España condena la reciente aprobación por las autoridades israelíes de permisos para la construcción de ciento ochenta y una viviendas en el asentamiento israelí de Gilo en Jerusalén oriental.
El gobierno de España reitera que, como el resto de la comunidad internacional, considera ilegales según el derecho internacional los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados. Asimismo, el gobierno reafirma que estos asentamientos ilegales son un obstáculo para la viabilidad de la solución de dos estados y, por ende, para la paz, como expuso el informe del Cuarteto para Oriente Medio del pasado mes de julio.
El gobierno insta a las autoridades de Israel a revertir esta decisión.