Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para su funcionamiento, mantener la sesión y personalizar la experiencia del usuario. Más información en nuestra política de Cookies

Menua

Intervención del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación ante el Pleno del Congreso

2013(e)ko martxoak 13

Transcripción:

 

-DEL DIPUTADO DON JOSÉ MARÍA BENEYTO PÉREZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO, QUE FORMULA AL SEÑOR MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN: ¿CUÁLES SON LOS OBJETIVOS PRIMORDIALES DEL ANTEPROYECTO DE LEY DE ACCIÓN Y DEL SERVICIO EXTERIOR DEL ESTADO? (Número de expediente 180/000435).
 
 El señor PRESIDENTE: Pregunta dirigida al ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Pregunta don José María Beneyto, del Grupo Popular.

 El señor BENEYTO PÉREZ: Señor ministro, la acción exterior de España ha experimentado en los últimos años una profunda transformación. Ello se debe a los acelerados cambios en la escena internacional y la evolución de la estructura constitucional del Estado. Hoy son más numerosos los actores que intervienen en la acción exterior, la dimensión económica cobra un mayor protagonismo y la europeización, nuestra pertenencia y participación en la Unión Europea, ha dotado a nuestra acción exterior de nuevos instrumentos y nuevas capacidades. Además nos encontramos en un escenario de pluralidad de foros multilaterales, empezando por nuestra participación en la Alianza Atlántica, junto a una relación renovada con los países que integran la Comunidad Iberoamericana de Naciones. En nuestro ordenamiento jurídico el artículo 149.1.3ª de la Constitución atribuye al Estado la competencia exclusiva en materia de relaciones internacionales y encomienda al Gobierno la dirección de la política exterior en su artículo 97. Decía Churchill que toda política exterior es política interior; esa frase es válida hoy más que nunca, pero también la inversa, la política interior tiene una innegable dimensión exterior. Hace falta, por ello, una mayor coherencia en nuestra acción exterior coordinando la actuación que llevan a cabo las comunidades autónomas y las entidades locales, la diplomacia parlamentaria, otros órganos del Estado y los diferentes departamentos ministeriales. Asimismo, otra multiplicidad de sujetos realizan actividades de diplomacia pública, donde la lengua, la comunicación, la cultura y la promoción de la marca España son elementos esenciales. Urge cohesionar, coordinar y dotar de mayor eficacia a todos estos recursos. La acción exterior no es lo mismo que la política exterior, que solo compete al Gobierno, o que las relaciones internacionales. Al Gobierno, y en particular al Ministerio de Asuntos Exteriores, se le atribuye constitucionalmente la competencia exclusiva de dirección y, por tanto, de coordinación de la política exterior.
Desde 1978 se han elaborado tres anteproyectos de ley y un informe cuyas recomendaciones no llegaron a materializarse. Al no fructificar estas iniciativas, la acción exterior y el servicio exterior del Estado se encuentran carentes de regulación o regulados por un conjunto heterogéneo de disposiciones. Usted dijo en alguna ocasión que una ley de servicio exterior era necesaria, pero…

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.
Señor ministro de Asuntos Exteriores.

El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (García-Margallo Marfil): Muchas gracias, señor presidente.
Casi no tengo que contestarle porque ha formulado la pregunta y se ha dado la respuesta (Risas). Pero, en fin, intentaré añadir alguna puntualización.
Es una obviedad que la Transición no se completó, y en el único sector en el que no se completó fue en el sector exterior. España era entonces… (Rumores). 

El señor PRESIDENTE: Perdón, señor ministro. Por favor, pido silencio para que podamos escuchar al señor ministro.

El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (García-Margallo Marfil): Gracias, señor presidente.
España era entonces una dictadura; hoy es una nación democrática que reconoce la autonomía de sus nacionalidades y regiones, integrada en la Unión Europea y abierta al mundo. Sin embargo, la legislación del sector exterior es absolutamente obsoleta. Para poner un ejemplo, el reglamento de la carrera diplomática es de 1955 y el decreto que regula los tratados es de 1972. El mundo, como usted ha dicho, ha experimentado un cambio absolutamente acelerado. Puesto que he citado la Transición, se trata -como diría el presidente Suárez- de hacer normal a nivel de ley lo que es normal a nivel de calle.
Como usted ha subrayado, no es lo mismo la política exterior que la acción exterior que el servicio exterior. La política exterior son las relaciones internacionales, las relaciones entre sujetos soberanos cuya competencia exclusiva corresponde al Estado, artículo 149 de la Constitución, y cuya dirección corresponde al Gobierno de la nación. La acción exterior es mucho más plural, tanto en el número de sujetos como en el número de instrumentos que se utilizan. Hoy realizan actuaciones fuera de nuestras fronteras muchos sujetos públicos para mejorar, completar y desarrollar las funciones que tienen encomendadas. O no existe norma que regule esta acción exterior o, en el mejor de los casos, está claramente anticuada. El servicio exterior hace referencia a los instrumentos para llevar a cabo estas actuaciones fuera de nuestras fronteras, y lo cierto es que nos hemos encontrado con una pluralidad de actuaciones, con una pluralidad de órganos que requieren una ordenación inmediata. Los objetivos de la ley son claros: la planificación; Consejo de Política Exterior, cuya labor se plasmará en una estrategia de política exterior a cuatro años y un informe anual; un plan director y el informe de la marca España, que serán conocidos por estas Cortes,  un marco conceptual que dé orden y sentido a la acción  exterior de todos. Y en materia de eficiencia, la integración de aquellas…

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor ministro.