El Gobierno de España condena en los términos más enérgicos y expresa su repulsa por la acción terrorista que ha supuesto la explosión de una bomba ante la Embajada del Reino de Marruecos en Trípoli, causando daños materiales a la Cancillería y edificios cercanos.
España reitera el principio de inviolabilidad de las Representaciones diplomáticas en el extranjero, a la vez que recuerda su máximo compromiso e implicación en la lucha contra cualquier tipo de terrorismo.
Asimismo el gobierno urge a todas las partes del conflicto libio a concluir positivamente las negociaciones lideradas por el Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas, Bernardino León, con el objeto de lograr un acuerdo sobre un Gobierno de Unidad Nacional, que permita recuperar la estabilidad política del país y la erradicación de la barbarie terrorista.