El gobierno de España condena los hechos ocurridos ayer en Nicaragua, donde manifestantes pacíficos y periodistas fueron nuevamente reprimidos y detenidos temporalmente en una reacción desproporcionada de las fuerzas del orden.
Actuaciones como estas ponen en peligro la búsqueda de una solución sostenible para el país a través del recientemente retomado diálogo nacional.
España hace un llamamiento a las partes para que perseveren en los esfuerzos por encontrar una solución dialogada a la crisis, para lo que es imprescindible la garantía del ejercicio de los derechos y libertades fundamentales y, entre ellos, el derecho a la manifestación y protesta pacífica.