Como reconoce el preámbulo de la Ley aprobada ayer, la dimensión internacional de la actuación del Estado ha cobrado en los últimos años un protagonismo sin precedentes, a raíz de la globalización e interdependencia, que hacen que los factores internacionales afecten de manera directa la política interna de los países y, por ende, a los ciudadanos.
En este contexto, la LASEE se plantea como un nuevo instrumento flexible que tiene cinco objetivos fundamentales: en primer lugar, afirmar y promover los valores e intereses de España con el objetivo de fortalecer su presencia internacional y reforzar su imagen en el mundo. En segundo lugar, consolidar y reforzar la credibilidad de España en el exterior. En tercer y cuarto lugar, respectivamente, fortalecer y consolidar las dimensiones europea e iberoamericana de nuestra acción exterior. Y, por último, garantizar una adecuada asistencia y protección a los españoles y apoyar a la ciudadanía española y a las empresas españolas en el exterior.
Para cumplir estos objetivos, la ley establece siete principios rectores de la Acción Exterior del Estado: unidad de acción en el exterior; lealtad institucional y coordinación; planificación; eficiencia; eficacia y especialización; transparencia; y servicio al interés general. Además, reitera que el Gobierno dirige la política exterior, y coordina la acción exterior. Revitaliza el Consejo de Política Exterior y su Consejo Ejecutivo, a los que corresponde velar para que la acción exterior del Estado se desarrolle de conformidad con los principios y objetivos de la política exterior y se ajuste a las directrices fijadas por el Gobierno mediante la adecuación de los medios a los objetivos. Establece, ya que reconoce a todos los actores en el exterior, instrumentos de planificación, seguimiento y coordinación que procuren que la acción exterior sea integrada y exista una plena conexión entre ella y la política exterior. Y, finalmente, concibe el Servicio Exterior del Estado como el instrumento fundamental para la ejecución de la Política y de la Acción Exterior al aglutinar en él a todos los órganos de la Administración General del Estado que actúan en el exterior y definir a los Embajadores y Representantes Permanentes ante Organizaciones Internacionales como órganos directivos a los que corresponde la dirección y la coordinación de todos ellos.
La LASEE, en definitiva, aporta coherencia y coordinación donde antes existía un vacío que entorpecía esa defensa de los valores e intereses de España en el exterior; tiene como objetivo apoyar e impulsar la acción de las comunidades autónomas y entidades locales en el marco legal de sus competencias de una forma racional que tienda a la optimización de los recursos y, por tanto, incremente los beneficios para el ciudadano. Dos mecanismos básicos a tal fin son, en primer lugar, favorecer la instalación de las oficinas de las comunidades autónomas en el exterior en los locales de las representaciones. Esto contribuye a la concentración de los esfuerzos y el ahorro de costes; el MAEC ha firmado Protocolos de Colaboración con quince de las diecisiete comunidades autónomas. El segundo mecanismo es el de apoyar los viajes, visitas, intercambios y actuaciones con proyección exterior, contribuyendo así a una acción exterior más concentrada y más eficaz en el cumplimiento de los objetivos comunes.
La LASEE nace como un instrumento clave para una acción más eficaz y más eficiente de España en el exterior, para así, en pleno respeto a los preceptos y valores de la Constitución Española de 1978, mejorar el servicio público al ciudadano.