España condena la violencia que ha acabado con la vida de numerosos refugiados en el campo de Ashraf, en Irak. El Gobierno de España envía sus condolencias a los familiares de las víctimas, y desea una pronta recuperación a los heridos.
España manifiesta su deseo de que las autoridades iraquíes y la Misión de Naciones Unidas de Asistencia a Irak culminen una investigación que permita llevar a los culpables de estos hechos ante la justicia. Asimismo, recuerda la importancia de que las autoridades garanticen la protección de la población refugiada.