La región Euro-mediterránea necesita una acción urgente y pragmática de los agentes religiosos y culturales para afrontar los retos regionales
• Instituciones encargadas del diálogo intercultural y la cooperación, representantes religiosos y organizaciones interreligiosas trabajan juntos para construir puentes de comprensión mutua en la región Euro-mediterránea. Esta es la primera reunión para un proceso duradero y orientado a la acción que tiene como objetivo el fortalecimiento de la capacidad de las organizaciones, y fomentar su cooperación con el fin de contribuir de manera significativa a la lucha contra la discriminación y la intolerancia.
• Los participantes dieron la bienvenida a esta reunión como una oportunidad única para concienciar de la vital contribución del diálogo intercultural e interreligioso en la consecución de la paz y el mantenimiento de la seguridad en la región.
El diálogo intercultural e interreligioso es una poderosa herramienta para conseguir la estabilidad y la paz, y para luchar contra la intolerancia y el extremismo al tiempo que se defienden los valores de coexistencia pacífica y mutuo entendimiento. Bajo esta premisa, 80 representantes de instituciones encargadas del diálogo intercultural y la cooperación, organizaciones interreligiosas, autoridades religiosas y personalidades prominentes se han reunido el 22 y 23 de julio en la sede de la Unión por el Mediterráneo en Barcelona, para un encuentro centrado en el diálogo intercultural e interreligioso .
La conferencia se ha celebrado por iniciativa del Ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAE español), en colaboración con la Unión por el Mediterráneo (UpM), el Centro Internacional Rey Abdullah Bin Abdulaziz para el Diálogo Interreligioso e Intercultural (KAICIID), la Alianza de Civilizaciones de la ONU (AdC), la Fundación Anna Lindh (FAL) y la Unión Europea.
Esta reunión se enmarca en el contexto del vigésimo aniversario del Proceso de Barcelona, así como de la actual consulta sobre la revisión de la Política Europea de Vecindad (PEV), y responde a la cada vez mayor importancia concedida al diálogo intercultural e interreligioso en la región Euro-mediterránea.
Los participantes subrayaron que este encuentro representa una ocasión única para inventariar y evaluar herramientas, instrumentos e instituciones existentes para el diálogo intercultural e interreligioso; posicionar el diálogo intercultural e interreligioso como un objetivo central dentro de un enfoque renovado de política multilateral para el Mediterráneo, así como establecer una hoja de ruta que involucra las principales instituciones para una estrategia compartida de diálogo intercultural e interreligioso.
Tras los debates mantenidos durante la reunión, las instituciones han aprobado un documento de conclusiones que sienta las bases para la colaboración. Gracias a esta reunión de alto nivel se va a iniciar la identificación de las historias de éxito existentes sobre el diálogo intercultural e interreligioso, dado que los participantes han asumido que el gran reto es aumentar significativamente la visibilidad de las iniciativas desarrolladas. El inventariado de estas acciones y programas se centrará en tres diferentes campos de acción: la educación, los medios de comunicación y la juventud. Otra de las conclusiones de la reunión ha sido el compromiso de consolidar una alianza de socios y mejorar los mecanismos de colaboración de las instituciones activas en el diálogo intercultural.
José Manuel García-Margallo, Ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, subrayó que “las instituciones y los Estados que forman parte deben reflexionar sobre cómo ser más eficaces, teniendo en cuenta sus complementariedades y sinergias. Ni las instituciones ni los Estados que las componen pueden lograr, trabajando de forma aislada, las metas que los tiempos actuales requieren”. "Un papel reforzado del diálogo intercultural e interreligioso como herramienta para la prevención, mediación y resolución en conflictos supondrá una diferencia en el desempeño de las instituciones. Es urgente pasar de una cultura de la reacción a una cultura de la prevención ", concluyó.
"Los desafíos de la región, como el terrorismo, las tendencias extremistas o la tragedia humanitaria de la inmigración en el Mediterráneo confirman la necesidad de una fuerte acción colectiva y un enfoque integral. El refuerzo del diálogo intercultural e interreligioso, el fortalecimiento de la integración regional y el acercamiento de las sociedades civiles son más importantes que nunca para crear un espacio común de solidaridad y estabilidad en la región Euro-mediterránea", destacó Fathallah Sijilmassi, Secretario General de la UpM.
Hombres y mujeres jóvenes, procedentes del Norte y el Sur del Mediterráneo, son las primeras víctimas del desempleo, la inestabilidad social y el extremismo, pero constituyen a su vez activos sin explotar para la promoción del diálogo intercultural. Los participantes han discutido sobre cómo los jóvenes y las mujeres pueden desempeñar un papel más relevante trabajando con las instituciones en el traslado y fomento de las políticas de cooperación a la sociedad en general.
"A medida que la UE y sus socios en el Sur se embarcan en recalibrar sus relaciones, hacemos un llamamiento para replantear una “cultura centralizada” de las relaciones y para el establecimiento de una primera estrategia de diálogo intercultural global en favor del Mediterráneo. La Fundación Anna Lindh, y su red de más de 4.000 actores sociales, está preparada para desempeñar su papel en el desarrollo de esta estrategia basada en un enfoque construido de “abajo hacia arriba”. Preparada para actuar con los jóvenes de la región como principales actores del diálogo, logrando de esta manera contrarrestar la narrativa extremista y el ´choque de ignorancias´”, señaló Elisabeth Guigou, Presidenta de la Fundación Anna Lindh.
Faisal Bin Abdulrahman Bin Muaammar, Secretario General de KAICIID, concluyó que para fortalecer el reconocimiento de la importancia del diálogo interreligioso e intercultural, las instituciones ya han comenzado durante la reunión a establecer un plan de acción para las actividades futuras. Estas actividades se basan en una agenda común que recoge las principales iniciativas planeadas para los próximos años.
"La erradicación del extremismo violento y la radicalización se puede lograr a través del diálogo intercultural e interreligioso, pero también a través de enfoques prácticos y pro-activos, tales como la construcción de lazos de confianza entre las diversas comunidades y la promoción de asociaciones transnacionales de colaboración y de largo plazo que tengan en cuenta nuestro interés común por la paz y la seguridad", destacó Nassir Abdulaziz al-Nasser, Alto Representante de la Alianza de Civilizaciones.
La reunión de alto nivel ha servido como plataforma para establecer una alianza entre las principales instituciones y organizaciones que participan en el diálogo intercultural e interreligioso. Todas ellas han enfatizado la necesidad de enfoques positivos y de colaboración para promover el entendimiento mutuo. Ha sido además el primer paso de un proceso duradero y orientado a la acción que busca el fortalecimiento de estas organizaciones y fomentar su cooperación con el fin de contribuir de manera significativa a la lucha contra la discriminación y la intolerancia.