Hace 30 años se creó la actual Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aecid), el organismo que centraliza la contribución de España a la lucha contra la pobreza y a la promoción del desarrollo sostenible. La agencia depende del Ministerio de Exteriores y Cooperación y, concretamente, de la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe. Hablamos con su titular, Fernando García Casas.
¿Qué hitos destacaría de estos 30 años de historia de la AECID?
Han sido muchas las áreas en las que el trabajo de la Aecid, en colaboración con muchos otros actores de nuestro sistema de cooperación, ha permitido contribuir al desarrollo de sus países socios. Entre ellas, es preciso destacar el fortalecimiento institucional y el fomento de los sistemas democráticos; la preservación del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático; el fomento del desarrollo rural y la seguridad alimentaria; la erradicación del trabajo infantil; o el acceso a la educación. Han sido también muy relevantes los logros alcanzados en salud y habitabilidad gracias a las intervenciones en materia de agua y saneamiento en América Latina o, a modo de ejemplo, los avances en las investigaciones sobre la malaria que la agencia ha venido apoyando en Manhiça (Mozambique). Quisiera también subrayar la prioridad transversal que siempre han tenido y siguen teniendo las acciones en favor de la igualdad de género y de apoyo a los pueblos indígenas.
La acción humanitaria y su coordinación con otros actores, con ocasión de desastres naturales y otras emergencias, es también una de las principales prioridades de la Aecid. Y no querría dejar de citar a la cultura, convencido de que es también parte esencial del desarrollo. Nuestra red de centros culturales, repartidos por América Latina y África Subsahariana, viene favoreciendo la creación cultural y formando a actores culturales locales, de forma que el sector cultural de los países con los que cooperamos sea también un motor de desarrollo. Me gustaría destacar, por último, que la Aecid se ha convertido en estos treinta años en un referente tanto en los países socios en los que trabajamos, como entre los demás donantes, y que ha mantenido siempre un diálogo fluido y constante con los demás actores de la Cooperación Española, en particular con la cooperación descentralizada y con la sociedad civil, sin los cuales no habría podido conseguir sus objetivos.
¿Cómo tienen pensado celebrar esta efeméride?
El trigésimo aniversario de la Aecid en 2018 coincidirá con una apasionante etapa de relanzamiento de la Cooperación Española y de impulso en la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En los primeros meses del año se aprobará el V Plan Director de la Cooperación Española para el periodo 2018-2021, tras un largo e intenso proceso de elaboración y concertación con la gran pluralidad de actores implicados en la cooperación en nuestro país. El nuevo Plan Director, que tiene como referencia principal la Agenda 2030 de Naciones Unidas, incluirá las tres dimensiones del desarrollo (social, económica y medioambiental), así como nuevos temas de actualidad como las migraciones y la seguridad, además de abrir el camino para la negociación de nuevos Marcos de Asociación País (MAP) con nuestros países socios.
Como acciones más específicas, España acogerá del 5 al 9 de noviembre de 2018 la Cumbre Parlamentaria contra el Hambre, coorganizada con el Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe. En el ámbito de la acción humanitaria, esperamos en 2018 poner en marcha el equipo médico español (Start) para emergencias, los conocidos como ‘chalecos rojos’. Y en el área cultural, la celebración en 2018 del Año Europeo del Patrimonio será una excelente ocasión para la difusión de nuestra experiencia en materia de Patrimonio y Desarrollo. Por último, en el mes de julio, nos presentaremos al ‘examen voluntario’ sobre la aplicación de la Agenda 2030 en nuestro país, respondiendo así a la importancia decisiva que nuestro país otorga a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda.
Todas estas actividades formarán parte de nuestro plan de trabajo con ocasión del 30 aniversario de la creación de la Agencia y deben servir para darnos un nuevo impulso que permita responder a las demandas de nuestra sociedad. La erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible seguirán siendo, en todo caso, nuestro objetivo principal. Y como valor principal de la Agencia quiero subrayar la labor abnegada de los miles de personas que en estos 30 años, tanto en sede central como en su despliegue en el exterior, han dedicado sus capacidades y esfuerzos a hacer posible el desarrollo sostenible. Son, sin duda, las personas, nuestros cooperantes y técnicos, la principal riqueza de la Aecid. Por todas estas razones, en el próximo año celebraremos un acto con la presencia de Su Majestad la Reina que de manera inclusiva convocará a todos los actores de la cooperación española para celebrar estos 30 años de la agencia.
La ONU lanzó hace dos años los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 ¿Cómo puede sumarse la cooperación española a esta nueva corriente?
España está plenamente comprometida con la Agenda 2030 y con los ODS aprobados en septiembre de 2015. No hay que olvidar que son de aplicación universal por lo que su cumplimiento debe constituir una política de Estado que guíe todas nuestras políticas y acciones, tanto en el ámbito interno como en el plano exterior.
España está participando activamente en todos los debates relativos a la Agenda, como es el caso del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE, además de haber sido una activa negociadora del nuevo Consenso Europeo para el Desarrollo. En el ámbito de las Naciones Unidas hemos sido el primero y principal contribuyente del único Fondo destinado hasta ahora a la aplicación de la Agenda 2030, el Fondo de los ODS del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que hemos decidido transferir al Fondo Conjunto para la Agenda 2030, en el que participarán más agencias de Naciones Unidas y otros donantes.
¿Cuáles son actualmente los países o regiones del mundo que más se benefician de la cooperación española y en qué áreas se opera fundamentalmente?
El V Plan Director de la Cooperación Española mantendrá la concentración en algunas áreas geográficas y países de asociación en América Latina, África Occidental y Sahel y Magreb y Oriente Medio. Por otro lado, los sectores de Cooperación tradicionales, como la gobernabilidad democrática, el crecimiento económico, el agua y saneamiento, el desarrollo rural y la seguridad alimentaria, la educación o la cultura y la ciencia, continuarán teniendo un papel preponderante.
A ello habrá que añadir prioridades transversales como el respeto de los derechos humanos, la igualdad de género, el apoyo a los pueblos indígenas y afrodescendientes y la sostenibilidad ambiental y la lucha contra el cambio climático.
No nos olvidaremos tampoco de cuestiones como la multidimensionalidad de la pobreza o la existencia de bolsas de pobreza y desigualdad en países de renta media. Entre las nuevas maneras de trabajar se potenciará la cooperación delegada y la cooperación sur–sur y triangular.
Durante la crisis económica, la ayuda oficial al desarrollo se desplomó hasta el 0,14 por ciento, muy por debajo de la media europea. ¿Cree que en los próximos años se recuperará este índice hasta alcanzar niveles de antes de la crisis?
Confío en que los presupuestos para ayuda al desarrollo se incrementen paulatinamente en los próximos años. En cualquier caso, y en el marco de la puesta en marcha del V Plan Director y de la reforma de la Aecid, nuestro objetivo irrenunciable debe ser la mejora constante de la planificación, racionalización y gestión de los fondos de que disponemos. Todo ello sobre la base del reconocimiento, tanto en el ámbito bilateral como en el multilateral, de la experiencia, eficacia y calidad de la Cooperación Española.
Un ejemplo evidente de este reconocimiento es el gran incremento de la Cooperación Delegada por la Unión Europea a la Aecid, que nos ha convertido en cinco años en el tercer receptor de fondos de la UE, con cerca de 300 millones de euros en fondos delegados.
Por último, nuevos instrumentos europeos de cooperación como el Plan Europeo de Inversiones Externas; el Fondo Fiduciario de Emergencia para la Estabilidad y para Abordar las Causas Profundas de la Crisis de Migración Ilegal y las Personas Desplazadas en África; o el Fondo Fiduciario para el acompañamiento del proceso de paz en Colombia, constituyen una gran oportunidad para la Cooperación Española.
¿Qué valoración hace de la labor de las ONGD españolas en estos 30 años?
La labor de la Cooperación Española durante los últimos 30 años no se entiende sin el papel de las ONGD, que durante este periodo han realizado un importantísimo ejercicio de profesionalización y especialización.
Una de las características más importantes de las ONGD españolas ha sido su capacidad para canalizar la solidaridad ciudadana, tanto en la esfera de lo privado, capitalizando los aportes de sus socios, voluntarios y simpatizantes, como en el ámbito público, ayudando a que la contribución de los gobiernos locales y autonómicos en el desarrollo internacional haya sido creciente en los últimos años.
¿Qué parte del presupuesto que maneja la Aecid es gestionado por las ONGD?
La Aecid ejecuta un 30 por ciento de sus fondos a través de intervenciones realizadas por ONGD, porcentaje similar al del global de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) que incluye las contribuciones de la cooperación descentralizada de las Comunidades Autónomas y de los entes locales. En 2017 la Agencia ha destinado 65,4 millones de euros de su presupuesto a la convocatoria de Convenios, Proyectos y Acciones a través de un sistema de reparto de fondos basado en los principios de transparencia, publicidad y concurrencia competitiva. Pero la relación con las ONGD españolas va más allá del rol de ejecutora de proyectos. La Cooperación Española reconoce a las ONGD como un agente clave de la política de cooperación y prueba de este reconocimiento es la incorporación de las ONGD españolas y sus plataformas en los espacios de diálogo, definición y seguimiento de las políticas de cooperación internacional para el desarrollo, fundamentalmente a través de la Coordinadora de ONGD y del Consejo de Cooperación.