El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) trabaja para restablecer el contacto entre familiares mediante la localización de personas, reagrupándolas con sus familiares desaparecidos.
Hermanos repatriados de Camerún
En abril de 2014, Ahmed y Yussuf Chiroma, hermanos de 12 y 11 años respectivamente, cursaban sus estudios en una escuela de Kousseri, Camerún, cuando la violencia armada alcanzó Kumshe, su ciudad natal en el noreste de Nigeria. Descubrieron que sus padres habían huido y desde entonces no han tenido señales de ellos.
"Regresamos a Nigeria en agosto. Sin noticias de nuestros padres, no teníamos modo de contactar nuestra abuela, Maryam, que vive en Maiduguri", comenta Yussuf.
"Cuando llegamos a la frontera, nos llevaron a un campo de desplazados internos transitorio en Mubi", dice Yussuf con la madurez de un hombre de más del doble de su edad.
Una vez en Mubi, Ahmed y Yussuf encontraron a sus hermanos mayores, Bakura y Foke, de 18 y 15 años de edad respectivamente, que también fueron repatriados de Camerún.
Sin embargo, los hermanos menores fueron trasladados más tarde a un campo de desplazados en Yola, en el estado de Adamawa, mientras que los mayores fueron llevados a Maiduguri, en el estado de Borno.
"Perdimos el contacto con nuestros hermanos mayores. Estuvimos en Yola durante cuatro meses con otros niños no acompañados y recibimos tres comidas al día. Aun así, Ahmed y yo echábamos de menos a nuestra familia y sólo queríamos ir a casa de nuestra abuela", recuerda Yussuf.
Restablecer el contacto y la esperanza
En el campo de desplazados internos en Yola, un equipo del CICR y la Cruz Roja de Nigeria encontró a los hermanos Chiroma. Los niños les proporcionaron suficiente información para iniciar la búsqueda de su abuela en Maiduguri.
Para los hermanos Chiroma, una persona desplazada en el mismo campo en Yola, les dijo que tenía el número de teléfono de su abuela y que el CICR podría ayudarles a encontrarla.
"El CICR nos contactó unos días después con una imagen de nuestra abuela. Mi hermano y yo estábamos muy contentos cuando supimos que teníamos que prepararnos para abandonar el campo de desplazados internos y volver a casa", dice Yussuf.
Con las buenas noticias entregadas, los hermanos Chiroma tomaron un vuelo del CICR que los llevaría desde Yola a Maiduguri.
"Me pasé el vuelo mirando la foto de mi abuela con mi hermano Ahmed", dice Yussuf, que no puede dejar de sonreír.
El avión aterrizó, los niños se bajaron y corrieron para abrazar a su familia que les estaba esperando a pie de pista.
Para Maryam, la abuela de los hermanos Chiroma, encontrar a los chicos ha sido nada menos que un milagro.
"Todavía estoy sufriendo por la falta de noticias de mi hijo, su padre, pero ahora sólo tengo lágrimas de alegría porque mis nietos están de vuelta a casa", dice Maryam entre sollozos.
Sólo el tiempo dirá cómo el sufrimiento y los años perdidos sin sus seres queridos tendrán un impacto en las vidas de las personas separadas por el conflicto armado. El deseo es que, después de reunirse con sus familias, recuperen también sus esperanzas y sueños para sus vidas.
"Cuando sea grande, quiero ser parte del CICR para ayudar a otros niños a encontrar a sus familias", dice Yussuf con su sonrisa constante.
Jesús Serrano Redondo,
Proyecto de divulgación sobre la situación humanitaria en el nordeste de Nigeria y países vecinos promovido por la Embajada de España en Nigeria con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en colaboración con Jesús Serrano.