Nos preocupan seriamente la situación humanitaria en Gaza y el sufrimiento de los rehenes, así como los planes del Gobierno israelí en torno a una posible operación terrestre en Rafah, donde más de un millón de palestinos se refugian actualmente de los combates.
Reconocemos el derecho de Israel a defenderse de acuerdo con el derecho internacional y el derecho internacional humanitario.
Pedimos al Gobierno israelí que no emprenda acciones militares en Rafah que empeorarían una situación humanitaria ya de por sí catastrófica e impedirían la prestación de unos servicios básicos y una asistencia humanitaria que se necesitan con urgencia.
Reiteramos la importancia de garantizar la protección de todos los civiles en todo momento, de acuerdo con el derecho internacional humanitario, y de respetar la orden de 26 de enero de la Corte Internacional de Justicia, que es jurídicamente vinculante.
Es necesaria una pausa humanitaria inmediata que conduzca a un alto el fuego sostenible, la liberación incondicional de todos los rehenes y la prestación de asistencia humanitaria.