El Gobierno de España lamenta profundamente la decisión del Gobierno de Nicaragua de dar por terminadas las negociaciones con la Alianza Cívica, tal y como ha declarado recientemente el Nuncio Apostólico en Managua, Waldemar Sommertag, que actúa como mediador entre las partes.
El Gobierno de Nicaragua y la Alianza Cívica iniciaron una segunda ronda de negociaciones que permitió alcanzar, en abril, acuerdos parciales tendentes a la liberación de los manifestantes encarcelados a raíz de los sucesos ocurridos a partir del 18 de abril de 2018, y la restitución de los derechos civiles suspendidos durante los últimos meses.
Pese a los compromisos adquiridos, el Gobierno de Nicaragua no ha cumplido en su totalidad los acuerdos. Continúa habiendo manifestantes presos, mientras que los liberados lo han sido al amparo de una Ley de Amnistía adoptada unilateralmente por el Gobierno que condiciona su liberación y podría estar encubriendo responsabilidades en materia de Derechos Humanos. Y tampoco ha avanzado en su compromiso de restituir derechos y libertades civiles que garanticen el derecho de manifestación y expresión a todos los ciudadanos.
El Gobierno de España demanda del Gobierno de Nicaragua que cumpla plenamente los compromisos adquiridos, reconsidere su decisión y facilite la negociación con la Alianza Cívica, en el entendido de que únicamente mediante el diálogo entre las partes y el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en la mesa de negociación con la Alianza Cívica será posible alcanzar una salida política a la crisis política que atraviesa Nicaragua y que está generando enormes perjuicios al país y a sus ciudadanos.
El Gobierno de España manifiesta, una vez más, su voluntad de contribuir en la búsqueda de una solución a la crisis, si las partes así lo requieren y recuerda que el Gobierno de Nicaragua tiene la obligación de garantizar los derechos de todos los ciudadanos.