Así se pronunció José Manuel García-Margallo durante la inauguración de un evento conmemorativo del trigésimo aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre el Reino de España y el Estado de Israel. Junto al ministro, intervinieron, entre otras autoridades, el secretario de Estado Ignacio Ybáñez; el embajador de Israel, Daniel Kutner; el ex ministro de Israel y ex embajador en España, Shlomo Ben Ami, y el ex secretario de Estado Juan Antonio Yáñez-Barnuevo.
En su intervención, García-Margallo subrayó que la superación del anacronismo de la ausencia de relaciones diplomáticas entre España e Israel supuso el inicio de tres décadas no sólo de relaciones entre dos Estados, sino también de intercambios económicos, culturales, científicos, educativos y de toda índole entre las sociedades civiles, a los que han contribuido numerosas instituciones, entre las que destaca el propio Centro Sefarad-Israel, el Instituto Cervantes de Tel Aviv, las Comunidades Judías en España o la Red de Juderías de España-Caminos de Sefarad.
Aseguró también el ministro que el establecimiento de relaciones ha permitido a España jugar un papel más activo en la búsqueda de la paz en el ámbito mediterráneo, con hitos como la celebración en Madrid de la Conferencia de Paz de 1991; el comienzo en 1995, bajo presidencia española de la Unión Europea, del Proceso de Barcelona, origen de la Unión por el Mediterráneo, o la iniciativa en 2002, también durante la presidencia española de la Unión Europea, del Cuarteto para Oriente Próximo.
El ministro García-Margallo concluyó su intervención subrayando que en estos treinta años España ha encontrado en Israel a un socio muy valioso en su proyección exterior hacia el otro extremo del Mediterráneo, un socio con el que seguirá trabajando los próximos años para estrechar lazos, acercar a ambos pueblos y avanzar hacia la paz.