El reciente anuncio de las autoridades israelíes de nuevas construcciones de viviendas en asentamientos y de legalización de construcciones previas en los territorios palestinos ocupados suscita la grave preocupación de España.
Los asentamientos de colonos en los territorios ocupados, incluyendo Jerusalén Este, suponen un obstáculo para la paz, al poner en riesgo la viabilidad de la solución de dos estados que convivan en paz y seguridad, y son ilegales a la luz del derecho internacional.