El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, ha participado en un coloquio celebrado en la Casa de América para conmemorar los 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los 40 años de la Constitución. En el coloquio han intervenido, además del ministro Josep Borrell, Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Caddy Adzuba, defensora congoleña de los derechos humanos y Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2014 y Esteban Beltrán, director para España de Amnistía Internacional. El acto ha sido presentado por la vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, Carmen Calvo.
También se han celebrado los 20 años de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los defensores de los derechos humanos, aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas en diciembre de 1998, que reconoce la labor de quienes promueven y protegen los derechos humanos y piden responsabilidades a sus gobiernos cuando las autoridades los violan, así como los 20 años de la aprobación del estatuto de la Corte Penal Internacional.
El acto ha rendido igualmente homenaje a los defensores que han dado su vida por sus derechos humanos y por los de sus semejantes (por ejemplo, a los más de sesenta periodistas asesinados en 2017), a las víctimas de todas las violaciones de derechos humanos, incluidas las de genocidios, que desgraciadamente han tenido lugar durante estos setenta años en Camboya, Ruanda o la antigua Yugoslavia, así como a las víctimas del terrorismo, un recuerdo de especial trascendencia para España al cumplirse 40 años de la Constitución.
Los derechos humanos son la clave de bóveda de nuestro sistema político. El artículo 10 de la Constitución española establece que “la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social”; y que “las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por España”.
En su intervención, el ministro Borrell ha destacado la importancia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuya adopción hace setenta años constituye un hito que no ha perdido importancia histórica a lo largo de los años con un carácter universal y omnicomprensivo que sería difícil de replicar en la actualidad, así como el carácter clave de la Unión Europea como punta de lanza de la defensa de los Derechos Humanos en todo el mundo.