El Centro Sefarad-Israel celebra hoy un evento conmemorativo del trigésimo aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre España y el estado de Israel en el que intervienen el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación José Manuel García-Margallo, el secretario de estado de Asuntos Exteriores Ignacio Ybáñez, el embajador de Israel Daniel Kutner, el ex ministro de Asuntos Exteriores de Israel y ex embajador en España Shlomo Ben Ami, el ex secretario de estado de Asuntos Exteriores e Iberoamericanos Juan Antonio Yáñez, el director general para el Magreb, África, Mediterráneo y Oriente Próximo Manuel Gómez-Acebo y el director del Centro Sefarad-Israel Miguel de Lucas.
El ministro en su intervención ha destacado que la superación en 1986 del anacronismo de la ausencia de relaciones diplomáticas entre España e Israel supuso el inicio de tres décadas no sólo de relaciones entre dos estados, sino también de intercambios económicos, culturales, científicos, educativos y de toda índole entre las sociedades civiles, a los que han contribuido numerosas instituciones, entre las que destaca el propio Centro Sefarad-Israel, el Instituto Cervantes de Tel Aviv, las Comunidades Judías en España o la Red de Juderías de España-Caminos de Sefarad.
El establecimiento de relaciones con Israel no sólo ha resultado provechoso para la relación política entre dos estados sino que ha permitido a España jugar un papel más activo en la búsqueda de la paz en el ámbito mediterráneo, con hitos como la celebración en Madrid de la Conferencia de Paz de 1991; el comienzo en 1995, bajo presidencia española de la Unión Europea, del proceso de Barcelona, de donde trae origen la Unión por el Mediterráneo; la iniciativa en 2002 del gobierno de José María Aznar, también durante la presidencia española de la Unión Europea, del Cuarteto para Oriente Próximo, el único formato de mediación internacional aceptado por las partes y que continúa activo. Una labor que continuamos ejerciendo tanto en el seno de la Unión Europea como en nuestra condición de miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Prueba de ello es la propuesta de España el pasado mes de octubre en el debate abierto del Consejo de Seguridad sobre Oriente Medio de una nueva conferencia internacional que retome el “espíritu de Madrid”, es decir, que combine las negociaciones directas entre las partes con el apoyo y estímulo de la comunidad internacional hacia el objetivo de dos estados que puedan vivir en paz y seguridad.
España y el mundo judío han recorrido un largo camino desde su desencuentro hace quinientos años hasta la aprobación en 2015 de la ley en materia de concesión de la nacionalidad española a los sefardíes originarios de España.
España e Israel son naciones unidas no sólo por su pasado común sino por un vínculo de modernidad con proyección de futuro. Tenemos la intención de aprovechar este aniversario para dinamizar aún más nuestras relaciones en campos como la economía, el comercio, la innovación tecnológica, la educación o la cultura. La excelencia académica y alta capacidad tecnológica en ambos países son bases sólidas para una cooperación mutuamente beneficiosa en el plano académico, de investigación y de las empresas, una realidad ya en algunos sectores, como las infraestructuras y la energía.
Continuaremos asimismo estrechando los lazos en ámbitos como la cultura o la educación, donde ya destacan logros importantes como la Cátedra Ortega y Gasset de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
El ministro concluyó su intervención señalando que en estos treinta años España ha encontrado en Israel a un socio muy valioso en su proyección exterior hacia el otro extremo del Mediterráneo, un socio con el que seguirá trabajando los próximos años para estrechar lazos, acercar a ambos pueblos y avanzar hacia la paz.