El Gobierno de España hace un llamamiento urgente a la calma y la contención, y expresa sus condolencias a los familiares de las víctimas, así como sus deseos de recuperación para los heridos.
Libia es un país socio y amigo que atraviesa un periodo difícil de consolidación de una transición política surgida de la revolución de 2011. Las autoridades, que cuentan con el apoyo español, europeo e internacional, están llamadas a asumir sus responsabilidades y esforzarse por mantener la paz pública y propiciar un consenso nacional.
España apela al sentido patriótico de todos los grupos y estamentos para entablar un diálogo nacional y alcanzar acuerdos de gobernabilidad que permitan recuperar la estabilidad y la paz social de modo que se pueda lograr el éxito de la transición política y recuperar el crecimiento económico.