Ante la nueva situación en Egipto, España llama a la calma y urge a todas las partes a la contención y la prudencia. El Gobierno de España lamenta las víctimas mortales, transmite sus más sentidas condolencias a sus familiares, y hace votos por la pronta recuperación de los heridos.
La sucesión de acontecimientos en los últimos meses ha ido generando una creciente tensión y una grave división en la sociedad egipcia, hasta el punto de comprometer cualquier posibilidad de acuerdo capaz de aproximar las posiciones de las partes. Esto no debe justificar la cancelación del proceso democrático iniciado hace más de dos años en Egipto, por lo que el Gobierno de España insta al restablecimiento del poder civil en el plazo más breve posible; un poder que debe respetar e integrar las diferentes sensibilidades que coexisten en la sociedad egipcia.
A tal fin, deben convocarse elecciones sin tardanza que devuelvan la palabra al pueblo a través de cauces democráticos institucionales.
España ha apoyado y acompañado desde el inicio el proceso de transición, y confía en que el pueblo amigo de Egipto será capaz de superar esta dura prueba, saliendo reforzado de ella.