España ve con honda preocupación la ocupación por fuerzas de la organización terrorista Daesh de la ciudad siria de Palmira. A los sufrimientos provocados a personas inocentes por asesinatos, violencias y destrucciones se suma la inquietud por la suerte del rico patrimonio histórico de Palmira, orgullo de Siria y de las civilizaciones que a lo largo de la historia han ido dejando su legado en ella.
Quienquiera que destruya deliberadamente el patrimonio histórico y cultural de Palmira comete un crimen de guerra contra Siria y contra toda la humanidad por el que tendrá que responder ante la justicia internacional.
El gobierno de España reitera su solidaridad con el pueblo sirio y su apoyo a la mediación de Naciones Unidas para poner fin a un conflicto que en sus más de cuatro años ha producido indecibles pérdidas humanas, sufrimiento y destrucción.