Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para su funcionamiento, mantener la sesión y personalizar la experiencia del usuario. Más información en nuestra política de Cookies

Encuentro con Maribel Verdú

La actriz española, invitada especial de Espanoramas, mantuvo un diálogo abierto en la Embajada con los especialistas en cine Luis Alegre y Fernando Madedo, y con la prensa y público asistente a este encuentro, que derivó en una charla entrañable sobre su vida, sus películas y otros proyectos que le apasionan como el teatro, al que define como “mágico”.

24 de febrero de 2015
Maribel Verdú, de la que sorprende su naturalidad y sencillez, comenzó su trayectoria en televisión, a la edad de 13 años, con un papel en El Crimen del Capitán Sánchez, de Vicente Aranda. Sería este director quien más tarde marcaría un antes y un después en su carrera al incluirla en el reparto de “Amantes”, momento en que la actriz “sintió que empezaba a ser respetada en el cine”.
 
A partir de ahí ha trabajado con algunos de los mejores directores españoles e internacionales: Carlos Saura, Montxo Armendáriz, Bigas Luna, Ricardo Franco (del que confesó ser al que más ha querido en el cine), Eloy de la Iglesia, Bigas Luna, Gracia Querejeta, los mexicanos Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro o el estadounidense Francis Ford Coppola.  Una larga lista a la que le gustaría añadir –sueña con filmar con ellos– a Juan José Campanella y a Rodrigo García.
 
Luis Alegre agradeció y alabó la selección de películas que componen toda la muestra de Espanoramas, ya que representan diferentes épocas del cine español y los mejores directores de varias generaciones. La selección de películas en torno a la actriz también retrata muy bien  la representatividad de ella, de quien dijo “está en primera plana desde hace 30 años” y se trata de “una de las más respetadas y con mayor proyección internacional”.
 
Treinta años de carrera ininterrumpidos en los que ha procurado elegir siempre una buena historia sobre un personaje, "si el guión es malo da igual tu papel". Personajes que aborda "con sentido común, con verdad y con sinceridad", con los que la actriz se implica tanto como con las causas que le afectan más allá de los rodajes, como la labor de Vicente Ferrer en la India, a la que se unió en 1992, o su vínculo con una asociación de ayuda a galgos maltratados.
 
En Argentina, según el director y productor Fernando Madedo, la película que la dio a conocer fue la mexicana “Y tu mamá también”. Al cine español que se podía acceder - también ahora, en términos generales- era al programado en estas muestras organizadas por la Consejería Cultural de la Embajada o a las coproducciones con este país. No se podía llegar a toda su filmografía.
 
De su experiencia por estas tierras, donde la actriz dice sentirse “como en casa” y con la que mantiene un gran vínculo, Maribel Verdú contó varias anécdotas divertidas, como haber ganado un viaje a Bariloche en un karaoke, junto a José Coronado, que terminaron canjeando por una botella de champán y un oso de peluche, al no poder ir por imposibilidad del rodaje.
 
Alguien del público le preguntó sobre la opinión que a la actriz le merece un director como Pedro Almodóvar, con el que no ha trabajado, y ella alabó mucho sus logros, dijo que “había conseguido un sello” que se podía adivinar, no ya en una secuencia, sino en un solo plano. También mencionó el “gran olfato del realizador” para producir, desde El Deseo, a gente nueva.
 
La charla se alargó también a su vida familiar y a la de su marido, el productor teatral Pedro Larrañaga, que procede de una larga saga de actores. Todo en un ambiente muy agradable, un clima especial, capacidad atribuible a ella, una actriz que ha ido madurando a través de sus personajes y a quien afortunadamente le queda mucho por hacer todavía.
 
20150224_NOT1_Foto1.JPG
De izquierda a derecha: el Consejero Cultural de la Embajada, Juan Duarte, quien moderó el encuentro; Luis Alegre, Maribel Verdú y Fernando Madedo