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ENTREVISTA EN "ABC"

"La deriva de Maduro es muy preocupante y hay que ponerle freno"

Entrevista al ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, en "ABC" el 06 de agosto de 2017, por Luis Ayllón.

dimanche 6 août 2017

 

El jefe de la Diplomacia española asegura que España seguirá intentando que la UE adopte medidas contra los gobernantes de Venezuela, como la negación de visados.
 
Hace nueve meses, Mariano Rajoy sorprendió a todos nombrando ministro de Asuntos Exteriores a Alfonso Dastis (Jerez de la Frontera, 1955), un veterano diplomático curtido en las batallas europeas, al que de pronto se abrieron otros frentes en los que lidiar, a veces, no sin dificultades.

En este tiempo, ¿le ha cogido gusto al cargo?
Es difícil no cogerle gusto al cargo de ministro de Exteriores de España. Es una muestra de confianza pero, para el que lo desempeña, es una gran satisfacción a poco que las cosas salgan bien. Es un Ministerio que funciona perfectamente y tratamos de llevar adelante la política exterior de un país que claramente va hacia arriba, que ha recuperado un paso firme y que tiene un papel creciente en muchos ámbitos, en Europa, en nuestras relaciones con América Latina, etcétera. Creo que vamos en la buena dirección.

Y esa mejora que se puede advertir en la imagen de España en el mundo, gracias a los buenos datos económicos, entre otras cosas, ¿no está lastrada por los numerosos casos de corrupción que han salido a la luz?
Tratamos de reiterar, y lo hacemos con la realidad, que es verdad que ha habido episodios de corrupción pero que este Gobierno está luchando contra esa corrupción sin cuartel y utilizando todos los medios que tiene un Estado de Derecho, dejando trabajar a los jueces y con una política legislativa orientada a impedir que esos casos se puedan repetir.

La actualidad nos lleva a Venezuela. Usted dijo que la Asamblea Constituyente era la principal amenaza a la democracia en ese país. Después de que se haya puesto en marcha y una de sus primeras medidas haya sido la destitución de la fiscal general,Luisa Ortega, ¿considera que se puede definir al régimen de Nicolás Maduro como una dictadura?
Hay que atenerse a los hechos y la realidad es que el pueblo venezolano sigue esperando la convocatoria de elecciones mediante sufragio universal libre, igual y secreto. Hemos dejado claro que no reconocemos la Asamblea Constituyente ni vamos a reconocer los actos que emanen de la misma, porque no representa la voluntad de la mayoría de los venezolanos y creo que no es el camino hacia la restauración de la democracia.

Algunos han calificado de tibia o demasiado cauta la actitud del Gobierno español al pronunciarse sobre la situación en Venezuela...
Cauta yo no diría, aunque creo en una diplomacia cautelosa, en la que hay que buscar resultados. No creo en la diplomacia de los megáfonos, que por hacer grandes declaraciones públicas puedan poner en cuestión iniciativas más o menos discretas. Tenemos que trabajar con los que están involucrados en una situación tan grave y tan seria como la de Venezuela ya sea dentro del país, ya sea en la región y, por nuestra parte, tratando de liderar una actitud común en la Unión Europea.

Fue eso lo que le pidió el ex presidente Aznar, que promoviera una posición común europea en la UE sobre Venezuela, al estilo de la que impulsó él mismo en 1996 para Cuba...
En el caso de Cuba, estábamos hablando de un término específico de la política exterior de la UE. Ahora, de lo que hablamos es de una posición común en el sentido de enfoque común y compartido hacia la situación en Venezuela. Estamos liderando esa estrategia. Siempre hemos tratado de sacar adelante declaraciones y conclusiones sobre Venezuela. Ahora, vista la situación, hay que dar un paso más e incrementar la presión hacia el régimen. Eso es lo que tratamos de hacer. Primero, no reconociendo a la Asamblea Constituyente y luego tratando de orientarnos específicamente a los responsables de la situación adoptando medidas individuales y selectivas para ellos.

¿En ningún caso sanciones económicas como Estados Unidos?
Creemos que eso sería contraproducente. Porque si uno mira las cifras de la economía y de la sociedad venezolana son realmente alarmantes. La inflación, la pobreza, la escasez de medicamentos… Y no queremos contribuir a hacer más dura la realidad de los ciudadanos venezolanos. A quienes tenemos que dirigirnos es a quienes son responsables de esa situación, con suspensión de viajes, no concesión de visados, etc.

¿Se siente defraudado después de que no haya sido posible, como España deseaba, que la UE adoptara medidas contra los dirigentes del Gobierno bolivariano? ¿Entiende la posición de Francia, de Grecia o de Portugal que se opusieron a ello? ¿Cree que todavía es posible el diálogo, como afirma el presidente francés, Emmanuel Macron?
España lidera esa iniciativa porque creemos que la adopción de medidas de este tipo, la prohibición de viajar especialmente, pueden ser efectivas. Por supuesto que creemos que el diálogo es posible, no sólo eso, es necesario, pero llevamos mucho tiempo sin avanzar y en el camino se están perdiendo vidas y se están encarcelando a cientos de presos políticos. La puesta en marcha de la Asamblea Constituyente es un paso atrás que no puede quedar sin respuesta. Va exactamente en la dirección contraria, no podemos quedarnos de brazos cruzados. La UE seguirá discutiendo sobre estas medidas, el debate solo acaba de comenzar y aunque sabemos que no será fácil, no me consta que se haya abandonado. Nosotros creemos que la deriva de Maduro y de los que le apoyan es muy preocupante y hay que ponerle freno.

¿Le preocupa que puedan registrarse nuevos ataques a la Embajada de España en Venezuela o contra intereses españoles?
Claro que me preocupa, el ataque a una sede diplomática es especialmente grave. Nosotros mantenemos la Embajada y el consulado abiertos precisamente para atender a los ciudadanos y empresas españolas y es importante que puedan ejercer esa función en condiciones de seguridad.

Algunos magistrados elegidos por la Asamblea Nacional se han refugiado en Embajadas iberoamericanas en Caracas como Chile o Panamá. ¿Han registrado alguna petición en la Embajada española?
No, de momento, no.

Hay un asunto concreto en Venezuela, que son las demandas de los pensionistas españoles que llevan 20 meses sin cobrar. ¿Tiene algún compromiso por parte de las autoridades venezolanas?
Por ahora no. El secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamerica habló con el embajador venezolano en Madrid y nuestro embajador en Caracas habla continuamente con las autoridades de Venezuela para tratar de que esas demandas, que están basadas en la legalidad vigente, sean satisfechas.

¿Se puede pensar en un viaje del Rey o del presidente del Gobierno a Cuba antes de que en febrero del próximo año Raúl Castro deje la presidencia del país, como ha dicho?
Se puede. Posiblemente yo iré a La Habana en otoño con la intencion de sentar la bases para que ese viaje sea un éxito.

¿Del Rey o del presidente del Gobierno?
Eso está todavía por decidir.

¿Sería antes de febrero?
En principio estamos en ese horizonte temporal.

¿Se dan las condiciones en Cuba para que tenga lugar ese viaje?
Eso es lo que estamos examinando.

Usted dijo al llegar al cargo, que había que darle tiempo a Donald Trump tras asumir la Presidencia de EE.UU. A día de hoy, ¿considera que es cómo para estar tranquilos?
Yo creo que sí. Creo que en Estados Unidos, al final se van a ir tranquilizando las aguas y sobre todo en las relaciones con sus vecinos, se va a ir imponiendo la realidad de las relaciones internacionales. Mi impresión es que, poco a poco, eso está siendo así. Tanto en los cambios de personas como en quién tiene influencia en la política exterior, creo que las cosas van por buen camino. Los últimos cambios también van en la buena dirección. Me da la impresión de que el nuevo jefe de Gabinete de Trump es una persona templada que quiere establecer un mecanismo de funcionamiento de la Casa Blanca ordenado y más acorde con lo que es tradicional.

Ante la proximidad del referéndum independentista el 1 de octubre en Cataluña, ¿ha dado instrucciones a las embajadas para que expliquen la posición de España?
Las embajadas y consulados tienen unas instrucciones permanentes para que expliquen la situación, las medidas que está tomando el Gobierno y cómo la deriva en que está la Generalitat no es conforme ni con la Constitución Española, nicon la democracia ni el Estado de Derecho.

¿Ha percibido algún caso de simpatía de algún país hacia las pretensiones de la Generalitat?
Por lo que yo he visto y las informaciones que recibo, ninguna autoridad de ningún país muestra simpatía alguna.

¿Algún organismo internacional?
No, que yo sea consciente. Siguen intentando, de manera torticera, obtener respaldos de algunas organizaciones de forma que no se den cuenta de lo que están haciendo. Pero siempre los resultados han sido negativos

¿Le preguntan sus colegas por este asunto?
Sí. Alguna vez me preguntan qué va a ocurrir en Cataluña el 1 de octubre y yo les digo que no va a haber referéndum.

La incertidumbre sobre Cataluña, ¿puede perjudicar la candidatura de Barcelona para acoger la Agencia Europea del Medicamento?
Esperemos que no. Pero no cabe duda de que hay otros candidatos que pueden tratar de explotar todas las debilidades reales o percibidas. Porque, aunque la pretensión de la Generalitat no va a tener éxito, no es descartable que alguien, de manera indirecta, haga planear la duda sobre el futuro de Cataluña.

Por fin se ha creado la esperada Dirección General de África, usted está viajando a la zona y ha anunciado un nuevo Plan África. ¿Qué objetivos se han propuesto?
Tenemos claro que África es un continente de desafíos y también de oportunidades. Es el más joven del mundo y su población crece de manera exponencial. Hemos de actuar en colaboración con los propios africanos, porque nosotros ni conocemos bien los países de la región, ni somos quiénes para dictarles cómo deben realizar su desarrollo. Por eso queremos trabajar conjuntamente, para crear las circunstancias para que esa población encuentre, en sus propios países, medios de vida y la posibilidad de desarrollar una actividad económica, pero también humana, digna de tal nombre. Queremos hacer una reunión España-África, hay una reunión UE-África a finales de este año y yo estoy tratando de multiplicar mis viajes y mis contactos para llevar adelante este programa.