España condena en los términos más enérgicos el atroz y cobarde asesinato, según todos los indicios, del fotoperiodista estadounidense James Foley, tras su secuestro en Siria, en lo que supone un atentado injustificable contra la dignidad humana y la libertad de prensa. El Gobierno, en nombre del pueblo español, manifiesta su honda tristeza ante este acto de chantaje y barbarie, y traslada sus condolencias más sentidas a la familia de James Foley, a las autoridades estadounidenses, así como a los compañeros de profesión.
Este brutal asesinato, perpetrado según los indicios conocidos por miembros del Estado Islámico, es una señal más de la importancia de combatir el terrorismo que constituye una amenaza no solo para la región, sino para la seguridad global. España seguirá participando, junto a sus socios, en los esfuerzos internacionales encaminados a poner fin al sufrimiento de la población civil y favorecer la paz y estabilidad en Oriente Próximo.