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NOTA DE PRENSA 074

El secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica participa en una reunión de Naciones Unidas sobre el problema mundial de las drogas

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El secretario de Estado de Cooperación Internacional, Jesús Gracia,  intervino ayer en Nueva York en una sesión especial de la Asamblea General de Naciones Unidas dedicada al problema mundial de las drogas (UNGASS 2016).

Incardinada dentro del régimen convencional sobre drogas de la ONU, la UNGASS 2016 constituye una cita de señalada importancia para la comunidad internacional, en la que se debaten a lo largo de estos días las grandes líneas maestras de la política de lucha contra el narcotráfico de los próximos años.

En su intervención, Gracia comenzó reiterando la firme convicción del Gobierno español en la plena validez de las tres Convenciones de Naciones Unidas en materia de drogas. En este marco convencional, España —señaló el secretario de Estado— defiende un enfoque equilibrado entre la reducción de la oferta y la de la demanda de drogas, a través de la cooperación internacional entre países productores, países de tránsito y países consumidores.

El secretario de Estado recordó acto seguido que España concede gran importancia a la búsqueda de políticas de desarrollo alternativo para las poblaciones productoras de sustancias psicotrópicas, en particular, reforzando los mecanismos legales e institucionales del Estado de Derecho y mejorando la gobernanza. Objetivos que guían la cooperación que España lleva a cabo en esta materia con numerosos actores multilaterales y nacionales.

Otro vector esencial de la política de drogas debe ser el respeto a los derechos humanos. España estima que las políticas de lucha contra el narcotráfico deben estar sujetas al más estricto respeto a los derechos humanos. Por ello, el secretario de Estado reiteró el llamamiento a aquellos países que todavía aplican la pena de muerte para delitos relacionados con las drogas a considerar la moratoria en su uso como vía para avanzar hacia su abolición. Bajo este mismo epígrafe de los Derechos Humanos, Gracia se refirió también a las políticas de salud pública que deben brindar una asistencia integral dirigida a la prevención, al tratamiento de las personas, a la reducción del daño producido por el consumo de estupefacientes.

Por fin, Gracia ofreció la experiencia española en esta materia, y reiteró el compromiso con los medios humanos y técnicos de que disponemos a esta lucha en la que está empeñada la comunidad internacional en el marco de las Convenciones de las Naciones Unidas y de la mano de la ONUDD y de otras agencias  especializadas de esta Organización.