España lamenta y condena el anuncio de la Oficina del Primer Ministro israelí de 29 de julio de 2015, relativo a la autorización de la construcción inmediata de trescientas nuevas viviendas en Beit El, en Cisjordania, así como de la planificación de quinientas nuevas viviendas en Jerusalén Este.
España reitera que los asentamientos construidos en los territorios ocupados, incluyendo Jerusalén Este, son ilegales a la luz del Derecho Internacional y constituyen un obstáculo para la paz. España considera que es necesario en estos momentos generar el clima de confianza imprescindible para lograr el objetivo prioritario de la comunidad internacional de reanudación de las negociaciones de paz entre las partes, con el objetivo de preservar la viabilidad de la solución de los dos estados. Y, por ello, España llama a las autoridades israelíes a reconsiderar estas decisiones que menoscaban la confianza y afectan a la viabilidad de la solución de dos estados.