Tras el bombardeo de Guernica en 1937, el gobierno republicano y las autoridades vascas organizaron la evacuación de unos 20.000 niños.
El Reino Unido fue uno de los países que se ofrecieron a acogerlos. Así, el 23 de mayo de 1937 casi 4.000 niños españoles llegaron a Southampton a bordo del Habana, que fue escoltado durante su travesía por dos barcos de la marina británica.
Lo que iba a ser una acogida temporal se convirtió para algunos en su nuevo hogar. Unos 250 de aquellos niños se quedaron a vivir para siempre en el Reino Unido.
Ellos y sus familias se han encargado de preservar a lo largo de estos años el legado del Habana con la creación de la Asociación de Niños Vascos BCA’37UK, hoy presidida por Simón Martínez.
En recuerdo de aquella historia, el sábado se inauguró en Southampton una placa. Como dijo el embajador español, la placa es una muestra de gratitud a Southampton y al pueblo británico por su generosidad.
Las democracias europeas viven momentos complicados tras la invasión rusa de Ucrania. España y el Reino Unido han sido de los países que más están apoyando a Ucrania y a los refugiados ucranianos. El memorial es el mejor ejemplo de la solidaridad con aquellos que escapan de las guerras.