El Gobierno español condena y expresa su repulsa por el ataque perpetrado hoy en la provincia siria de Idleb, que ha causado más de cincuenta víctimas mortales, entre ellas diez niños. Debe abrirse una investigación sobre el posible uso de armas químicas.
El Gobierno recuerda que la utilización de este tipo de armas está prohibida por el derecho internacional, constituye un crimen de guerra y los responsables del ataque deberán rendir cuentas ante la justicia.