El ministro de Cultura y Deporte en funciones, José Guirao, ha celebrado la incorporación del proceso artesanal para la elaboración de las cerámicas de Talavera de la Reina y de El Puente del Arzobispo, de Toledo, a la Lista representativa de
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
Las dos manifestaciones culturales españolas forman parte de una candidatura internacional presentada por España y México. La propuesta incluye la tradición ceramista de las comunidades mexicanas de Puebla y Tlaxcala, de origen prehispánico, que alcanzó un gran desarrollo a partir del siglo XVI con la tecnología y los materiales introducidos por los españoles.
El ministro de Cultura y Deporte ha señalado la trascendencia de esta declaración porque “por primera vez, la Lista de la Unesco reconoce explícitamente el fuerte vínculo cultural que une a América Latina con España y contribuye a impulsar la cooperación internacional entre las naciones de habla hispana en torno al Patrimonio Cultural Inmaterial”.
Para José Guirao, “este proceso artesanal de elaboración de las cerámicas merece sobradamente la declaración reconocida hoy por UNESCO”. “Es una tradición cerámica que se ha mantenido y que hay que mantener”, ha dicho y ha indicado que estas cerámicas son un referente nacional e internacional. “Todo el mundo cuando habla de cerámica fuera de España, se acuerda de la de Talavera, que es una cerámica conocida y reconocida. Esperamos que con esta declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial se refuerce su conocimiento a nivel mundial”.
Coincidiendo con esta declaración, hoy se inaugura en la sede del Comité de la Unesco en Bogotá una exposición sobre esta candidatura que bajo el título “Manos de barro, agua, fuego y corazón” dará a conocer los procesos artesanales de estas cerámicas.
Una tradición viva desde el siglo XVI
La producción de cerámica en Talavera y Puente del Arzobispo es una tradición artesanal que pervive desde hace cinco siglos y mantiene activos todavía hoy más de cuarenta talleres en las dos localidades toledanas. El éxito de la loza talaverana se extendió por toda la península ibérica y llegó a México en el siglo XVI.
La evolución de las técnicas y el desarrollo diferenciado de la producción de esta cerámica en ambos países, no ha impedido que el proceso de elaboración, esmaltado y decorado, conserve el mismo patrón que en sus orígenes. Cada taller mantiene su propia identidad, plasmada en el desarrollo de las formas, decoraciones, coloridos y barnices, que da lugar a piezas únicas.
Los artesanos se han convertido en depositarios de estas artes y técnicas inmateriales, haciéndose responsables de su preservación y de su transmisión a la siguiente generación. En el caso de España, han sido los propios artesanos, agrupados en la asociación “Tierras de Cerámica”, quienes impulsaron la candidatura ahora aprobada.
España, tercer país en la Lista y primero en buenas prácticas
Con esta inscripción, España suma ya 19 manifestaciones culturales declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y se consolida como el tercer país con mayor presencia en la Lista de la UNESCO, desde que en 2008 se incluyeran el Misterio de Elche y la Patum de Berga.