España condena en los términos más firmes el cruento atentado terrorista que el viernes acabó con las vidas de más de setenta fieles en una mezquita en la provincia de Diyala, en Irak.
El Gobierno traslada sus condolencias a los familiares de las víctimas, y desea una pronta recuperación a los heridos.
España, ante este acto cobarde e infame, manifiesta de nuevo su solidaridad con el pueblo iraquí, que está atravesando momentos de gran dificultad. España llama a las autoridades iraquíes a formar a la mayor brevedad posible un gobierno de unidad nacional que restablezca la paz, la concordia y unidad del país y de todas sus comunidades.