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ENTREVISTA EN “LA OPINION” de Murcia

«La estabilidad del Partido Popular es Rajoy. Sería suicida una guerra sucesoria»

José Manuel García Margallo ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación. Recién llegado de Honduras, el ministro se topa con una nueva masacre yihadista, esta vez en Bruselas, y apuesta por que Occidente apoye a las tropas locales para «acabar» con el terrorismo del Isis. García-Margallo cree inevitables unas nuevas elecciones generales por la negativa del PSOE a formar la gran coalición y defende la continuidad de Rajoy al frente del PP.

“LA OPINION” de Murcia, JOSÉ E. MUNERA, 28-3-2016

martes 29 marzo 2016

P. ¿Cómo se explica este nuevo ataque terrorista en el corazón de Europa con la matanza yihadista en Bruselas?
R. No le doy demasiada relevancia al hecho de que se haya producido en Bruselas; podía haber sido en cualquier otra ciudad del mundo. Lo significativo es que es una prueba más de que estamos ante un terrorismo distinto al que habíamos conocido.

P. ¿En qué consiste este terrorismo «de nuevo cuño», como usted lo define?
R. Daesh o el Estado Islámico utiliza el terror, pero no sólo es una organización terrorista. Tiene características propias de los estados. En los territorios que ocupa presta servicios a la ciudadanía, utiliza los medios de comunicación y las redes sociales para fnanciarse y reclutar gente. Y lo que es más importante, tienen una estructura militar muy bien organizada a cargo de exoficiales de Sadam Hussein. Nos equivocaríamos si intentamos asimilar Daesh a otros fenómenos anteriores o coetáneos de carácter local como Al Nusra, que actúa en Siria. Y su objetivo es recrear el califato; desconocen o superan el concepto de estado tradicional, que lo asocian a Occidente.

 
P. Bruselas el 22-M y París cuatro meses antes, el 13-N. ¿Qué tienen en común los dos ataques? ¿Qué hemos aprendido?

R. Aunque ya lo sabíamos de antes, en París lo que aprendimos, y en Bruselas se ha demostrado ahora, es que Daesh ya no actúa a través de «lobos solitarios», sino a través de comandos muy sincronizados entre ellos. Y en segundo lugar, que Occidente se ha convertido en un objetivo prioritario. En los movimientos terroristas anteriores, la jerarquía era: primero el estado de Israel, luego los de fe islámica que no compartían su visión del Islam y luego Occidente. Ahora parece que Occidente es el primer objetivo. Nos falta una respuesta ajustada a este fenómeno nuevo.

P. ¿Qué ha fallado en los dispositivos de seguridad? ¿Se pueden evitar este tipo de atentados?
R. Son muy difíciles de evitar. Daesh tiene células durmientes que se pueden activar a distancia con una simple llamada telefónica o con un golpe de ratón. Como hemos visto en Bruselas y vimos en París, los que cometen los atentados ya han renunciado a sus vidas y son muy difíciles de parar.

P. ¿Y cómo se puede combatir el Daesh o Estado Islámico?
R. Lo primero es sacarlos de los territorios que ocupan: una parte de Siria, otra de Irak y, lo que es más signifcativo para España, una parte de Libia. En el último año han avanzado en la costa y ocupan casi 300 kilómetros; han profundizado hacia el sur en un triángulo y tienen un enclave mucho más al sur que les permite conectar con el norte de Mali, donde está Al Qaeda del Magreb y Boko Haram en Nigeria.

P. Ya hay asentamientos del Daesh a 1.500 kilómetros en línea recta desde Alicante...
R. Me preocupa especialmente como ministro español porque los tenemos en la frontera de casa. Hay que acabar con ellos y discrepo de las críticas de Pablo Iglesias a las acciones militares de la coalición en Irak. Occidente no debe intervenir con tropas en tierra para evitar un nuevo conficto con el Islam, pero sí debe apoyar a las tropas locales que combaten y, eventualmente, a las tropas del mundo islámico. España tiene a 300 hombres formando a las tropas iraquíes. Lo importante ahora es la victoria militar sobre Daesh.

P. Y si se logra la victoria militar sobre Daesh, ¿cuál sería la hoja de ruta posterior de Occidente ante el Islam?
R. A partir de ahí hay que procurar que los procesos políticos en los territorios que se liberen sean inclusivos y que las poblaciones vean el dividendo de la paz, darles seguridad, sanidad, educación y bienestar. Y hay que intentar acabar con el conficto cultural. Por eso españa da gran importancia a la Alianza de las Civilizaciones y al Centro de Diálogo Interreligioso y Cultural de Viena, la Vecindad Sur y la Conferencia de Líderes Religiosos. Vamos a intentar hacer una narrativa del Islam que sea alternativa y contraria a la que hace Daesh, que es excluyente, totalitaria y violenta.

P. De vuelta a España, ¿estamos condenados a volver a votar en unas generales a fnal de junio?
R. Primero: para saber la fórmula hay que saber el problema. Estamos en una fase de debilitamiento de la economía, con una Europa que se enfrenta aún a los rescates económicos no resueltos, la crisis de los refugiados, el referéndum del Reino Unido, el desafío secesionista de primera magnitud que afecta a España... Para hacer frente a estos retos se necesita un gobierno con un apoyo
parlamentario muy sólido y compuesto por partidos relativamente homogéneos, que coincidan en lo sustancial.

P. O sea, la gran coalición PP-PSOE-Ciudadanos...

R. Eso quiere decir que la única coalición posible y capaz de satisfacer las necesidades de España en este momento es la formada por PP, PSOE y Ciudadanos. Coincidimos en la unidad de España, en el modelo de economía social de mercado y no economía a la venezolana, en el proyecto europeo y en la lucha contra el terrorismo. Si eso es así, parece sencillo hacer una coalición. Y ya que Albert Rivera cita tanto a [Adolfo] Suárez, el expresidente dijo aquello de que había que elevar a la categoría política de normal lo que a nivel de calle es simplemente normal. Y lo normal es que se forme esa coalición como la hay en veintitantos países de la Unión Europea y que esa coalición la lidere el partido que ha ganado las elecciones.

P. ¿Y cuál es el impedimento para esa gran coalición?
R. El problema es que [Pedro] Sánchez ha decidido que ni agua. La solución es muy difícil. Y si la situación continúa así tendremos que ir a unas elecciones. Las alternativas son sólo dos: una gran coalición de izquierdas con PSOE, Podemos, IU y PNV, que sumaría 167 escaños, y la abstención de todos los demás, incluidos los independentistas. Yo creo que es algo totalmente contrario a los intereses de España y también a los del Partido Socialista. Y la otra alternativa son nuevas elecciones. Y con nuevos comicios, probablemente la ecuación no varíe demasiado.

P. ¿Y si, como parece probable, el escenario no cambia sustancialmente después de unas nuevas elecciones el 26 de junio?
R. La única solución es que Sánchez y Rajoy, que son los dos que pueden formar gobierno, se comprometan desde este momento a que ninguno de ellos lo intentará si no es la lista más votada y que favorecerá un gobierno con apoyo parlamentario. Es relativamente sencillo y muy esperanzador. Habría que hacer una agenda cerrada de los temas a resolver y las grandes reformas para afrontar esos retos. Es lo que hicimos un poco en la Transición en 1977 y es más fácil hacerlo ahora porque se dan mejores condiciones que entonces.

«La masacre de Bruselas confirma que el Daesh está muy sincronizado y que Occidente es su objetivo»

«Es muy dífícil de evitar. Las células durmientes se activan a distancia con una llamada o un golpe de ratón»