Han intervenido Gonzalo Robles, secretario general de Cooperación Internacional para el Desarrollo; Ricardo Díez-Hochleitner, representante permanente de la Delegación de España en la OCDE; Stefan Kapferer, secretario general adjunto de la OCDE; Soukaina Bouraoui, presidenta de la Plataforma OCDE-MENA Mujeres y Gobierno, y Alberto Virella, director de Cooperación con África y Asia de la AECID.
Gonzalo Robles ha destacado que la plena participación de las mujeres en la vida pública es imprescindible para alcanzar un desarrollo humano sostenible e inclusivo, y ha asegurado que el compromiso de la Cooperación Española con los derechos de las mujeres y las niñas sólo puede hacerse realidad si es compartido con la sociedad civil y los gobiernos de los países con los que cooperamos, una máxima que impregna todas nuestras iniciativas. En este sentido, ha hecho hincapié en que las citas de la agenda de cooperación para el presente año, como “Beijing+20, y la nueva agenda post 2015, nos darán la oportunidad de consolidar el papel de liderazgo de las mujeres en los procesos de desarrollo.
Entre sus principales conclusiones, el Informe de la OCDE destaca que la media de participación de la mujer en la vida política y legislativa en los países de la región es del 15,9 por ciento, mientras que el promedio de la OCDE se encuentra en un 27 por ciento. Asegura también que, aunque la mayoría de los países de la región del Norte de África y Oriente Próximo han adoptado la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, 1979), muchos gobiernos de la región mantienen reservas sobre la igualdad de género en la práctica.
La Cooperación Española promueve, a través de la AECID, el Programa Masar (“camino”, en árabe), que acompaña a los países del Norte de África y Oriente Próximo en sus procesos de transición democrática, con especial atención a garantizar los derechos de la mujer, y por tanto, su proceso de desarrollo. La reivindicación de la igualdad de género recibe atención prioritaria a través del empoderamiento de las mujeres en todos los ámbitos y del fortalecimiento de las instituciones públicas y de las organizaciones de la sociedad civil que defienden sus derechos.