España manifiesta su firme apoyo a la labor humanitaria desempeñada por Naciones Unidas en Siria. Sin el crucial trabajo de Naciones Unidas no hubiera sido posible la mejora de la situación humanitaria experimentada desde la creación del Grupo Internacional de Apoyo a Siria. Esta labor es ejecutada con absoluta neutralidad y grave riesgo para la vida e integridad física de los trabajadores de Naciones Unidas, de sus colaboradores locales, así como del personal de las organizaciones no gubernamentales también presentes en Siria.
A fin de contribuir a mejorar las condiciones de seguridad en que el personal de Naciones Unidas lleva a cabo su trabajo y en la esperanza de que beneficie también al resto de los trabajadores humanitarios en Siria, España ha propuesto en la reunión del grupo de trabajo de cese de hostilidades del Grupo Internacional de Apoyo a Siria celebrada hoy 7 de julio que se considere la posibilidad de ampliar el periodo de calma respetado durante la festividad de Eid-al-Fitur a ciertos casos de entrega de ayuda humanitaria por Naciones Unidas. Preocupa, en particular, el acceso de grandes convoyes a localidades sitiadas en las que últimamente se han registrado víctimas entre el personal humanitario. La propuesta busca prolongar el compromiso público de las partes en conflicto con el acuerdo de cese de hostilidades del pasado mes de febrero.
El gobierno de España reitera su convicción de que la mejor manera de acabar con la tragedia humana que vive el pueblo sirio es poner fin al conflicto cuanto antes promoviendo una solución política en el marco de la mediación de Naciones Unidas.
Mientras tanto, España trabaja con perseverancia y determinación por aliviar el sufrimiento del pueblo sirio con el impulso de medidas como la resolución 2258 (2015) del Consejo de Seguridad, que renovó en diciembre el marco general para la prestación de asistencia humanitaria en Siria, y la resolución 2286 (2016) de mayo pasado sobre asistencia médica en conflictos armados. En la actualidad España ha propuesto la pronta adopción por el Consejo de Seguridad de una nueva resolución que apuntale y desarrolle las mejoras experimentadas en Siria en las últimas semanas, iniciativa en la que trabaja junto con Nueva Zelanda y Egipto.