Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para su funcionamiento, mantener la sesión y personalizar la experiencia del usuario. Más información en nuestra política de Cookies

Menu

NOTA DE PRENSA 063

La Ciudad Califal de Medina Azahara entra en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO

dimanche 1 juillet 2018
  • Con la incorporación de ese sitio, España cuenta con 47 bienes inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial y se mantiene como el tercer país del mundo con más bienes inscritos
  • Medina Azahara es un ejemplo de ciudad islámica del siglo X construida ex novo por la dinastía Omeya como sede del califato de Córdoba
  • España es miembro del Comité del Patrimonio Mundial hasta el año 2021

 

 

La 42ª Sesión del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, reunido en Manama (Baréin),  ha decidido hoy incluir la Ciudad Califal de Medina Azahara, en Córdoba, en su Lista de Patrimonio Mundial.

Con la incorporación de ese sitio, España cuenta con 47 bienes inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial y se mantiene como el tercer país del mundo con más bienes inscritos. De ellos, 41 son bienes de patrimonio cultural, 4 de patrimonio natural y 2 mixtos.

España muestra así su enorme compromiso y liderazgo en materia de preservación del patrimonio, fruto del esfuerzo y coordinación entre todas las administraciones públicas implicadas y en todos los niveles de gobierno. Un compromiso que llevamos más allá de nuestras fronteras, especialmente con los países socios de la Cooperación Española, tanto a través del Fondo Fiduciario España-UNESCO, como del Programa de Patrimonio para el Desarrollo.

 

Medina Azahara

El yacimiento arqueológico de Medina Azahara corresponde a una ciudad de nueva fundación erigida a mediados del siglo X como sede del Califato de Córdoba por la dinastía Omeya de occidente. La ciudad fue destruida tras un corto periodo de vida, permaneciendo desde entonces ignorada hasta su recuperación a principios del siglo XX.

El sitio presenta el valor de constituir un conjunto urbano completo que incluye sus infraestructuras, edificios, decoración y objetos de uso cotidiano, lo que permite obtener un conocimiento exhaustivo de la cultura material de una civilización  desaparecida en el momento de su máximo esplendor. Además, la excepcional preservación del entorno posibilita la recuperación de los valores paisajísticos que apoyaron la elección del lugar así como las huellas de su impacto territorial.

La universalidad de valor cultural del sitio se ve acrecentada por su excepcionalidad al tratarse del único ejemplo conservado de una ciudad de esas características dentro del ámbito europeo y aún de ese periodo histórico en el conjunto de la cultura islámica. El ocultamiento del sitio durante casi un milenio ha permitido su mantenimiento inalterado.

El proceso de recuperación a través de su excavación y protección se ha continuado a lo largo de un siglo,  promovido por las instituciones públicas. La promoción oficial, primero estatal y luego autonómica, ha garantizado la propiedad del sitio, otorgando las máximas figuras de protección, y ha impulsado la constitución de una institución específica para su gestión, el Conjunto Arqueológico, dotándolo de las instalaciones y personal adecuado.



España, miembro del Comité del Patrimonio Mundial

España fue elegida miembro del Comité de Patrimonio Mundial en otoño de 2017 y esta es la primera reunión del Comité del Patrimonio Mundial de su mandato. Se trata de la tercera vez que nuestro país es miembro de este órgano. Los mandatos anteriores tuvieron lugar de 1991 a 1997 y de 2005 a 2009.

El Comité de Patrimonio Mundial está integrado por veintiún países elegidos por los 193 Estados Parte que han ratificado la Convención de la UNESCO para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (París, 1972) y es el órgano ejecutivo de esta convención internacional.

Este Comité es el órgano responsable de decidir qué nuevos sitios reúnen las características para ser inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial, sobre la base de las propuestas formuladas por los Estados Parte y los informes de los órganos técnicos de evaluación. Además, debe examinar los informes de estado de conservación de los sitios ya inscritos y solicitar a los países, si es necesario, que adopten las medidas de protección necesarias para la adecuada conservación de los sitios.