El Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha participado hoy en el Consejo Permanente Especial de la OSCE, y ha mantenido sendas reuniones con el Presidente en Ejercicio del Consejo, el serbio Vuk Zugic, y con el Secretario General de la Organización, Lamberto Zannier.
En su intervención, García-Margallo ha destacado la necesidad de revisar los esquemas que han ordenado el mundo desde la II Guerra Mundial y de adaptarlos a las nuevas circunstancias. Ha destacado la interdependencia, que deriva de la globalización acelerada, y el carácter transnacional de las amenazas como factores que otorgan un nuevo papel a las organizaciones y estrategias regionales. En este contexto, España considera que la OSCE ha sido y es un instrumento clave para consolidar la paz y fomentar la prosperidad en las regiones Euro-Atlántica, Euro-asiática y Euro-mediterránea.
En relación con la crisis de Ucrania, el Ministro ha defendido y reconocido el papel fundamental de la OSCE en la verificación del cumplimiento de los acuerdos de Minsk, a través de la Misión Especial de Observación en Ucrania, en la que España participa. Ha reiterado que no caben excepciones al respeto de la legalidad, el Estado de Derecho y a los principios de integridad territorial, independencia y soberanía de los Estados. No hay solución militar a la crisis de Ucrania, ha afirmado, la única salida al conflicto pasa por el diálogo y la aplicación de los acuerdos de Minsk. Ha hecho un llamamiento para que la Misión de Observación de la OSCE pueda llevar a cabo sus cometidos en condiciones seguras.
En cuanto al futuro de la Organización, el Ministro ha trasladado el apoyo de España a los trabajos iniciados en el marco del proceso Helsinki+40, para una reflexión en profundidad y que la OSCE pueda desarrollar todo su potencial.
García-Margallo ha insistido en la necesidad de reforzar la dimensión mediterránea de la OSCE para afrontar algunas amenazas o retos como el terrorismo internacional y la migración. España promueve activamente un clima de diálogo y cooperación con los países de la ribera sur del Mediterráneo y considera que un diálogo de calidad en el seno del Grupo de Contacto es un valor en sí mismo.
En materia de inmigración el Ministro ha declarado el apoyo de España a las iniciativas que en el ámbito de Naciones Unidas y de la OSCE puedan coadyuvar a tratar esta compleja cuestión que exige, junto a las respuestas de emergencia, una reflexión que tenga en cuenta los retos a medio y largo plazo. Ha añadido que se trata de un desafío que afecta no sólo a los países mediterráneos sino al conjunto de los Estados ya sean países de origen, de tránsito o de destino.
En relación con la lucha contra el terrorismo, el radicalismo y el extremismo violento, o el tratamiento del fenómeno de los combatientes extranjeros, el Ministro García-Margallo ha defendido que la OSCE incorpore estas cuestiones a sus debates. En el mes de julio, ha señalado, está previsto que España organice una reunión del Comité de Naciones Unidas contra el Terrorismo, sobre combatientes terroristas extranjeros, y ha recordado algunas propuestas concretas de nuestro país en este ámbito, como el nombramiento de un RESG de Naciones Unidas para la lucha contra el extremismo violento, o la creación de un mecanismo jurisdiccional internacional especializado, para evitar la impunidad.
García-Margallo ha mostrado su satisfacción por el incremento de las iniciativas de la OSCE en el campo de la diplomacia preventiva y la mediación, y ha concluido su intervención reafirmando la plena vigencia de los valores y principios que constituyen los cimientos de la Organización. “La seguridad y la prosperidad pasan por sumar y no por dividir”, ha concluido.