El programa de RTVE “Informe Semanal” emite el reportaje “Burriers, camellos por encargo”, que refleja las duras condiciones de los establecimientos penitenciarios peruanos.
En Perú hay unos 270 ciudadanos españoles encarcelados en distintos centros penitenciarios. La gran mayoría son burriers o mulas por encargo; en general, personas con dificultades económicas que viajan a Perú con el propósito de trasladar droga a España acondicionada en su equipaje, adherida a su cuerpo o incluso ingerida. Pero los controles en las fronteras y los aeropuertos peruanos son muy exhaustivos —realizados por agentes policiales y perros adiestrados— de modo que es extremadamente difícil transportar droga al extranjero sin que este hecho sea detectado por las autoridades locales. En la mayoría de las ocasiones, los burriers o mulas por encargo son detenidos antes de abandonar el país y el peso de la justicia cae de forma implacable sobre ellos.
Las penas impuestas por tráfico de drogas oscilan en Perú entre 8 y 15 años de prisión si el delito se realiza de forma individual, y entre 15 y 25 años si el traficante es considerado como miembro de una banda dedicada al narcotráfico. La pena puede ser incluso de cadena perpetua si el procesado es dirigente de una banda que se vale del narcotráfico para financiar delitos de terrorismo.
Para más información, se puede consultar el apartado Asistencia a ciudadanos españoles detenidos en Perú.