El Mediterráneo constituye una de las prioridades de la política exterior española y, también, un área de atención prioritaria para la Unión Europea. Su estabilidad y su prosperidad inciden en las de España y en las de los demás miembros de la Unión Europea. Nuestra relación con el Mediterráneo y con los países de la ribera oriental y meridional no es de mera vecindad sino de partenariado e interdependencia.
En las últimas décadas, la región mediterránea ha sufrido cambios profundos que han hecho de ella una zona notablemente compleja y diversa. Además, en un período marcado por tensiones globales y crisis poliédricas, el Mediterráneo ha sido escenario de la emergencia de nuevos actores y del surgimiento de grandes desafíos derivados de procesos de transición política, conflictos armados, disparidades socioeconómicas, flujos migratorios, alteraciones en el mercado energético o la transición digital. Ante estos retos, España ha promovido la consolidación y profundización del partenariado mediterráneo en sus dos facetas, europea y multilateral.
En clave europea, España ha apoyado decididamente la Política Europea de Vecindad en su dimensión meridional. En 2021 España respaldó la adopción de la Nueva Agenda para el Mediterráneo, y en 2024 ha liderado el debate sobre el fortalecimiento de esta política. Un debate que ha llevado al nombramiento, por primera vez, de una Comisaria para el Mediterráneo, y a la preparación de un Pacto para el Mediterráneo que tiene por objeto redefinir la relación de la UE con la Vecindad Sur (VS), así como con el Golfo. En este impulso de la relación con la VS y los países que la conforman (Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Libia, Marruecos, Palestina, Siria –suspendida desde 2011– y Túnez), España ha facilitado la celebración de varias reuniones ministeriales UE-VS y ha promovido una mayor institucionalización de la relación birregional.
Asimismo, España ha sido particularmente activa en el grupo informal de cooperación mediterránea formado por los nueve Estados Miembros de la UE con proyección mediterránea (MED-9). Desde su creación en 2013 y con el apoyo de España, el MED-9 se ha convertido en un foro consolidado para promover una visión compartida del futuro de la región mediterránea y garantizar que la región siga ocupando un lugar destacado en la agenda de la UE. En noviembre de 2023, Madrid acogió la primera Reunión Ministerial de Asuntos Exteriores del MED-9.
En el ámbito multilateral, paralelamente al impulso dado a la agenda mediterránea de la UE, España ha promovido el lanzamiento y consolidación de un conjunto de iniciativas y foros regionales en los que se aboga por el fortalecimiento del partenariado regional y la coherencia de las agendas y programas de acción.
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El ministro interviene en el VI Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo (UpM) celebrado en diciembrede 2021 en Barcelona. Foto: NOLSOM - MAUC
La Unión por el Mediterráneo (UpM) es la única organización intergubernamental que reúne a 43 países del Mediterráneo: los 27 Estados Miembros de la Unión Europea y 16 países del Este y Sur del Mediterráneo. Creada en 2008 como heredera y continuadora del Proceso de Barcelona que se había iniciado en 1995, la UpM tiene como propósito convertir la región mediterránea en un espacio común de paz, estabilidad, prosperidad y seguridad. Para ello, la organización ha venido desplegando su acción en torno a tres grandes áreas: diálogo político, cooperación regional y apoyo a proyectos con impacto directo en la ciudadanía. Desde el año 2010, el Secretariado de la Unión por el Mediterráneo tiene su sede en Barcelona. El funcionamiento de la UpM responde a los principios de co-apropiación de las decisiones – tomadas por consenso – y corresponsabilidad entre los miembros del norte y los del sur del Mediterráneo. Desde 2023, España ha liderado, de la mano de otros países, el proceso de fortalecimiento de la UpM, con la adopción de un paquete de medidas que mejoran su gestión interna y la propuesta de nuevas prioridades que quedarán reflejadas en una Hoja de Ruta cuya adopción está prevista a finales de 2025, coincidiendo con el 30º aniversario del Proceso de Barcelona.
Otra de las instituciones multilaterales en la que España participa de forma destacada es la Fundación Anna Lindh (FAL). Creada en 2004 con el propósito de promover el diálogo entre culturas y civilizaciones, la FAL es una fundación independiente con sede en Alejandría, vinculada a la Unión por el Mediterráneo (UpM) y regida por una Junta de Gobernadores en la que están representados los 43 Estados Miembros de la UpM. En los últimos años, en un contexto regional particularmente complejo, España ha apostado por el fortalecimiento de esta institución y su programa de trabajo, con el fin de promover el diálogo intercultural, fortalecer las sociedades civiles mediterráneas y contribuir a la reducción de las desigualdades.
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Foto de familia de los participantes en la 6ª reunión de la Unión Por el Mediterráneo (UpM). Barcelona, diciembre de 2021. Foto: NOLSOM - MAUC
Por otra parte, la cooperación entre los países de la cuenca del Mediterráneo occidental es la base del denominado Diálogo 5+5, integrado por España, Portugal, Francia, Italia y Malta, por el lado europeo, y por los cinco países del Magreb, Marruecos, Argelia, Libia, Mauritania y Túnez. Este foro fue creado en octubre de 1990, en Roma, como primer foro de cooperación reforzada entre las dos orillas del Mediterráneo. Supuso el lanzamiento de la Política Mediterránea Renovada para buscar soluciones comunes a problemas compartidos y sirvió como antesala de las estructuras que se construyeron con el Proceso de Barcelona a partir de 1995. Desde su establecimiento, el Diálogo 5+5 ha propiciado la celebración de un conjunto de reuniones ministeriales tanto de asuntos exteriores, como de otras áreas sectoriales. A pesar de las tensiones regionales, estas reuniones han demostrado tener gran utilidad práctica. A modo de ejemplo, en marzo de 2015, en la primera reunión ministerial sobre Agua, se aprobó la Estrategia del Agua para el Mediterráneo Occidental, iniciativa de España y Argelia.
Asimismo, desde 1994, los países de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) invitan a los Socios Mediterráneos para la Cooperación a participar en actividades propias de la organización. En esta iniciativa se incluyen Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Marruecos y Túnez. El objetivo es mantener la seguridad en la región de la OSCE y la Cuenca Sur del Mediterráneo a través del diálogo, la adopción de principios y compromisos, la cooperación en los ámbitos de actividad de la OSCE y la transferencia de la experiencia atesorada por la OSCE y sus Estados Miembros.
Por otra parte, el Diálogo Mediterráneo de la OTAN surgió en 1994, impulsado por España. Agrupa a siete países no miembros de la alianza atlántica, pero de importancia estratégica en la región mediterránea: Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Mauritania, Marruecos y Túnez. El objetivo es consolidar la seguridad en Europa, estrechamente ligada a la seguridad y estabilidad del Mediterráneo.
Otro marco de cooperación mediterránea es el Programa MENA (Middle East and North African Countries) de la OCDE, que promueve la buena gobernanza, la igualdad de género, las reformas estructurales, la competitividad económica y el desarrollo de otras áreas políticas clave. Puesto en marcha a finales de 2004, el Programa MENA es el primero por el que la OCDE desarrolla su actividad con los países árabes. Entre sus iniciativas destacan los valiosos estudios en materia de integración regional, gobernanza y competitividad.
Por último, y como complemento a los esfuerzos realizados en política exterior, España cuenta con dos instituciones de gran relevancia para el conocimiento del Mediterráneo y el acercamiento entre los países y sociedades que lo conforman.
En primer lugar, el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed), un consorcio fundado en 1989 e integrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona. El IEMed tiene por objeto fomentar la reflexión y las actuaciones que contribuyan a la comprensión mutua, el intercambio y la cooperación entre los distintos países, sociedades y culturas mediterráneas, y promover la construcción progresiva de un espacio de paz y estabilidad, de prosperidad compartida y de diálogo entre culturas y civilizaciones en el Mediterráneo.
En segundo lugar, fundada en 2009, la Casa Mediterráneo es un consorcio público integrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la Generalitat Valenciana, los ayuntamientos de Alicante, Benidorm y Xàbia y la Diputación de Alicante. Su objetivo fundamental es el fomento del conocimiento mutuo y el acercamiento entre España y el resto de los países de la cuenca mediterránea, en áreas tan diversas como la cultura, la economía, el cambio climático, la igualdad de género o la innovación científica y tecnológica.