Entre los días 5 al 9 de octubre tuvo lugar la 66ª sesión del Comité Ejecutivo de ACNUR. Este comité, que se reúne una vez al año, está compuesto por 98 países y tiene como misión aprobar los programas y el presupuesto de ACNUR. Éste fue el último del actual Alto Comisionado para los Refugiados, António Guterres, tras 10 años en el puesto.
El segmento de alto nivel de esta sesión se centró en la situación de los refugiados afganos, dando de nuevo visibilidad a una crisis que se ha prolongado más de tres décadas. Los dos principales países de acogida son Paquistán, con 1.6 millones registrados, e Irán, con 950.000 registrados. Al evento acudieron altos funcionarios, de rango ministerial, de cada uno de estos tres países. El presidente afgano tuvo que cancelar su viaje debido a los eventos ocurridos en Kunduz.
La elección de la temática del segmento se realiza en un momento en el que hay un nuevo compromiso por parte de Afganistán: el gobierno ha convertido la repatriación voluntaria y la reintegración de los refugiados en una prioridad nacional. Con la colaboración de Paquistán, Irán y ACNUR, Afganistán ha elaborado un plan de acción en el que se propiciará la repatriación, de una manera digna, segura y voluntaria de los refugiados y se les ayudará a conseguir una reintegración sostenible. Asimismo, la comunidad internacional mostró su compromiso en apoyar los esfuerzos del gobierno afgano en conseguir la paz y prosperidad.