Estrategia Atlántica permitirá contribuir a ello. Se podrán evaluar también las posibles ventajas que supondría la creación de una Macrorregión Atlántica.
9. Celebramos la iniciativa de la Comisión Europea acerca de la adopción de una nueva comunicación sobre las regiones ultraperiféricas. Es fundamental, por una parte, que las nuevas prioridades de la UE, basadas en la transición digital y ecológica, tengan en cuenta las particularidades de las regiones ultraperiféricas y que éstas puedan participar y contribuir a la realización de dichas prioridades, y, por otra parte, adaptar el enfoque estratégico para tener en cuenta el importante impacto de la crisis de la COVID-19 en esas regiones, así como su particular vulnerabilidad en materia energética.
Los instrumentos de financiación de la Unión Europea disponibles para el periodo actual son un apoyo sin precedentes, que contribuirán al éxito de la doble transición, así como a la recuperación económica de las regiones ultraperiféricas, velando por que vayan acompañadas de una fuerte dimensión social y teniendo en cuenta las limitaciones específicas de esas regiones –reconocidas en el artículo 349 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea– pero también sus excepcionales bazas. Es el caso, por ejemplo, de la diversidad y especificidad de la biodiversidad y de los ecosistemas forestales de las regiones ultraperiféricas que hay que respetar, proteger y mantener en el marco de las nueva estrategia forestal de la UE para 2030.
Destacamos la importancia que otorgan España, Francia y Portugal al refuerzo de la asociación entre la Comisión, los Estados miembros y las regiones ultraperiféricas.
Expresamos nuestra completa solidaridad con la isla de La Palma.
10. Reconocemos que las migraciones son un desafío mundial que requiere una respuesta coordinada a niveles multilateral, europeo y nacional, basada en el respeto de los derechos fundamentales y que favorezca un justo equilibrio entre solidaridad y responsabilidad. La propuesta de un pacto sobre la inmigración y el asilo es una ocasión única para que la Unión Europea se dote de las herramientas necesarias para una gestión conjunta, responsable y solidaria de los flujos migratorios y para que se establezca una verdadera política europea común de asilo e inmigración. Es indispensable, además de estos progresos legislativos, concretar acciones operativas y prever una financiación adecuada. La respuesta coordinada a nivel europeo debe permitir preservar la integridad del espacio Schengen, conforme al derecho europeo e internacional. Abogamos también por un enfoque global e integrado del fenómeno migratorio, lo que implica en particular el refuerzo de la cooperación y el diálogo político con los terceros países de origen y tránsito de los flujos migratorios, incluidos la facilitación de los retornos y las readmisiones y el establecimiento de vías de migración legal.
11. África sigue estando en el centro de nuestras prioridades y nuestras políticas exteriores. Nuestros vínculos con ese continente van más allá de la simple proximidad geográfica: la crisis sanitaria, la amenaza terrorista y la crisis ecológica enlazan los destinos de los dos continentes. Europa sigue siendo el principal socio comercial de África, el mayor inversor, su primer socio en materia de desarrollo y su aliado más comprometido en materia de paz y seguridad. Los principios de multilateralismo, cooperación internacional y orden internacional basados en normas que compartimos con el continente africano son especialmente importantes para nosotros. Defendemos una verdadera renovación de la asociación entre Europa y África, sobre una base de reciprocidad y en torno al trinomio seguridad/prosperidad-crecimento/movilidad, cuyos ejes principales se han determinado en la Reunión Ministerial UA/UE de Kigali, del pasado 26 de octubre, a saber: invertir en lo humano a través de una educación de calidad, la ciencia, la salud, la tecnología y la formación; reforzar la paz, la seguridad y la buena gobernanza; intensificar la cooperación con los países africanos en materia de migración legal y de retorno organizado; y movilizar inversiones para el desarrollo de estructuras africanas de transformación sostenible. Estamos convencidos de que Europa tiene que desempeñar un papel crucial en África, y de que la próxima Cumbre UE/UA confirmará y reforzará la importancia de África para Europa, en beneficio de la paz, la estabilidad, la juventud y el desarrollo sostenible de los países africanos.
12. La política europea de vecindad, en particular el eje meridional, es también una de nuestras prioridades. Celebramos las iniciativas que se han tomado en la Unión Europea a lo largo de estos dos últimos años para avanzar en esta política y, con el mismo fin, esperamos con interés la VI Reunión del Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo y la III Reunión Ministerial de Vecindad Sur, que se celebrarán el 29 de noviembre de 2021 en Barcelona (España). Es fundamental para nosotros que la dimensión humana se mantenga en el centro de nuestra estrategia a favor de la vecindad.
13. También se debe profundizar, en el actual contexto geopolítico, en la estrecha relación entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea, basada en vínculos históricos, culturales, económicos y políticos. Se trata de una región con la que compartimos principios comunes en numerosos ámbitos y que es nuestra aliada en la respuesta a los grandes desafíos globales, como el cambio climático y las vulneraciones a los principios democráticos y el Estado de derecho. El refuerzo de los vínculos comerciales, de los acuerdos y de la cooperación entre los dos lados del Atlántico, teniendo en cuenta los retos climáticos y medioambientales, son fundamentales para apoyar las relaciones birregionales y bilaterales.
14. Mantendremos un diálogo permanente sobre todos estos temas, para defender nuestros valores. Con este ánimo, defenderemos con la mayor determinación el respeto del Estado de derecho en el marco de la Unión Europea, tanto a través del diálogo político como con el conjunto de procedimientos previstos por los tratados. Debemos traducir nuestras prioridades europeas comunes en respuestas tangibles a las inquietudes y aspiraciones concretas de nuestros ciudadanos. Encomiamos así la Conferencia sobre el Futuro de Europa y nos comprometemos a aplicar sus conclusiones. Reiteramos nuestra disposición para trabajar en colaboración con todos los Estados miembros para hacer avanzar la agenda europea.