El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha inaugurado hoy en Casa América una jornada organizada por la Cámara de Comercio Hispano-Norteamericana sobre el acuerdo comercial y de inversión (TTIP) que actualmente están negociando la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (EEUU).
En la jornada de hoy se ha puesto de relieve que, en un mundo globalizado, los Estados sólo pueden hacer frente al proceso de internacionalización integrándose en organizaciones multilaterales y/o regionales. De ahí la importancia de este acuerdo que contribuirá a una integración regional que supone casi el 50 % del PIB mundial, el 25% de las exportaciones y el 31% de las importaciones mundiales. De este modo, el comercio y la inversión bilaterales sostienen aproximadamente 13 millones de puestos de trabajo a ambos lados del Atlántico.
Asimismo, el TTIP transciende el ámbito bilateral e influirá en las relaciones comerciales con terceros países. Esto es de especial relevancia para América Latina.
Durante las intervenciones se ha resaltado que no existen antecedentes de dos economías de este tamaño negociando una liberalización comercial y de inversiones y una convergencia reglamentaria tan ambiciosas. Asimismo, de acuerdo con diferentes estudios, España figura como uno de los países que más se beneficiarían de una apertura comercial como la que se pretende con el TTIP.
El ministro ha destacado en su intervención que el TTIP es una prioridad para España, ya que abrirá nuevas oportunidades para las empresas, los trabajadores y los consumidores, estimulando la actividad económica y la creación de empleo de calidad.
En este sentido y dado que el acuerdo debe ser equilibrado en su conjunto, en los tres pilares de acceso a mercado, coherencia reglamentaria y reglas globales, el ministro ha subrayado que los intereses de ambas partes deben progresar en paralelo. Asimismo ha destacado que con el Acuerdo no disminuirán los niveles actuales de protección de la seguridad/salud de los consumidores o del medioambiente.
En estos momentos, las negociaciones se centran en: a) acceso a mercados (construcción, infraestructuras, transporte aéreo y marítimo, servicios financieros, inversión y compras públicas), b) convergencia reglamentaria y eliminación de barreras no arancelarias y c) cooperación frente a retos y oportunidades de la economía globalizada del siglo XXI (G8, G20, OMC, OCD).
García-Margallo ha respaldado la labor que realiza la Comisión como negociador comunitario en su tarea de afrontar un reto tan complejo y con el objetivo de alcanzar resultados satisfactorios para ambas partes. Ha expresado su confianza de que pueda cumplirse el calendario previsto para la conclusión del proceso a mediados/finales de 2015.