Desde el año 2010 se viene registrando una progresiva reducción del déficit comercial con China. La exportación española a China ha experimentado altas tasas de crecimiento interanuales en los últimos cuatro años, aunque en una senda decreciente: 34,10% en 2010, 27,18% en 2011, 11,09% en 2012 y 4,70% en 2013. Por su parte, las importaciones procedentes de China registran una caída sostenida desde 2011, con la consiguiente reducción del déficit comercial con China que se sitúa en los 13.420 millones de euros en 2013. Con todo ello, la tasa de cobertura ha pasado a situarse en un 22,71%.
En 2013, las exportaciones españolas a China representan el 1,7% del total de la cuota exportadora española. Nuestras exportaciones están concentradas en un grupo reducido de sectores y productos. Los cinco sectores más exportados son: componentes de automoción, materias primas y semimanufacturas de plástico, farmaquímica y productos del cobre y sus aleaciones y automóviles. En el último año, 12.878 empresas españolas exportaron a China, más del doble que a Japón. No obstante, el número de empresas exportadoras regulares se sitúa en 3.070.
Por otro lado, las importaciones desde China se sitúan en torno al 7% del total de la importación española, solamente por detrás de Alemania y Francia. De igual manera, nuestra importación de China también se concentra fuertemente en un grupo reducido de sectores y productos. Los diez primeros sectores representan casi el 50% del valor total de nuestras importaciones. Los cinco sectores principales de importación son: confección femenina, equipos de telecomunicaciones (teléfonos móviles), informática hardware (ordenadores personales), calzado y química orgánica.
En cuanto a nuestros socios europeos, destaca Alemania como el mayor exportador a China, con gran diferencia sobre el resto de países de la UE. Le siguen muy en la distancia, Francia y Reino Unido. Destacan los fuertes crecimientos de las exportaciones del Reino Unido (11,7%), de Italia (9,48%). En cuanto a las importaciones europeas desde China, se observa un retroceso generalizado en 2013, causado en parte por la delicada situación económica europea y por la cierta pérdida de competitividad en precio de las manufactureras chinas.